Destellos que dejo, pequeños fragmentos de realidad, espera para atacar.
Caminos con muchas señales, señales que dispersas por pensar demás.
Destino que siempre está, jugada preparada, tiempo que traza el plano que quieres manchar.
Fuertes son los golpes, declive que muestras, colisión que te trae de vuelta a la realidad.
Como dije al principio, fragmentos de una vida que demuestra que nada está escrito, siempre rompemos los moldes que nos ponen.
Sociedad llena de una fachada muy concurrida, predecible para atacar al que está dispuesto a demostrar.