—¿Qué opinas, Aisha?
—No entiendo la insistencia de nuestros padres. Comprendo que quieran recuperarte, por así decirlo, pero no entiendo el motivo de su desesperación.
—Guillermo siempre ha sido el hombre ejemplar, el abogado ejemplar, el padre y esposo ejemplar. Asumo que quiere que siga su legado.
—Hubiera sido mejor persona y quizás habrías seguido su legado. Me parece bien que te quites el apellido, eso les dejará claro que tu decisión es definitiva. Yo haré lo mismo. Quiero dejar de ser su hija, pero no tu hermana.
Dibujo una sonrisa.
—Más te vale. No te puedes deshacer de mí.
—No tengo intención. Sigue ignorándolos, has los trámites para el cambio de apellido y deja que todo tome su lugar.
—Gracias.
—¿Cómo van las cosas con mi cuñada y mi nueva sobrina?
—No es tu cuñada todavía y no tienes sobrina.
—¿Por qué no lo es todavía?
—Porque no quiere ser mi novia. Ya te dije, la información que obtuvo en Boston sobre nuestra familia y mi ex prometida le provocó inseguridad y quiere ir con calma. Eso es lo que dijo.
—¿Tú crees que hay algo más?
—No sé. Ha estado hablando mucho de lo que extraña su pueblo, de lo cansada que está de la ciudad y creo que se escribe con el exnovio.
—Oh, no, no vayas por el camino de los celos y de las inseguridades. Es normal que se canse de la ciudad, más ahora que está en proceso de adopción de una niña. Y en cuanto a lo del exnovio, hay muchas personas que tienen buena relación con sus ex y no sucede nada entre ellos.
»No conozco a Molly, pero por lo que me has hablado de ella, asumo que es una mujer de sincera y de principios que sería incapaz de estar contigo queriendo estar con otro.
—Tal vez no está con él ahora. Irá para su pueblo en cuanto el juicio de los Mitchell finalice y luego de la masacre de ayer, es posible que hoy decidan llegar a un acuerdo y Molly quede libre.
—Si no confías en ella, puede que no deberías estar con ella. Posiblemente, ella ya haya notado tus inseguridades y eso le genera inseguridad a ella.
—Nunca sentí lo que siento por ella y tampoco tuve tanto miedo de perder a alguien.
—Analizas todo demasiado. No pienses tanto, vive, disfruta y confía en ella, solo así lograrás que siga a tu lado, de lo contrario la vas a perder y será solo tu culpa.
—Gracias por los ánimos.
—Para eso estoy y ya debo colgar. Tengo cirugía. Déjale mis saludos a mi cuñada y hablamos pronto.
Finalizo la llamada y suelto un suspiro.
Debo escuchar a mi hermana, es muy sabia y da buenos consejos.
No quiero ser celoso, tampoco ser inseguro, solo que no puedo evitarlo y quizás necesite trabajar en ello. Buscar la base de mi inseguridad y el miedo a la perdida a la perdida para buscar la forma de resolverlo.
Ser testigo de la evolución de Rachel gracias al apoyo de Molly y de la psicóloga, me da a pensar que es justo lo que necesito.
Ben entra recordando que tenemos la audiencia con los Mitchell, me levanto del sofá, agarro mis cosas y decido ir a buscar a Molly.
Espero que hoy las cosas estén calmadas.
Ayer el señor Mitchell presentó fotos de la infidelidad de su esposa con el chofer y otros hombres e intento dar lástima al juez con su argumento de la impotencia que le generó depresión y las infidelidades fueron peores.
La máscara se cayó en cuanto presentamos las pruebas, desmintiendo su impotencia y fotos con su amante, no como voyerista.
La pareja se empezó a insultar, el juez puso orden y dijo que debía estudiar el caso programando una audiencia para hoy.
Molly y yo hablamos con Jake y Loyal para acordar un trato, pero dijeron que no querían uno, así que la palabra final la tiene el juez.
Veremos que dice.
Me detengo en la oficina de Molly, la puerta está entreabierta y levanto la mano para golpear, la dejo caer en cuanto escucho a Molly decir el nombre de su ex.
—Claro que lo recuerdo, Cody, casi nos arrestan. Me castigaron una semana—ríe—. Y luego otra semana más cuando descubrieron que trepabas la pared hasta mi habitación.
«Tom, recuerdo lo que dijo Aisha. Hay personas que tienen buena relación con sus ex. No se están diciendo que se quieren, solo recordando momentos compartidos».
Igual lo detesto.
Levanto la mano y golpeo, Molly me dice que entre y eso hago.
—Hora de audiencia.
—Ya debo irme. Nos vemos la próxima semana. Saludos a tus padres.
Molly finaliza la llamada, agarra su bolso y caminamos juntos hasta la salida. Yo intento controlar mis celos.
—¿Irás a tu pueblo?
—Sí. Estoy casi segura de que hoy el juez terminará con la disputa Mitchell y Madeleine me dará buenas noticias con respecto a la adopción de Rachel mañana y luego hablaré con ella con respecto a eso y el viaje. Le prometí que la llevaría a la playa y mi familia se muere por conocerla.