Soy como el silencio, e imperceptible por tu vida
pasaré sin que lo notes, sin que lo sepas jamás,
así como la brisa entre las hojas del árbol
te amaré en el olvido… y jamás lo sabrás.
Soy como la sombra, bajo el sol o la luna,
tras tus pasos navego sin poder advertir
que tú nunca verás que estaré allí contigo
ni en el día, ni en la noche, ni en tu sueño al dormir.
Siempre allí, sin que sepas, bajo mis alas blancas
guardaré tu alma de toda oscuridad,
y verás -aún sin ver- que este amor que siento
durará más que el tiempo… y que la eternidad.
En las tardes de lluvia bajo el cielo nublado
cada gota que caiga llevará una bendición,
para todo el que crea, como tú, que está solo,
será la calma que así llegará a su corazón.
Pasará toda la vida por ti, y sin que sepas,
sin que jamás conozcas a quien supo cuidarla,
y llevando este amor hasta el cielo infinito,
seré siempre en silencio tu ángel de la guarda.