Regalame Un Beso

Capítulo 2: Conociendo a Mina White

Meses Antes

MIGUEL (MIKE)

—¿Estas completamente seguro de lo que estas diciendo?— Pregunté temiendo de la respuesta, aún creía  que sólo se trataba de un sueño.

—Claro que si, yo mismo ví los resultados, dijeron que habías sido aceptado— Jerry me miró con una sonrisa en el rostro reflejando nada más que puro orgullo — hubieras visto la cara de los demás, estaban bien molestos ya que no pudieron vencerte.

—Lo siento por ellos, pero —hice un tono de superioridad— el mejor siempre gana.

—¡No seas ridículo!— Jerry me lanzó un cojín, gracias a mis buenos reflejos logré esquivarlo, lástima que él no tuvo la misma suerte cuando se lo regresé ya que perdió el equilibrio y cayó al suelo.

Ver a Jerry ahí tirado me hizó recordar todo lo que he vivido junto a  él, para que se entienda mejor contaré la historia desde el principio.

Mi padre (Edward Black) se casó a la edad de 20 años con Sandra (madre de Jerry) hasta donde tengo entendido se amaban mucho pero ella perdió la batalla contra el cáncer cuando Jerry tenía tan sólo seis años, mi padre se centro en su trabajo, el era un gran abogado, uno de los más reconocidos, aunque no dejó de lado a su pequeño Jerry, siempre que podían salían de vacaciones fuera del país y en una de esas ocasiones para el cumpleaños número nueve de Jerry viajaron a México, al DF para ser más exactos, ahí paseando por el zoológico de Chapultepec conoció a Marisa la chica encargada de cuidar a los leones, a mi papá le llamó la atención la valentía de esa chica para estar cerca de esos animales tan hermosos cómo peligrosos, entre ellos surgió algo que algunos llaman "amor a primera vista", luego de salir unas cuantas veces Jerry ya se había encariñado con Marisa pero él no era el único ya que ella sentía lo mismo por los dos Black, Edward no lo pensó mucho y le propuso matrimonio a Marisa, ella aceptó y se mudó a New York con su nueva familia, un año después llegué yo, mi mamá me llamó Miguel cómo su papá a quien nunca conocí pues ya había fallecido, eramos una familia feliz, no había día que no lo fuera, claro hasta ese maldito día, una noche mis padres regresaban de una función de teatro y un borracho desgraciado se estrelló contra ellos haciendo que murieran al instante, el asesino ese también murió pero aun siento un gran rencor hacia ese tipo que nunca conocí, lo único que supe de ese tipo es que tenía una esposa y una hija.

Luego de la muerte de mis padres Jerry fue quien se hizo cargo de mi, con tan solo 18 años me cuido bastante bien, a él lo considero como un segundo padre, hermano, amigo, confidente y lo admiro pues no es fácil cuidar a un niño de ocho años como él lo hizo.

Pudimos sobrevivir gracias a la herencia de nuestros padres pero no somos ricos, ahora Jerry trabaja para poder seguir estables es por eso que quise contribuir e hice un examen para obtener una beca completa en North Western High School, y así ayudar a mi hermano.

Cada año este colegio realiza un exámen y quien obtenga el puntaje mas alto será becado completamente.

Una nueva vida me esperaba, había sido admitido en una de las mejores escuelas del país mi vida no podría ir mejor.

•••

Días después

El momento había llegado, en unas horas pisaría mi nuevo colegio, aunque sólo sera mi último año pues antes estaba en otro colegio que no era de alto rango.

Me levanté temprano ya que la noche anterior ni siquiera pude dormir debido a los nervios, tomé un baño bastante relajante mientras escuchaba "Reality", no pude evitar cantar «Dreams are my reality the only kind of real fantasy» 

—¡Callate! ¿Quien te dijo que cantabas?— Ese era Jerry a quien seguramente había despertado con mi hermosa voz.— Porque esa persona es una mentirosa.

—La misma persona que dice que eres guapo— Ya no me respondió, simplemente emitió una gran carcajada.

Salí del baño, me vestí con mi nuevo uniforme, era un saco color gris claro, pantalón negro, una camisa blanca y una corbata de rayas negras y vino.
Salí de casa sin desayunar ya que no me apetece comer tan temprano, cuando llegué di un pequeño recorrido por la escuela, era realmente enorme y hermosa, lo que más llamó mi atención fue una pequeña fuente que estaba en el jardín, sin duda ese sería mi lugar favorito, decidí ir a la cafetería por un café y cuando entré me topé con una escena que me produjo mucho coraje, odio las injusticias y lo que mis ojos veían era una de ellas.

Había un circulo de estudiantes todos se estaban riendo y esque tres chicas, una pelinegra, otra castaña y una pelirroja, burlándose de otra que estaba en el piso con la cabeza llena de lo que parecía ser licuado de fresa, no me podía quedar de brazos cruzados, estaba por dar un paso al frente cuando alguien me tomó del brazo, volteé y era una chica rubia.




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