Red de amor

Capítulo 53

En cuanto llegamos a la sala de espera puedo ver a los padres de Lizzy y a Joseph demasiado angustiados y petrificados con la situación, en cuanto Joseph me ve me abraza sin permiso, devuelvo el gesto y el de quiebra llorando, no puedo ni si quiera imaginar lo que está sintiendo.

— todo saldrá bien, estoy segura. Lizzy es muy fuerte. — él se aleja y asienta con su cabeza alejándose y lograr calmarse a una esquina. — ¿ya saben algo? — les pregunto a mis padres de Lizzy.

— No sabemos nada de ella aún — musita Sonia con su voz levemente quebrada, suelto un pequeño suspiro y no sé qué esperar, la situación se está tornando tensa y difícil para Joseph, aún no hay señales de Thiago, espero este bien y no tenga dificultad en llegar lo más rápido.

El tiempo transcurrir y se vuelve en minutos, en ese momento un doctor se acerca a nosotros preguntando quienes eran los familiares de Lizzy, en ese momento todos nos ponemos de pie, ansiosos por escuchar las noticas que trae, antes de que él pudiera decir algo Thiago entra en la sala, buscándome con la mirada desesperadamente, se acerca hasta mí y me da un pequeño beso en la frente.

— No son buenas noticias — empieza hablando.

— ¿qué es lo que sucede doctor? — pregunta Jason padre de Lizzy, mi corazón no para de latir tan rapido, me moriría si algo le pasara a Lizzy y a su bebe, siento como los brazos de Thiago me atraen gata su cuerpo sintiendo su calidez y su protección completa.

— El golpe que recibió Lizzy, lastimo levemente la columna — comenta.

— ¿cómo está mi hijo? — cuestiona desesperadamente. — ¡dígame maldición! — exclama, la postura del doctor cambia inmediatamente y puedo notar la preocupación reflejada en su rostro.

— es necesario que él bebe salga. Es por eso que someteremos a Lizzy a una cesaría — dice viendo a Joseph mientras él se lleva ambas manos desesperadamente por su cabello.

— ¡haga lo que sea por favor! — suplica acercándose al doctor.

— quiero informales que es riesgoso en estos momentos por la situación de Lizzy. No quiero decirte esto, pero es mi trabajo. — realiza una pequeña pausa. — es muy probable que se complique el parto y no podemos dar seguridad si ambos..., vivirán. — jadeo con fuerza quedándome con la nuca seca, ¿cómo que no podrán vivir ambos?, el grito desgarrador de Joseph junto con los sollozos de la madre de Lizzy son indescriptible. El dolor de mi pecho se intensifica con cada lágrima que salen por mis ojos, esto no puede estar pasando, me aferro a mi esposo mientras él me abraza con intensidad, sé que a él le afecta, puedo sentir su respiración pesada, elevó mi rostro y puedo notar como una lágrima se desliza por su mejilla.

— ¡CÓMO QUE NO SOBREVIVIRÁN  MALDITA SEA! — grita Joseph entre lágrimas, cubro mi boca con mi mano evitando que un sollozo se escape de mi boca.

— tranquilícese, no he terminado. Si algo llegara a suceder, necesito que me indique..., a ¿cuál de los dos salvaría? — cuestiona el doctor, arrugo mi frente.

— ¡VAYA FORMA DE DAR UNA MALDITA SOLUCIÓN! — brama con fuerza, Thiago se despega de mi levemente para tratar de calmar a Joseph.

— ¡cálmate, Joseph! — habla Thiago con su voz áspera y firme.

— ¡como mierda quieres que lo haga! — gruñe. — ¡tengo que escoger entre la vida de mi novia y mi hijo! — farfulle con fuerza.

— Esto no puede estar pasando — mi voz sale quebrada gracias a las lágrimas que nublan mis ojos. — No a Lizzy — murmuró con desesperación. — ¡debe hacer algo para salvarlos, maldición! — elevó mi voz llamando la atención de todos, me acerco al doctor y le suplico que trataré de salvar a ambos, Lizzy no podría vivir sin saber qué fue a ella a quien escogieron, pero no podría vivir sin mi mejor amiga. — Por favor, haga lo que sea por salvarlos a ambos — logró decir entre lágrimas, las cálidas manos de mi esposo se pisan en mis hombros.

— amor — murmura, acariciando mis hombros, las fuerzas poco a poco se van de mi cuerpo y es que el solo hecho de pensar que Lizzy puede morir junto con su pequeño primogénito es algo que no termino de lograr aceptar, todos dicen cálmense, pero la magnitud de la situación es trágica, puede llegar hacerlo, siento que el aire me está haciendo mucha falta, las piernas están flaqueando y no puedo ni siquiera moverme, hasta que de repente todo empieza a verse borroso, escucho a lo lejos las voces, hasta que las oscuridad llega aparecer. 

Logró abrir mis ojos con dificultad logrando adaptarme a la luz blanca de la habitación, lo primero que mis ojos captan es a Thiago puedo notar de inmediato que tengo mi cabeza en sus piernas logrando ver su pequeña manaza en su cuello como se nieve mientras habla, puedo escuchar cómo alguien le dice que estoy finalmente despierta, sus ojos me ven con tranquilidad y me abraza con fuerza.

— ¡gracias al cielo estás bien! — murmura con alivio. — me asustaste. — besa mis labios con ternura.

— ¿qué ocurrió? — logró sentarme con dificultad.

— te desmayaste, hace..., una hora. — comenta. ¿Cómo es posible que me haya desmayado tanto tiempo?, pero las preguntas sobre la salud de Lizzy es lo primero que golpea mi mente, ¿qué ocurrió en esa hora?

— ¿qué pasó con Lizzy? — pregunto con cierto temor, me levanto con cuidado para no caerme y me pongo de pie. — ¡alguien diga maldita sean! — exclamó con desesperación en cuanto veo que cruzan miradas entre sí. — ¿Thiago que ocurre? — me atrevo a preguntarle, temiendo por la respuesta.



#24609 en Otros
#3707 en Humor
#37657 en Novela romántica
#6145 en Chick lit

En el texto hay: novela romántica, amistad, novelacontemporanea

Editado: 12.09.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.