Quiero un por siempre

4. Sydney

Me desperté temprano la mañana siguiente, como de costumbre, y esperé a que Wyatt se levantara para despedirme de él y comenzar el día con energía. Pero esta vez, él llegó muy tarde la noche anterior, y salió corriendo temprano sin siquiera despedirse o detenerse a tomar algo para el desayuno. Lo comprendo, sé que su trabajo es exigente y que hay veces en que tiene que trabajar horas extra, pero me hubiera gustado despedirme de él.

Mientras preparaba el desayuno para Peyton, revisé mi teléfono y vi que había un mensaje de Carly. Ella volverá a la ciudad la próxima semana, lo cual me alegró mucho. Ya extrañaba sus maternales consejos y su actitud efusiva que despertaba un lado de mí que por lo general ignoro. Me pregunté cómo estaba Molly y su relación con Edward. Después de que dejé de trabajar en el negocio de Alex, he sabido poco de ellos. Es por eso que no podía enojarme con Wyatt, después de todo yo también me había apartado un poco de todos desde que comencé la universidad. Le respondí el mensaje ofreciéndome a ayuda a Carly para lo que necesite.

Pensé en una buena oportunidad para reunirme con mis amigas y Carly gracias al cumpleaños de Emma que sería el fin de semana. Quizá todas podríamos ir al Bar de Alex y divertirnos. En lo que comencé a pensar en esa posibilidad, de repente no esperaba sentir que quería mucho que llegara ese momento.

Vi a Peyton entrar a la cocina con la misma energía de cada mañana. Su sonrisa inocente y alegre levantaba mis ánimos. Nos teníamos para apoyarnos y ella me hacía sentir mejor, y todavía no lo sabía.

—Buenos días, lindura—la saludé cuando se sentó en su taburete personal rosado.

Ella miró por la cocina.

—Papi se quedó dormido de nuevo.

Dejé su tazón con cereal y leche en frente de ella.

—Esta mañana papá nos ganó a ambas. Se ha tenido que ir temprano al trabajo.

El rostro de Peyton se ensombreció un poco, pero no dejó de sonreírme cuando metió una cucharada de cereal en su boca. Estaba segura de que esta no era la primera vez que Peyton experimentaba una situación en la que no podía ver a su padre por el trabajo. Decidí contentarla un poco.

Después de comprobar que hoy solo tenía una clase que terminaba a las 10 de la mañana, decidí que podíamos salir de la rutina.

—¿Qué te parece si esta tarde visitamos a Wyatt en su trabajo? —le sugerí a Peyton.

Sus ojitos volvieron a iluminarse.

—¿Podemos? ¿También podemos llevarle dulces?

Asentí.

—Eso seguro que lo hará sentirse muy bien.

No sabía lo que estaba sucediendo en su trabajo, tampoco si sería una muy buena idea visitarlo de sorpresa, pero incluso si no podía recibirnos le dejaríamos los dulces. Sin embargo, conocía a Wyatt y sabía que si sabía que estábamos ahí no nos rechazaría.

Así que, aunque seguía un poco triste por la noche anterior, traté de mantener una actitud positiva. Sabía que Wyatt está trabajando duro y que nuestros horarios podían ser complicados a veces, pero eso no cambiaba mis sentimientos hacia él. Esperaba que pudiéramos pasar tiempo juntos pronto y que todo vuelva a la normalidad.

 

***

 

Salí de mis clases en la universidad y me encontré con Deisy en el pasillo. No era habitual encontrarnos ya que no estábamos en la misma facultad, así que caminé hacia ella y la sorprendí. Como era de costumbre, Deisy fue muy alegre al corresponder mi saludo, ella y su personalidad tan hermosa como su cabello. Es por lo que me sorprendí cuando me dijo que se había quedado sin el trabajo de la boutique. Así que decidimos ir a la cafetería de la universidad para conversar más.

—Él solo me dijo que haría un recorte de personal—dijo Deisy encogiéndose de hombros. Me estaba hablando de su jefe—. Fue un buen trabajo mientras duró, aunque pensé que lo tendría hasta mi graduación.

—¿Te gradúas este año?

Ella asintió, pero no parecía emocionada por eso. Lucía más bien cansada y desanimada. Me preocupé por Deisy que siempre fue la más positiva de todas. Así que, mientras tomábamos café, no pude evitar preguntarme qué había pasado entre Deisy y Taylor. Desde lo que pasó el año pasado no había conversado con él, además de que estaba todavía más ocupado con su trabajo, supe que viajó a México incluso. Pero decidí no tocar ese tema. En su lugar pensé en algo que podría animarla.

—Si necesitas un trabajo nuevo, en restaurante Edén hay una vacante.

Deisy me miró sorprendida.

—Es un milagro, es de los mejores restaurantes. Creí que ya tenía todo su personal.

—¿Recuerdas a Evelyn?

—¿Cómo hacerlo? Emma siempre la maldice cuando está ebria. ¿Trabaja con ustedes?

Me reí.

—Trabajaba con nosotros. Ha renunciado y todos estamos contentos por eso. Pero ahora hay un puesto disponible de mesera, y te prefiero a ti antes que pueda llegar otra Evelyn.

—Eso sería demasiado bueno para mí. Gracias por decirme Sydney. Necesito pagar muchas cosas y sin trabajo, se vuelve cuesta arriba—ella le dio un sorbo a su café y me miró con curiosidad—. ¿Cómo va todo con Wyatt? ¿Ya eligieron una fecha para la boda?

Miré mi café con culpabilidad.

—Tenemos algo como eso, pero aún estamos arreglando algunas cosas para que todo sea perfecto.

Deisy que siempre era muy comprensiva, asintió.

—Lo entiendo por completo, de hecho, mis padres también fueron así. Pero, ¿todo está bien entre ustedes? Eso es lo que más importa. ¿Todo bien con Peyton? 

Asentí, pensando en mis planes con Peyton de hoy.

—Peyton es una niña impresionante y muy cariñosa. No es difícil sentirse bien a su alrededor.

Deisy me dedicó una sonrisa sincera.

—Me alegro por ti, Sydney—pero en medio de su sonrisa, vi duda en sus ojos—. Pero no es todo, ¿verdad?

Mordí mi labio inferior y consideré si sería buena idea comentarle a Deisy lo que estaba ocurriéndome con Wyatt, esa sensación de que a veces, las cosas que no me quería decir se acumulaban.




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