Veinte y ocho

Desde ese día nos habíamos convertido oficialmente en una pareja. No sé si todo esto estaba yendo en un rumbo apresurado, mas no cabía duda de lo que estaba sintiendo.

--No sabes lo mucho que esperé para esto-- me abrazaste, pero una risa emergió de tus lindos labios, ya que también abrazabas al peluche --. Realmente cumpliste tu promesa, te quiero demasiado-- había quedado un poco perplejo ante ese detalle.

Comenzaste a besarme delicadamente haciendo que al instante olvidara eso. Mucha gente se nos quedó mirando de una forma extraña y conocía las razones, pero en ese momento sólo me importabas tú y nadie más.

--Vamos, hay mucho por seguir, la tarde aún no ha acabado-- me agarraste de la mano empujándome hacia varias atracciones.

Definitivamente este sería un día el cual recordar, aun así quedó permanecida aquella pregunta en mi mente durante todo el anochecer.