Capítulo 14 | De vuelto al martirio.

Esta es una de las mejores que escribí, cualquier duda un comentario y una estrella me alegrarían.

Miércoles 17 de Octubre del 2018— 22:09.

La oscuridad apareció frente a sus ojos, no sentía rastro alguna de otra persona, la soledad junto con el silencio del lugar lo hizo sentir un escalofrío que recorrió todo su cuerpo. El aire frío que pasaba por su cuerpo lo refrescaba tanto que fue allí donde se dio cuenta de su condición física, las gotas de sudor que emanaban de su frente junto con su respiración agitada lo hicieron deducir que hace poco tiempo había hecho alguna actividad física.

—Guh...

Tratando de respirar adecuadamente intentó recordar a qué día volvió o si es que seguía con Blacker cerca junto con los oficiales que estaban a punto de entrar. En medio de sus pensamientos sintió como su mano derecha ardía, el calor lo estaba haciendo pensar en otras cosas y verificando que era lo que había pasado se percató que sus dedos sangraban.

—¿S-Sangre...?

El líquido caliente que fluía por sus dedos y se caía en el suelo lo petrificó durante un par de segundos, tiempo en el que se dio cuenta de la fecha en la que viajó, no eran días, semanas o años, solo fueron a lo más, 5 minutos que retrocedió. Al parecer, teclear varias veces no le sirvió en nada, por lo que solo podía confiar en su suerte y nuevamente intentar retroceder en el tiempo. Sin embargo, al tener a Blacker allí era un obstáculo difícil de superar. Moviendo rápido su cuerpo, se agachó y buscó desesperado cierto objeto. Ideas le llegaban a su cabeza, ideas sobre quién pudo haber robado aquel objeto, mientras se maldecía por no haberlo previsto. Todo encajaba, al fin y al cabo.

¡¡Blacker fue el que mató a todos!!

— ¿Dónde—

Interrumpiendo lo que murmuraba, un cuchillo pasó cerca de la cara de Dylan, eso provocó que un ligero corte raspara su mejilla derecha.

—Así que fallé.

Esa voz era reconocible, él sabía de quien era, la ira empezó a consumir su cabeza; sin embargo, ese no fue el único sentimiento, más que odio, él sentía miedo.

Blacker quería matar a Dylan.

—N-no....B-Blacker... ¿por qué haces esto?

Con una voz ligera y con rencor, Dylan pronunció esas palabras mientras veía de donde podría venir la respuesta de Blacker. Eso sería importante ya que sabiendo de donde provenía su voz podía ocultarse de él.

—No cumpliste el trato.

La respuesta no tardó en ser mencionada, y con ello, el lugar de donde venía. El pasadizo del segundo piso fue el lugar donde se encontraba tal sujeto.

— ¡Yo lo cumplí! ¡Te lo aseguro!

—...

Un silencio aterrador y misterioso reinó en el lugar, durante unos segundos no se oyó nada, esa era la respuesta de Blacker hacia Dylan. Sin embargo, eso fue interrumpido por una melodía que le llegó rápido a los oídos, poco a poco se intensificaba más, las sirenas de los policías aumentaban muy rápido.

¡¿Ya llegaron?! ¡¡Maldita sea!!

Tranquilizando su respiración, se movió rápidamente por su cama e intentó ocultarse por una montaña de ropa que estaba al lado de su cama, pero cuando se iba a meter allí sintió una pieza rectangular de metal en el lugar. Confundido y molesto por ello, agarró el objeto y justo antes de que lo dejara en otra parte se percató que en la base de dicho objeto luces rojas titeaban en son con las sirenas de los policías. Girando dicho objeto formó una sonrisa infantil en su rostro y río para sí mismo en su mente. El『Reloj del tiempo』volvió a aparecer por sorpresa en su cuarto. Aunque estaba confundido si es que ese era el mismo lugar donde lo encontró en la repetición pasada o no, pero sin tomarle importancia y con la rapidez del caso, presionó los botones que podía ver con lo que podía.

Sin embargo, el『Reloj del tiempo』no funcionó.

¿Eh? N-no molestes...

Intentándolo una vez más, Dylan tecleó otra fecha, y presionó los mismos botones de siempre, el de『Allez!』y『Revenir』, pero era la misma respuesta de antes; el artefacto no emitió sonido alguno. El miedo y la angustia volvían a apoderarse de su cuerpo, sus manos temblaban cada vez más, gotas frías de sudor caían de su frente y los latidos de su corazón aceleraban su ritmo cardíaco. No sabía en qué pensar, no entendía el por qué justo en ese lugar no podía volver en el tiempo, su mente cada vez se volvía oscuro hasta el punto de no escuchar nada ni ver nada. Antes de que Dylan llegara a tal punto, un cuchillo voló cerca de su rostro, aunque no lo tocó, formó otra línea en su cachete de la cual salía desprendía sangre en pequeñas cantidades.

¿Hum...?

Probablemente por la desesperación que sentía su cuerpo pudo ver varias cosas en su mente, desde las discusiones en su salón, la traición de sus supuesto amigos y la muerte de todas las personas que él quería. Las lagrimas que emergían de sus ojos bajaban por sus mejillas y caían en el suelo, el『Reloj del tiempo』estaba a su lado y sería su solución si es que no se hubiera averiado. Cuando dejó de lado esas imágenes vio en la puerta de su cuarto una figura grande, estaba parada en la puerta y no hacía movimiento alguno, a pesar de que sus ojos se habían familiarizado a la oscuridad, no pudo saber de quién era.

¿Acaso?

Antes de que sus sospechas fueran a su mente, una luz iluminó parte del pasadizo y con ello a la persona que estaba en la puerta. Sin emitir expresión alguna, vio a Blacker mirándolo fijamente, a pesar de que poseía una mascara muy rara, pudo sentir lo filoso y rencoroso que era el solo mirarlo. Estando en eso, Dylan se dio cuenta que la luz provenía del cuarto de Mateo y no era luz, sino un televisor lo que se había prendido.

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