Capítulo 3
Julio 1º, 12:27 media noche.
Era extraño venir a un callejón a media noche, encima con las cosas que me pedía, venir vestido de traje, traer una soga, un gancho de ropa de metal y un saco grande de… ¿Papas?
Nunca me vi en estas situaciones, más era llamativo seguir las órdenes de esta chica tan… de poco fiar, también me resultaba gracioso que me lo pidiera de una manera un tanto extraña, pues su forma de decirme lo que quiera que trajera eran simples dibujos
Esperé a que fuesen las 12:30 como decía el papelito, al pasar unos minutos solo una campana y escuché como me hablaban en voz baja desde el edificio de al lado.
No soy idiota, soy consciente de que el edificio es la cárcel en la que estaba, más no creo que fuese capaz de irse o escaparse en estos momentos, habíamos pedido un juicio rápido, el cual llegaría en menos de dos semanas.
Mire hacia arriba y era ella, solo se alcanzaban a notar sus distintivos cabellos despeinados y la mitad de sus ojos.
—¿se supone que te escucharé desde aquí...? — pregunté
—No en unos minutos bajo, espera— respondió, volví a perderla de vista y eso me trajo más dudas
—¿Se supone que vas a bajar?, no creo que esto le ayudé a su complicado caso...— comenté.
—Tú solo ve preparando lo que te pedí, por favor— respondió
—Estás enferma si crees que te daré las cosas que me pediste para salir— susurré molesto
—¿Qué-? — dijo al lanzarse cayéndose encima de mí, dolió... si está pesada
—no las necesitaste por lo que veo...— dije quejándome del dolor
—¿Qué-?, no, no hablaba de eso, hablo del saco— dijo quitándose el polvo de su ropa no se veía mucho, pues su ropa era una camisa un poco holgada gris y un pantalón de tela del mismo color, que... para ser sincero no había notado bien su figura, tiene buen cuerpo
—Antonio— dijo sacándome de mi trance
—¿Qué-? — pregunté despistado
—¿el saco...? — dijo mirándome extraño, Cierto me pidió el saco
—Mhm sí, toma— le di el saco de papas y Angelline me miró más extrañada
—Mhm... ¿Qué es eso...? — dijo dando un paso hacia atrás
—El saco que me pediste— dije igual o peormente confundido, Angelline cambió su expresión a una de molestia —Saco de vestir. — dijo sin cambiar su expresión, mire a otro lado apenado
ahí dibujo un costal de papas...
—Tu dibujo parecía un costal de papas— me defendí
—¿Qué-?, bueno, sabes que, no importa...— dijo mientras se amarraba el cabello —Dame el saco que traes puesto...— agregó
Sin pensarlo mucho se lo di, ¿Qué se supone que íbamos a hacer?
Al salir del callejón ella se quedó mirando la calle un poco mientras yo esperaba detrás de ella
—¿Qué rayos pretendes? — susurré y ella colocó su dedo diciendo de forma indirecta que me callara... luego volteó a verme y sentí ese tipo de miradas en las que te escanean cada insignificante parte de ti
—Te ves bien de negro...— dijo mirándome —Ven, vamos...— camino tranquilamente
¿Me veo bien?, solo es una camisa negra de manga larga y pantalón... ambos negros de vestir, había escuchado que las chicas sienten atracción hacia las personas que usan ropa formal... Pero no me hacía mucho sentido
Tras unas cuantas cuadras caminando llegamos a otro callejón
—Aquip— se detuvo, me quitó la bolsa en la que traiga las cosas y comenzó a hacer algo con ellas que no vi muy bien —Tú vigila que no venga nadie— dijo
—¿Ahora si me vas a explicar todo lo que no quisiste en la cárcel? — dije mientras observaba vagamente que no viniese nadie
—Sip...— dijo —todo comenzara en un mes y 11 días después...—y comenzó a relatar
—Estaba escapando de casa... como siempre... —
—me encontraba bebiendo en el bar de la ciudad como de costumbre y también como de costumbre, las copas se me habían pasado un poco y ahí lo vi a él... el chico que me salvó la vida...—
—Eduardo Loredo, un joven apuesto... así como tú— dijo con una sonrisa —Solo que... él tiene ojos azules — agregó apenada
—Él y yo nos vimos envueltos en una guerra civil entre el reino de Amacendrado y La alianza fría... Eros, hijo del presidente de Belazul le disparó a Eduardo... y yo no pude hacer nada para salvarlo...—
—de ahí unos viajeros en el tiempo me atraparon, me dijeron que había rotó una regla, la cual se debía de castigar con años luz... me reúse y robe una máquina del tiempo y regrese meses antes para remendar mi error—
—Y ahí entramos a lo que te interesa a ti—
—El puente fue una trampa de Belazul para Amacendrado, Belazul pensaba declararle la guerra a Amacendrado para que así todos los reinos sean "democráticos", Pero yo creo que esas no son las maneras de hacerlo. — dijo dejándome asombrado
¿Por qué Belazul haría algo asi?, ¿por qué el presidente haría algo así...?
—lamento decirte eso... sé que tú eres de ahí...— dijo al verme confundido
—Lo único que hice yo fue buscar el aparato que haría "su magia" el día de la coronación de la princesa Nailen— dijo
—Es imposible... El puente lo hicimos para unir ambos reinos... No tiene sentido...— dije peinándome el cabello hacia atrás —el reino se los dio para festejar ahí...—
—además... la reina Sofía no le dará el trono a la princesa Nailen...— agregué
—Si este lugar es como en mi dimensión, la reina Sofía morirá en unos cuantos meses...— respondió con un poco de remordimiento
—Estás mal...— la miré molesto por tratar intentar meterme en su ilusión
Un pequeño destello al fondo del callejón nos distrajo, era un rayo color azul el cual iba formando una especie de óvalo cada vez más grande
—¿¡Que es eso!?— pregunte alejándome de él
—Es la razón por la que vinimos...— tomo el gancho, el cual estaba amarrado de la soga y lo metió en el óvalo —Ayúdame a jalarlo— dijo mientras jalaba fuertemente la soga, no lo pensé bien y comencé a jalar la soga junto con ella