El deseo de Chigiro al descontrol.
P.v. Prismar.
Nunca se han imaginado un cuento de hadas, en que ustedes son las princesa, al bajar por esa escalera estará su príncipe ideal. Yo sí; lo imaginaba siempre que tocaba estás recepciones de mierda. Cómo siempre me llevaba una decepción, sabiendo que hay abajo siempre estaría mi padre, no me molesta bailar con él todo lo contrario. Pero qué hay de malo, pedir ese príncipe; sentir la magia al bailar, esa chispa en tu cuerpo.
Yo sí quiero, aunque los príncipes no existen y los cuento solo son eso cuentos falso y lleno de ilusión que te hace fantaciar debes en cuando. Así que suspiré; me paré al inicio de la escalera para bajar. Siempre mirando al frente con el mento arriba sientiendome arrogante. Mi mirada fue al frente encontrándome con mi padre con una sonrisa de orgullo; me desconcertó por un momento, dirigí mis ojos al final de la escalera encontradome con unos ojos ceniza carmesí, sonriéndome. Podía ver a Ryd tan adorable y guapo, en aquel trabaje elegante color negro y su corbata roja, sin querer; combinaba a la perfección con el color de mi vestido.
Me ofreció su mano, la cual tomé sin protestar evitando aquellas chipas por mi cuerpo, beso mi mano. Mientras me miraba a los ojos, con un brillo de travesura en ellos y de ellos el deseo que estremeció todo mi cuerpo. Caminamos hasta el centro de la sala el calor que emanaba de su mano me reconfortaba, la música se escuchó mientras la canción de Adele love song se escuchaba instrumental en el salón.
Una baile de salón se comenzó a desarrollarse entre mis hermanos y yo. Mi cuerpo se complementa muy bien con el de Ryd, estabamos muy bueno el calor que emanaba su cuerpo cautiva mi ser era un imán para mí.
"Es muy sexy, Prismar, lo quiero para mí."
"¿¡Donde te has metido todo este tiempo, Chigiro!?"
"En lo más oscuro de tu mente"
"No es gracioso."
"Olvídalo, ¿¡Quien es!?"
"Ryd Brown, no es tuyo; si fuera así sería nuestro"
"No me importa, es mío"
"Porque tan posesiva"
"No lo sé, es mío"
No segui escuchando ya que la música acabo y los aplausos se escucharon, me iba a separar de Ryd pero algo me lo impidió. ¿¡Pero qué!? Me aferre a él mientras el cuerpo de Ryd se tensó.
—Te vez preciosa... — el susurro de su voz, estremeció cada parte de mi ser; me iba apartar de él pero alguien me los estaba impidiendo.
—Lo siento, no soy yo.— le respondí ocultando mi rostro en su pecho.— al parecer Chigiro quere quedarse contigo.
—¿¡Chigiro...!?— su voz sonó cargada de deseó. —Prismar, se que no es el momento pero quiero decirte varias cosa... Pero tú papá me está matando con la mirada.— levanté el rostro controndome sus ojos una sonrisa en su labios.— creo que ya estoy muerto.
Levanté mi rostro hasta casi rozar su nariz, un esquisito olor agridulce me atrapó, me escondi en el hueco de su cuello. Su olor era ¿¡Mandarina!? Una de mi fruta favoritos; el aroma se fue volvió más atrayente hasta el punto de no poder seperarme.
"Agridulces... Delicioso"
—¿¡Sucede algo, Prismar!?— escuché la voz de Ryd entre cortaba no ayudaba mucho.
—Tal vez, yo pueda explicar lo que está pasando.— la voz de la mamá de Ryd se escuchaba distante.— Tus hormonas está atrallendo a su loba.
—No entiendo... Explícate — respondió mientras yo me apretaba más a Ryd.
—Las lobas, siente las hormonas que desprende los lobos, haciendo que la loba hembra entre en estado de celo; pero esto sucede entre Metas... — el silencio fue maravilloso mi mente estaba en lo bien que se siente al cuerpo de Ryd.
Su calor corporal fue embriagandome de pronto sentí mi cuerpo caliente, ¿¡O es que hacía calor!? ¿¡Pero qué mierda me está pasando!?.
"Chigiro has que esto paré, ¿¡ Pero ya!?"
"No quiero, Prismar quiero que me toque."
"¿¡Que no!? Esto no está bien, él no es nuestro Meta"
"¿¡Y !? No queremos Metas, pero...
—Mierda, no quiero ponerme con una perra que anda revolcándose con medio mundo, chigiro.— grité con frustración, apartando a Ryd de un golpe mis mejilla estaba roja mientras mi pecho subía y baja.
Esta existada, todo mi cuerpo lo sentía; salí corriendo del lugar dirigendome al jardín tracero para entras al bosque, necesitaba tranquilizarme pero como si el mundo estuviera en mi contra mi cuerpo paro de golpe antes de entrar de un todo al bosque.
—¿¡Pero qué mierda te pasa!? Este es mi cuerpo no lo puedes controlar.— grité de frustración.
"Lo tomaré prestado por un momento."
—No lo harás, no me voy acostar con Ryd ni con nadie, déjate de berrinche.— estaba enojada, frustrada y de nuevo su olor mire a mi alrededor. — Tu no te me acerque.
"Hazlo, acércate"