Capítulo 19 | Enemigo camuflado.

Domingo 14 de Octubre del 2018— 10:27.

El cielo se despejó luego del nubloso clima mañanero, los rayos solares y el caluroso clima empezaron a quemar las calles, cosas y personas que caminaban por el lugar. Dylan no fue capaz de evitarlo, aun cuando se hallaba dentro de un taxi con aire acondicionado.

Mientras él sudaba, se sacó la mochila que traía puesta y revisando su contenido verificó que el『Reloj del tiempo』se encontraba en su lugar, nadie lo había movido o quitado. Paranoias que él pensó tras lo sucedido, además de que Blacker hirió a Isabella antes del día esperado. Teorías iban y venían a su cabeza, pero creía de alguna manera a Lorena, la cual pocas veces mentía, al fin y al cabo, era la delegada del salón.

¿Qué rayos está pasando ahora...?

Teniendo en mente algunas medidas contra Blacker, se percató que se encontraba cerca del hospital, por lo que llamó a Lorena y decirle su ubicación.

De esa manera, él llegó al punto de encuentro.

Bajando del taxi y procediendo a pagar el monto, la vio. Lorena la estaba esperando en una calle de doble sentido adyacente al hospital, la puerta principal de este estaba a unas 4 cuadras y el lugar en sí, era medio silencioso y tranquilo.

Ella estaba vestida con una polera azul con una falda negra, no se veía para nada igual en comparación a como era en el salón, Dylan la sentía algo sensual; sin embargo, esa sensación fue derrumbada cuando vio su rostro.

Un rostro totalmente triste e indiferente. Dylan no sabía qué decirle, si lo que ella decía era cierto, esta sería su única oportunidad para que o lleguen a un acuerdo o a una pelea. Obviando eso por un momento, fue directo a su ubicación.

—Lorena, llegué.

— ¡Dylan! ¡Y-yo! Y-yo...no...

Ella miró a Dylan mientras que sus manos las dirigió a sus labios, pequeñas lágrimas que caían de sus ojos indicaban lo delicada y triste que se sentía. Él no creía que de un día para otro las cosas llegaran a empeorar tanto, lo único que sí nunca se olvidaría era la fecha en la que murió Isabella en los bucles pasados, el cual era el lunes 15 de octubre. Por eso mismo, Dylan suponía que esa era la fecha de su deceso.

—Está bien Lorena, no es tu culpa.

— ¡Pero me advertiste y no hice caso!

Sin esperar lo que siguiera, Lorena negó las palabras de Dylan moviendo su cabeza de derecha a izquierda.

—Lorena, yo nunca te llamé. Esa es la verdad, dime, ¿cuándo y donde fue?

— ¿Eh...? ¿Qué estás diciendo? ¡Me llamaste! ¡Escuché tu voz!

Mostrando un rostro confundido a la declaración de Dylan, Lorena se alejó de él hasta que chocó con un poste.

—No fui yo, fíjate en el número, no es el mío.

—Me habías dicho que estabas sin saldo y no podías llamar, por eso estabas en un teléfono público, ¿aquello también fue mentira? No entiendo nada... ¿Quién es Blacker?

Las dudas que poseía Dylan al inicio se iban disipando, si bien era cierto que lo primordial para él era salvar a Isabella y Francisco, eso no implicaba que los demás sean sacrificios. Además, con la noticia de que Isabella fue baleada por Blacker generó entre ambos una guerra que solo ellos entendían.

Quien conseguía más aliados sería el que probablemente gane.

—Tengo que decirte algo.

Él tras una difícil decisión llegó a un acuerdo consigo mismo, algo que posiblemente se vaya a arrepentir con el tiempo, pero que iba a ser necesario. Dylan les contaría a todos sobre el『Reloj del tiempo』y Blacker, además que también les dirá sobre todas las muertes que sucedieron en los bucles que participó.

Tengo que cuidar bien el『Reloj del tiempo』para poder reiniciar o recuperar lo que suceda en algún futuro. Y si eso implica llevarlo a cualquier lado, lo haré.

— ¿De qué? No entiendo....

Terminando de cavilar sobre lo que haría vio a una Lorena mirándolo con unos ojos dulces, unos que pedían protección y cariño.

—T-Te lo explicaré cuando Isabella este bien, no te preocupes por eso.

Tras ser confundido por aquella mirada giró su cabeza y suspiró intranquilo.

—Pero ¿y si ella no....? ¡Dylan! —acercándose bruscamente Lorena lo abrazó y con lagrimas que no supo de donde salieron ella gritó—. ¡¿Y si no sobrevive?! ¡Solo tenía que cuidarla! Ella...ella, ¡fue mi culpa! ¡M-mi...mal-maldita culpa!

Los sollozos de Lorena se intensificaban con cada segundo que transcurría, Dylan entendía su sufrimiento, no poder salvar la vida de la persona que te habían dicho que cuidaras, era algo que, a pesar de haber sido avisado, no podía detener. El flujo del destino era cruel en ese sentido, y fue por esa misma razón que se rindió.

Sin embargo, las cosas que ahora sucedían eran totalmente inesperadas. Junto con la nueva aparición de Blacker y la tentativo de homicidio de Isabella, estar preparado era la mejor opción de enfrentarlo. Para eso, Dylan entendía que Lorena debería de aceptar la posible muerte de Isabella y así, también los viajes en el tiempo.

—No es tu culpa Lorena, ella estará bien. Conozco a un medico de allí y es posible que nos ayude con lo que le sucedió a Isabella, por eso ella estará bien, ¿sí?

Dylan sentía asco. La sonrisa que le mostraba a Lorena para poder calmarla era la que el mismo Dylan odiaba con toda su alma. Las mentiras se iban aglomerando con cada reinicio que él realizaba. Pero eso mismo le dio las fuerzas para ocultar su odio a la falsedad y así, seguir con sus planes.

—G-gracias...puede que se recupere...sí, y disculpa.

Junto con sus palabras de agradecimiento, Lorena sonrió un poco y se alejó de Dylan, tomándose un ligero respiro. Dylan solo asintió y buscaba alguna idea para enfrentar a Blacker y también a quienes le diría sobre los viajes en el tiempo.

—¿Dylan?

La mente de Dylan ya se encontraba en un lugar místico, solo sus propios pensamientos estaban guardados allí unidos con los recuerdos de Dylan; era su propia guarida mental. Sin embargo, un nombre disipó su raciocinio.