Suena por quinta vez mi alarma, intento hacer un esfuerzo para levantarme solo por que no quiero llegar tarde a mi ultimo día de clases. Pero tengo las sabanas enroscadas en mi cuerpo y me esta costando sacármela.
Uffff los gritos de mi mamá, ya empieza desde temprano.
-Alexandra Madison Smith- es mala señal que diga mi nombre completo.
Abre la puerta de mi pieza sin siquiera preguntar. Sigo de espaldas con las sabanas enroscadas. Estiro mi cuello para verla.
-Te dije que bajaras hace más de media hora.- me mira con enojo, mejor me apuro- te espero abajo.
Hago mi mayor esfuerzo para levantarme a pesar de que todavía sigo con los ojos pegados. Voy a lavarme la cara a mi baño compacto. Lo llamo así por que es pequeño, tiene bastante personalidad.
Me apuro a cambiarme, suerte que es el ultimo día de clases en el instituto por que francamente mi uniforme esta bastante estropeado.
Mientras agarro mi mochila y me dirijo a la puerta me acuerdo que hoy tenia algo importante. Pero no recuerdo que. Miro la hora en mi celular, el bastante tarde, espero llegar a comer algo por que en un rato viene a buscarme Marie. En mi bloqueo de pantalla tengo una foto de Shawn Mendes, es tan lindo, creo que en este momento podría hacer del emoticón enamorado de WhatsApp .
Para ser sincera mi fanatismo por el y los libros es lo que más se acerca a lo que yo considero la palabra amor y enamorarse.
Voy hacia la cocina y me encuentro con una gran torta con forma del libro “ a todos los chicos de los que me enamore”. Y arriba tenia una vela del numero dieciséis.
Recién ahora recordé que eso importante que tenia el día de hoy era mi cumpleaños. Es probable que se pregunten “ ¿Qué persona olvida su cumpleaños?”, una muy distraída definitivamente.
Alguien como yo.
-Taran- dice mi mamá con un tono muy divertido- suerte que te levantaste hace rato esta la torta en la mesa.
-Gracias mamá- la abrazo.
-Feliz cumpleaños hijita, espero que con dieciséis años dejes de ser tan paranoica.- ahí estaba ella, ni siquiera cuando me saluda para mi cumpleaños deja de irritarme.
-Gracias mamá. No te hubieras molestado en la torta, sabes que no me gusta que hagas gastos innecesarios.- lo digo con ironía.
-No te preocupes hija, tenemos de sobra.- y ahí esta otra vez, no entiendo por que dice de sobra, como para que no me ponga paranoica.
Mi madre se llama Christina Cooper, usa su apellido de soltera desde que se fue mi padre. Hace quince años aproximadamente. Pero hace unos días bromeo diciendo que muy pronto tendríamos las dos el mismo apellido. Lo cual es raro por que yo no pienso cambiar mi apellido al de Cooper.
Me corto una gran porción de pastel y la pongo en un bol, que luego guardo en mi mochila. Ideal para comer mientras espero a que llegue el profesor a la clase.
Pero no me aguanto probarla, así que agarro una cuchara sopera y me como un gran bocado, tanto que no puedo cerrar la boca.
-Genial, crema chantillí con dulce de leche!.-exclamo saboreando la combinación perfecta.
Mi madre esta preparándome un sándwich para que coma en el camino. Este año nos mudamos a esta casa, según ella por que la otra era muy pequeña. Pero yo no lo creo. Algo me olía muy mal. Así que hace unos meses comencé a investigar al respecto.
El trabajo de mi madre no es tan malo, tiene un puesto importante en una de las grandes empresas del pueblo. Pero aun así nos estamos dando demasiados lujos.
Encima la gota que rebalso el vaso, me cambio a un instituto privado. Donde va la gente rica del pueblo. Todavía me siento rara allí.
-Tocan la puerta ve a abrir- me ordena.
Voy a abrir y es Marie Hawkins, mi mejor amiga y esperanza para pasar un buen verano. Me invito a pasar las vacaciones con ella en su casa de verano. Todavía no le confirme si iba a ir. Pero creo que seria una buena idea para distraerme de toda la situación embarazosa que estoy pasando con mi madre.
-FELIZ CUMPLEAÑOOOOS- grita tanto que aturde mis tímpanos.
De inmediato se abalanza hacia mi y me da un fuerte abrazo.
Me intento separar de ella como puedo, me dejo doliendo los brazos.
-Gracias Marie.
-Toma esto es para ti.- me entrega dos bolsas una dice Prada y la otra Gucci. Ya me imagino todo lo que abra gastado para comprarla y me da un gran dolor de cabeza.
Le devuelvo las bolsas.
-No las puedo aceptar, no tendrías…- me interrumpe
-No importa cuando haya gastado te lo estoy regalando.- frunce el ceño.
Tomo las bolsas y le agradezco con cortesía. La observo que esta viendo de reojo hacia la torta.
-Pasa a comer torta.- entra a toda velocidad.
-¿Qué son esas bolsas?- pregunta mi madre curioseando.- déjame ver.
-Me regalo.- la señalo a Marie que se acerca a saludar a mi madre.
Mi madre le corta torta mientras abro las bolsas. Saco un gran vestido negro de una de las bolsas.
-Es hermoso.- le digo a Marie emocionada.
-Y aun no viste la otra- dice Marie levantando sus cejas de abajo para arriba, repetitivamente.