Narra Layla Muller
Como se atreve. Viene me dice que me ama y que todo lo que hizo fue para protegerme, que se valla al infierno, cuando salgo de la sala de juntas veo a Daniel el que creía que era mi amigo, hablando con Max el también fue mi amigo en cierto punto.
-Layla, espera por favor -Me sugeta del brazo y me zafó de su agarre dándole una bofetada.
-¿De verdad eres gay? - Tenía que saber.
-No.
-Te quiero lejos de mi y de Mi hijo, me devolvere a Inglaterra
Me subo al ascensor y cuando las puertas veo a Demian que corre hacia mi dirección, pero las puertas se sierran, al parecer el destino está de mi lado.
Cuando el ascensor se habré voy a salir pero los guardias no me dejan.
-Tu no te vas de aquí Lay, no hasta que hablemos - Si voz hace que me estremezca. Su respiración golpea mi cuello, esta demasiado cerca.
-Te lo voy a decir una sola vez, te quiero lejos de mi y MI hijo
-Nuestro - Dice una vez ya estamos cara a cara
-¡Mami!
Miro hacia la dirección de Demon, quien corre hacia a mi, cuando llega a mi me abraza las piernas. Me agacho a su altura y lo cargo.
-Aléjate de Mi mami, ella es mi no tuya monstruo - No puedo evitar soltar una risa, somos el centro de atención todos están, los precentes también ríen haci su comentario.
-Wow es mi copia exacta - Susurra pero logró escucharlo.
-El no es tu hijo, es hijo de alguien mas, te fui infiel Demian. - Sonrió y me doy vuelta pero su voz me para en seco.
-Mientes, arrugas la nariz cuando mientes
Mierda
-¡Todos vuelvan a sus labores! ¡AHORA! - Demon se esconde en mi cuello, y se aferra más a mi. - Sube a mi oficina ahora y no es pregunta es una orden.
-No sigo la ordenes de nadie - Alza una ceja, y me arrastra a las malas, y el tener tacones no ayuda en nada.
-Mami no quiero que el monstruo me haga daño - Susurra Demon aun contra mi.
-Nadie te hará daño, y no soy un monstruo soy tu padre.
-Mientes mi papa, esta muerto, yo fui a su tumba.
Demian para en seco y me voltea a ver, me da una mirada de reproche. Pero que le hubiera dicho a él, a un niño de 3 años preguntando por su padre, no le puede decir el no te quiso y te abandono ¿o si?
-¿Qué?- Digo dejándolo ahí parado.
Entró a su oficina donde veo al traidor y al perrito faldero, Demon sigue aferrado a mi, esta tarareando una canción. No se cual es pero la he escuchado.
-La puerta se sierra y se que estamos los cinco en la oficina ynel tema principal es Demon y yo.
-Bien, que quieren trío de tarados -Digo una vez me siento en el sofat lejos de ellos, le paso el celular a Demon para que se entretenga.
-¿Por qué diablos le dijistes a MI hijo que su padre está muerto? - Sus mandíbula esta tensa, sus ojos solo desprenden furia.
-Por qué es verdad su padre está muerto, su padre murió el día que le dije que estaba embarazada, además es MI hijo Demian no tuyo, o te refresco la memoria
El se sirve un poco de vodka, y mira por la gran ventana que hay en su oficina, es hermosa la vista, extrañaba Londres.
Va hasta su escritorio, sigo cada movimiento, dice algo por el teléfono, y al segundo entra su ¿Secretario? Creí que habría una mujer peor veo que no.
-Entretenlo mientras nosotros hablamos - Se dirije al chino quien no está nada mal. - Demo acompaña al señor.
El chico posa su mirada en mi, y le guiño un ojo, logrando que se sonroje, luego se escucha un gruñido, y risas.
-¿Desde cuando eres un perro Demian? - Mi tono es burlon.
-Sal si no quieres quedarte sin trabajo por coquetearle a MI chica -Demanda con voz feroz, dios que sexy.
Cuando el chico sale con Demon, el se sirve otro vaso de Vodka.
-Pará tu información no soy tuya, nunca lo fui.
-Eso ni tu lo crees Lay - Mis ojos pican al escuchar el diminutivo, evitó su mirada - Mirame cuando te hable
Suelto una risa amarga, lo miró y está a tan solo unos centímetros mío, lo que más odio de todo esto es que odio no odiarlo, al verlo me di cuenta que nunca lo odie, tantas veces me lo repetí que me lo creí.
-¿Querías hablar? Pues habla que el tiempo es oror y el oro dinero, y no quiero desperdiciarlo con tan poco hombre.
Se que le dolieron mis palabras pero no lo demuestra, ha cambia, hemos cambiado el ya no es el adolescente hormonal que conocí y yo ta no soy la niñita estúpida que conocío.
-Dame una oportunidad -Pide cerca de mi.
Volteo mi cara y voy hacia su gran ventana veo Londres es hermosos no lo recordaba así.
-¿Por qué Daniel, confíe en ti y me traiciónastes? - Mi voz sale dolida y como no estarlo.
-Al principio lo hice por dinero, luego lo hice por que te cogi cariño, enserio Lala, perdón.
-Alguien muy sabio me dijo que debía perdonar para olvidar, pero se equivoco si perdono no voy a olvidar la traición - Hago una pausa y lo miro - Te perdono, los perdono por todo, pero no podré olvidar lo que me hicieron, y respecto a ti - Señaló a Demian - No te doy una oportunidad, puedes estar con Demon no te lo voy a prohibir, pero solo aléjate de mi, no me dañes mas de lo que ya has hecho.
Sus ojos se cristalizan al igual que los míos, la puerta se sierra supongo que Max y Daniel salieron de la oficina, el se acerca y yo retrocedo hasta quedar pegada al vidrio, el se esconde en mi cuello, y reparte húmedos besos.
-Basta... Demian basta -Susurro contra su oreja.
-No...no, espere seis malditos años, para ver tus hermosos ojos azules Lay, no voy a permitir que me alejes
Se ve tan vulnerable, ahora veo sus ojos, hay Dios como lo extrañe, como extrañe su voz, como lo extrañe.
-Estoy cansada Demian, ya no más, por favor déjame y se feliz
Su respiración es rápida, el me envuele entre sus brazos y yo me escondo entre su pecho y el en mi cuello, duele, duele mas que la primera vez.