El día que conoció a Messi

Ya entrado a la secundaria sus mentiras fueron creciendo tanto como el, acostumbrado a la impunidad alcanzada de chico, de grande "tomaba carrera para mentir". Y algunas de las cosas que decía se hicieron menos creíbles, incluso hasta para el mas iluso de los habitantes de este planeta, pero las contaba con tanta pasión y convicción que mas de uno lo escuchaba igual y disfrutaba.

Una tarde, haya por el 2006 Carlitos tenia 16 años, estaba terminando la secundaria y se jugaba el mundial de futbol. Todos sus amigos miraban con sorprendidos aquel jugador que estaba haciendo su debut, una promesa del futbol mundial. 

y Carlitos no pudo con su genio de tener que opinar, ser parte importante de ese momento y dice:

-Yo jugué a la pelota con ese pibe que esta por entrar, se llama Lionel Messi, cuando éramos chicos, le enseñe algunas cosas, como pararse en la cancha, y a pedirla, "La pedia poco" -dijo enojado Carlitos.

-¿Si? ¿Dónde jugaste con Messi?  - le dice uno, mientras destapaba una cerveza y aguantaba la risa.

-En Rosario, donde va ser, si el es de ahí, vos te pensas que vivió siempre en España -dijo Caritos medio enojado, viéndose cuestionado en su relato.

-¿Mira vos Carlitos, no te teníamos jugador? -dice otro de sus amigos en tono de burla.

-Mas bien que juego al futbol, siempre jugué y era bueno, lo que pasa que no me gustaba entrenar -se atajo Carlitos.

-¿Y contanos mas, a que ibas a Rosario vos? -Intento seguirle la corriente una amiga, para dejarlo aun mas en evidencia. 

-Mi papa trabajaba de albañil y una vez estuvimos como tres meses ahí, y empecé a practicar en un potrero y estaba el ahí, jugamos todas las tardes, era bueno por eso me acuerdo, pero el único que se la podía sacar era yo -dijo Carlitos fiel a su estilo.

-¿Che Carlitos y todavía te hablas con el? -Dijo el mas jodido de sus amigos, con soberbia y altanería, dejando a Carlitos sin palabras, ante la risa desmedida de algunos, y la sonrisa medida de alguna señorita que no quería hacer sentir tan mal a Carlitos ante semejante exposición.  -Dale Carlitos, déjate de hinchar tas grande, insistió el amigo termina ya de inventar cosas.

Fue un baldazo de agua fría para Carlitos, que por momentos se le mezclaban las cosas, entre lo que usaba mintiendo para pasarla bien desde chico, y lo que lo dejaba en evidencia como un mentiroso. A caso todo lo que dijera no seria tomado en serio de ahora en mas. "Se preocupo Carlos".

Con las mujeres le pasaba lo mismo, llegaba a concretar algunas citas, pero luego de conquistarlas con palabras hermosas, de una vida que no podía sostener, títulos que no poseía, autos que ni siquiera había manejado, o casas donde jamás había vivido, su verdadera identidad quedaba al descubierto. Y su frustración era enorme, lo que él no lograba ver, era que no lo dejaban por pobre, sino por mentiroso.
Su carisma, su belleza tal vez, su dialecto y su fama de ganador, eran aceptadas, tenía todas las de ganar por si solo, pero la desilusión ante la mentira, era lo que producía el rechazo de las mujeres.

Carlitos estaba en un punto donde debía rehacer una forma de vida, pero era difícil, hasta a su psicóloga le mentía.

-Usted sabe que yo conocí a Messi -Le dijo un día a la Psicóloga entusiasmado.

¿Si mire Usted? -que suerte la suya dijo la psicóloga -¿Que lo trae por acá joven? 

-Siento que a veces me siento mas seguro mintiendo que siendo yo mismo, desde chico que soy así, pero me trajo problemas, me gustaría dejar de hacer eso.

-Y deje de hacerlo entonces - minimizo el problema la psicóloga.

-Pero es que no puedo, cuando empiezan hablar de algún tema, yo creo que lo que tengo para decir no es lo suficientemente bueno, es poca cosa, que la gente no se va a interesar, que lo que tienen los demás es mejor a lo que puedo dar yo...

-Entonces miente? como por ejemplo dice que conoció a Messi -lo apuró la psicóloga

-Es que a Messi lo conozco de verdad, jugabamos juntos al futbol le dije... -Espereeee!!! espere!! señor, cálmese. ¿Se va a dejar ayudar o no?

-Si pero a Messi lo conozco y usted insiste que no -dijo ya re caliente Carlitos.

-Y dale con Messi flaco. Retírese del consultorio -dijo la psicóloga refregándose la cara..

-Más bien que me voy -dijo que trabajaba por obra social y ahora además de eso, me quiere cobrar 1000 pesos, usted es un vieja mentirosa!! No yo. -Encima no se siente mal por eso y duerme por las noches estafando gente cara dura, -grito Carlitos cerrando la puerta de un portazo.