Capítulo 38

Con el corazón en un puño, corrí lo más rápido que pude hasta aquella Plaza Menor, donde, según mi amigo, se encontraba Minamino.

Y así fue.

Mientras más me acercaba al lugar, más y más escándalo se escuchaba: gritos, ruido, gente corriendo, destrucción, entre otros.

- ¡Minamino! - fue lo primero que dije nada más entrar a la plaza.

Ya casi no había gente, todos habían escapado, había un par de estructuras dañadas y parte del suelo levantado junto con unas cuantas farolas tiradas abajo. Por suerte no habían demasiados desperfectos en cuanto a materia. En el caso de civiles, no veo a nadie inconsciente, o mucho peor, fallecido. Los héroes de la zona han podido desalojar todo de una manera efectiva. Si es verdad que hay algunos heridos, o eso me ha dejado ver la ambulancia que había atendiendo a unas pocas personas con heridas superficiales.

Perfecto, los datos estaban siendo buenos. Ahora lo más importante…al menos para mi…Minamino…

- ¡Eh! ¿Y la chica? - grité amenazante una vez que localicé al villano, el cual estaba prácticamente en el centro de la plaza.

- ¿Mm? - hizo aquel ruido mientras se giraba.

Su imagen me espantó. Era un monstruo bastante grande, como de casi tres metros, parecido a un dinosaurio. Pero, lo que realmente me espantó, eran sus garras chorreantes de sangre y su boca de la misma manera…

- No…no…no puede ser - me lancé hacia él sin siquiera pensarlo dos veces y le pegué un fuerte puñetazo en la cara haciéndole retroceder - ¡Y Minamino! - escupí furioso a la vez que activaba mi don para borrar el suyo haciendo que perdiera toda su fuerza y habilidades de dinosaurio.

- ¡Pero qué…! - ladró - ¡Te vas a arrepentir!

Intentó atacarme pero, hasta ese momento, no se había dado cuenta de que tenía el don desactivado.

- ¿Qué ocurre? Apenas puedo moverme - gruñía.

- ¿¡Y la chica!? - volví a decir.

- ¿La chica? Ah - cogió algo de la superficie y me lo lanzó a los pies, pero conseguí cogerla antes de que alcanzara el suelo.

Aquello era desgarrador. Estaba inconsciente, con la ropa hecha gajos, embadurnada en sangre.

- Minamino… - dije a la vez que la tumbaba en el suelo con mucha delicadeza y apartaba un mechón de pelo de su cara.

- Era mi rehén, pero no paraba de moverse y pelear, así que mi única opción fue dejarla inconsciente. Es el rehén más complicado que he secuestrado en mi vida. - dijo con asco a la vez que chasqueaba la lengua.

- Serás… - murmuré apretando los dientes. - aguanta - le dije una última vez a Minamino antes de abalanzarme contra aquel ser.

La pelea fue reñida por el tamaño y masa muscular que tenía, pero no fue realmente difícil dejarlo fuera de juego ya que, por mucha grandeza que tuviera, no podía utilizar su don. Por supuesto que lo derroté junto con Hizashi, quien llegó justo para pelear. También llegaron otros héroes como Toshinori, pero al ver que todo estaba controlado, decidieron quedarse con los civiles, asegurar el perímetro, entre otros procesos que existen además de pelear. Por supuesto que, este último profesor, cogió a Minamino una vez me alejé de ella y la llevó deprisa a la ambulancia, cosa que me tranquilizó y me dejó terminar la pelea más calmado. 

Pero el verdadero caos estaba por llegar...

¡Hasta aquí el capítulo de hoy!

Espero que lo hayáis disfrutado muchísimo!

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AUTORA DE: Kaori, la esfera mágica.

EDITORIAL: Ediciones Arcanas.

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