CAPITULO 44
ANDRÉS HERRERA:
No sé cómo es que tengo a gente tan inoportuna que no me deja disfrutar de los buenos y pequeños momento que estoy teniendo con mi mujer después de varios años, porque si, es mi mujer.
–Andrés, tienes una junta con Fa… –Isa se detiene al ver quien se encuentra aquí y yo la fulmino
–Isabella, la próxima vez toca
–Si, perdón
Y de la nada entra el idiota de Fabriccio Urssiani, no sé para qué le digo que nos veamos en un lugar si hace lo que se le pega la gana.
–Oye, si quedamos en una hora es, una, hora, no un minuto más ni un minuto menos
–Estaba en algo importante
–Ya veo –analiza a Ale de arriba abajo –veo que por fin me conseguiste una modelo
–No, ella no es modelo
–¿No? Pero si es perfecta para el comercial de joyería –toma su mentón y lo eleva –pero mira ese cuello, esas curvas, sus ojos que son tan… –suspira dramáticamente –me encantas cariño, quien quiera que seas te quiero en mi comercial si o si
Y cuando Fabriccio dice algo, ese algo se cumple porque no hay quien lo saque de sus malditas ideas.
–Hola mucho gusto, soy Alessandra ammm… su –no supo que decir
–Mi esposa –me miro sorprendida –y si bajas la voz despertaras a mi hija
–¿HIJA? –dice alto haciendo que Stella se levantara
–¿Mami? –corre a los brazos de Ale
–No. Puedo. Creerlo –toma la barbilla de mi hija –es demasiado hermosísima, mi querido Andrés, digna hija tuya
–Gracias, pero suéltala que la asustas –le retiro su mano de mala gana
–Disculpen la junta de…
–Olvida la junta, niña –nos ve a los tres y ya sé lo que se viene –ustedes me gustan para un proyecto en el que trabajo
–¿Qué proyecto? Que yo sepa solo tienes unos cuantos conmigo
–Ay mi vida, yo también tengo mis cositas y creo que te incluiré con todo e hija
–¿De que habla? –me susurra Ale al oído
–Los necesito para un cortometraje que hare a las afueras de la ciudad
–No creo que… –comienza Ale, pero es interrumpida por Fabriccio
–Piénsalo reina, y sobre la joyería solo tienes dos opciones, si o si, eres perfecta, tu tono de piel es… uff y tus ojos gatubelos que hipnotizan, mientras muestras tu curvilíneo cuerpo posando todas las joyas posibles y por existir
–Lo pensaré –da una sonrisa forzada
–Piénsalo bien, que es un gran proyecto para la empresa de tu esposo, ciaobello, nos vemos dentro de una semana con mi modelo lista para grabar
–Pero la junta... –dice Isabella
–Ya fue, aquí y ahora –sale de la oficina dejándonos atónitos
Isabella mira a Alessandra con pizca de… no sé si es desprecio, descontento o intrigada del porque está aquí, pero no me gusta. Se da cuenta de cómo la miro y sale de inmediato cerrando la puerta.
–No quiero estar en el comercial, ni siquiera soy modelo –me dice Ale
–¿Qué te parece esta idea? Tú me ayudas con este proyecto y yo te ayudo con él tuyo sin cobrarte nada
–¿Y tú si me pagaras?
–Por supuesto, a mi manera obviamente
–Está bien –suelta un suspiro –nosotras nos vamos, te vemos en casa, despídete de tu padre Stella
–Adiós papi, me gusto verte –la tomo en brazos –ah tengo una sorpresa para ti
Baja de mis brazos corriendo a su mochila y saca una hoja, corre de nuevo a mi mostrándomelo y las ganas de llorar se notan rápido.
–Somos tú, yo, mami y papi Emir –me sonríe mostrando sus dientes
Que me considere ya parte de ella es lo que me gusta, ya ni siquiera odio que Emir este ahí, se lo gano, pero que yo este junto a ella es demasiado lindo para mi corazón.
–¿No te gustó?
–Claro que sí, mi florecita, esta perfecto, ¿me lo puedo quedar?
–SII, prometo hacerte muchos, muchos
–Gracias –la abrazo de nuevo
Después de eso, se fueron. Me emociona tanto el que estaremos los tres juntos conviviendo de la manera más completa que puede existir, creo que debo de ir a casa por unos cuantos cambios de ropa por el tiempo que estaré con ellas.
–Isabella, necesito ir al hotel por ropa, cancela las últimas dos sesiones que tenía y pásalas para el día de mañana a primera hora