romance entre un lobo y la luna

Cap.12: Un lobo bajo la lluvia.

Observe con curiosidad a mi padre esperando escuchar lo que tenía para decir.

- Debes ser valiente y enfrentar tus miedos – dijo él convencido.

- ¿A qué te refieres? – le pregunté confuso, entonces el hizo un gesto de fastidio.

- Debes ser valiente y decirle lo que sientes por ella.

- De nuevo ¿A qué rayos te refieres? – pregunté una vez más confundido e intrigado por conocer su respuesta.

- Esta bien, aquí va mi primera enseñanza como tu padre – alegó él muy serio – lo que estas sintiendo ahora – acotó, y continuó – se llama amor, y lo sé porque me sentía de la misma manera cuando estaba con tu madre, era como si todo mi mundo se detuviera, me faltaba la respiración y tan solo su presencia me hacía poner nervioso. Ella le daba el color que le faltaba a mi vida, así como Rosse lo hacía contigo.

- ¿Me estás diciendo que estoy enamorado de Rosse? – interrogue incrédulo.

- No me sorprende que no te des cuenta puesto que no estás muy familiarizado con el amor y eso es mi culpa, lo sé, pero es la verdad – alegó él, muy seguro de que sus palabras estaban en lo cierto – Rosse es una buena chica, de hecho es una gran muchacha, es amable, cariñosa y sobre todo le interesas y mucho, puedo notarlo en la manera como te mira. Hombres como nosotros necesitamos a una persona así en nuestras vidas, sobre todo tú, que no estás familiarizado con el afecto, necesitas de Rosse, solo así podrás conocer ese afecto que yo nunca te di.

- ¿Cómo estas tan seguro de que siento tal cosa solo porque tu sentías lo mismo por mama?

- No es solo por eso – alegó – lo he notado Thomas, has cambiado mucho; de aquel muchacho apático y hostil a alguien mucho más condescendiente y amable, al menos con ella. La tratas muy diferente, y el temor que sientes se debe a que se ha convertido en alguien importante para ti, y cuando alguien nos importa tanto como a ti te importa Rosse, tememos perder a esa persona – dijo mi padre algo triste – yo lo viví con tu madre, mi mayor temor era perderla y se hizo realidad el día que nos la arrebataron.

- Supongamos que sí, que estoy enamorado de ella, ¿Qué rayos supones que debo hacer?

- ya te lo dije, tendrás que ser valiente y decirle todo lo que sientes.

- ¿Qué se supone que le diré? – Pregunte con frustración – que me… que me agrada, que no quiero que se aleje nunca, que quiero seguir siendo su amigo, que la aprecio, que me agrada tanto su compañía que todo el tiempo que llevo sin verla me está volviendo loco, que extraño sus sándwiches, que extraño que este cerca molestando, que extraño sus reproches, que la extraño.

- Acabas de darte la respuesta tú mismo hijo, ahora solo necesitas armarte de valor y buscarla antes de que sea tarde.

- ¿Cómo hare para decirle todas esas cosas? Ni siquiera sé lo que siento, no sé qué está pasando, tú dices que es amor, yo no lo conozco, no lo entiendo, me frustra, y me frustra mucho más que no sé cómo rayos decirle todas esas cosas. No sé cómo decirle todo lo que pienso acerca de ella, lo que siento por ella, no sé cómo rayos explicárselo después de haber sido un completo patán durante tanto tiempo y seguir siéndolo aun.

- Eres un muchacho tenaz y brillante Thomas, eres valiente y no temes arriesgarte, así que utiliza eso a tu favor, has una locura como has acostumbrado hacer toda tu vida y en medio de dicha locura hijo, respira profundo, exhala y suelta todo lo que sientes por ella sin pensarlo ni un minutos, no te detengas a pensarlo ni siquiera una vez, porque si lo haces, te detendrás totalmente y no podrás decirle nada, habrás perdido la oportunidad, así que hazlo, no pienses en nada, solo deja salir las palabras en medio de un fuerte suspiro que te ayude a extraer todo eso que está dentro de ti.

- ¿Crees que funcione? – interrogue incrédulo.

- No lo sé Thomas, y no puedo descubrirlo por ti – respondió mi padre – no lo sabrás hasta intentarlo.

- ¿Qué pasa si me rechaza? – pregunte asustado, jamás me había sentido tan asustado como en aquel momento.

- Le has huido al rechazo durante toda tu vida, es hora de que lo enfrentes. Y si ese es el caso, entonces tendrás que aceptarlo y tomarlo para hacerte más fuerte, y podrás vivir con la satisfacción de no haberte quedado con las dudas - ¿Sabes que es lo más frustrante en la vida? – Interrogó – vivir preguntándose qué hubiera ocurrido de haber tomado una determinada decisión y sentir arrepentimiento por no haberla tomado – respondió luego a su propia pregunta – no te des la oportunidad de sentir arrepentimiento por no saber que rayos hubiera pasado si hubieras tenido el valor de decirle lo que sentías, eso solo te hará daño.




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