Los días que duro Lucas internado para Cesar y para mi fueron caóticos, no pudimos dormir imaginando que nuestro amigo se iba de este mundo, nuestra rutina consistía en ir del hotel al hospital y del hospital al hotel, en ese tiempo estoy seguro que Cesar y yo bajamos de peso, comíamos muy poco. Lucas duro cinco días internado no daba ninguna señal de mejora, eso me causaba muchísima preocupación, ahora lo que más me importaba era la salud de más que cualquier cosa. Según los médicos debía recuperarse pronto, pero eso no los decían todos los días, la verdad quería recibir una noticia diferente a que toca esperar.
La mañana número seis, Cesar y yo íbamos a ir al hospital muy temprano para que el médico nos diera el reporte de la noche, como lo habíamos hecho durante todos los días pasados, ese día me encontraba muy cansado y no sabía la razón, sentí que había dormido bien pero mi cuerpo me decía otra cosa. Mientras salíamos del hotel, Cesar recibió una llamada del hospital, Lucas acaba de despertar, nos emocionamos demasiado al escuchar esa buena noticia, saltamos de alegría en la mitad de la calle por lo que acaba de suceder. El médico le comento a Cesar que estaba un poco alterado cuando se despertó y quería arrancarse la intravenosa, que parece que lo que más lo asusto fue el tubo que tenía en la garganta, parecía que se llenó de miedo al ver que estaba solo en un hospital; no nos pareció extraño que reaccionara de esa manera, era normal que se alterara, estaba muy desorientado.
Cuando fuimos por Lucas, el medico nos comentó que tuviéramos cuidado con lo que fuera a comer, que tenía que comer siempre a las mismas horas, que lo mejor era que no fuera a sentir hambre, que tuviera mucho cuidado con las gaseosas y dulces que si los podíamos evitar seria lo mejor, si llegaba a tener otro ataque de esos no podría resistir su cuerpo nuevamente y si lo aguantaba quedaría con una falla cardiaco o incluso podría quedar como un vegetal, al escuchar eso sentí un escalofrío que recorrido mi espalda pensando en que algo malo le pasara a Lucas solo por que la diabetes mal cuidada lo podría matar.
― Por favor cuiden mucho de su amigo ahora con todas esas recomendaciones pueden entrar a verlo. ― Dijo el médico al terminar con todas las indicaciones que necesitábamos seguir para su cuidado.
― Gracias. ― Dijo Cesar entrando corriendo a la habitación. Lucas se veía un poco desalentado y cansado, era comprensible llevaba mucho tiempo mal, estaba comiendo sopa, por su expresión parecía que estaba horrible.
― Chicos. ― Dijo con muy poca fuerza y dejo caer la cuchara sobre la bandeja. ― Sam de verdad lo siento mucho. ― dijo realmente cabizbajo. ― No quería arruinar las cosas y más que todo por esta tonta enfermedad.
― ¿De qué? No tienes nada que disculparte. ― negué con la cabeza. ― Esto no es tu culpa.
― Por mi culpa hemos perdido mucho tiempo, debí cuidarme más de verdad fui muy descuidado conmigo, de verdad chicos lo lamento demasiado.
― ¡Hey! ― le dije sentándome a su lado. ― No tienes que preocuparte de nada. ― Lo abrace muy suave estaba muy débil y no quería hacerle daño. ― Creo que lo mejor es que regresemos a casa, necesitas estar bien y descansar.
― No Sam. ― Refuto Lucas. ― Nosotros vinimos aquí y tenemos que cumplir sea para bien o para mal, pero tenemos que finalizarlo, no vas a dejar a medias todo esto que has hecho, este viaje lo hemos estado haciendo por ti es cierto, pero también nos hemos llegado a divertir, no lo vamos a dejar inconcluso.
― Estoy de acuerdo con Lucas, iniciamos esto lo vamos a terminar así tengamos que recorrer todo el país, igual ya acordamos que iremos con más tranquilidad y conoceremos más cosas no tan afanados y lo más importantes es que nos divertiremos.
― De acuerdo, pero ahora seremos más responsables y seguiremos todas las indicaciones del médico. ― mis amigos aceptaron, aunque Lucas no estaba muy contento con lo que acaba de decir, pero no quisiera arriesgarlo más a que tenga que pasar por esa situación.
Nos quedamos dos días más para que Lucas descansara y pudiéramos seguir a Phoenix, no estaba muy convencido si iba a poder aguantar las seis horas restantes para llegar allá. Pero esta vez no podía faltar comida en el auto, compramos lo necesario para que a Lucas no le fuera a dar ni un poco de hambre mientras estábamos en la carretera, cuando por fin tuvimos todas las cosas listas en el auto y me prepare para manejar, pero me sentía muy inseguro.
― A las dos horas nos detendremos a comer algo. ― Dije mirando a Lucas muy seguro así hubiera comida en el auto era mejor detenernos, comer, hacer nuestras necesidades fisiológicas y que se revisara la glucosa si estaba mal, iríamos directamente a un hospital.
― Bueno Sam, pero tienes que tranquilizarte. ― Lucas golpeo mi hombro. ― Igual compramos mucha comida dentro del auto, no te preocupes, más bien ¡Vámonos! Que hemos perdido casi una semana y debemos recuperarla. ― iniciamos nuestro viaje en carretera, si todo salía bien llegaríamos en seis horas, me sentía muy consternado con la ruta, pero esperaba que todo fuera a salir bien de verdad era lo que me más esperaba.
Estaba tan distraído que casi nos accidentamos dos veces, no estaba concentrado en lo que estaba haciendo, la segunda vez Cesar opto por conducir, yo no me encontraba muy bien como para hacerlo; no sabía que me estaba pasando pero era mejor que mi amigo condujera lo que nos faltaba, me ubique en la parte trasera; el trayecto prosiguió; Lucas y Cesar iban hablando algo sobre autos y motos, la verdad no le preste mucha atención, baje la ventana y saque un poco la cabeza para poder sentir el viento en mi rostro. No me gustaba mucho quedarme pensando en las cosas por un largo periodo de tiempo, pero era imposible que mi mente no divagara y más si no estaba hablando con mis amigos, solo me quedaba ver por la ventana el paisaje.
En eso me puse a imaginar si las cosas Cathy con hubieran sido diferentes, lo que una vez Lucas me dijo tenía sentido, ella realmente no me exigía mucho solo lo que cualquier persona quiere en una relación, atención, mimos, buenos tratos y sentirse única