Rosé

Capítulo 5

ROSÉ

Decepcionada es la palabra correcta para esta situación, me había permitido abrir mi corazón a esta oportunidad, pero todo se fue al carajo.

Cené con mis amigas, pero fue como si no lo hiciera, mi mente estaba en otro lado maquinando el motivo por el que mi papá hizo eso, porque Brice tenía razón ¿Cómo iba a saber mi papá dónde estábamos?

Nos fuimos del restaurante, y yo caminé directo a mi casa decidida a enfrentar a mi padre, a decirle que si me había dado la opción de ir, ¿Por qué desconfiaba de mí? Nada tenía sentido.

Me sentía mal por dos cosas, la desconfianza de mi papá y la actitud cortante de Brice, aunque si lo pienso mejor, es ilógico que se haya enojado por eso, él quería toda la atención para él y lo entiendo, pero no es como que iba a ser la última oportunidad para salir.

Dijo cosas estando enojado, se quiso disculpar pero sus palabras ya me habían llegado, por eso lo detuve, no quería que se arruinara más mi noche, no quería lidiar con disculpas, no quería nada más.

Estoy en la entrada de mi casa, tomo aire por la boca, lo suficiente para tener el oxígeno necesario para hablar con mi padre.

Abro la puerta, decidida a reclamarle, paso el pasillo de la entrada, sigo caminando, a mi derecha la entrada a la cocina que está vacía, sigo caminando a mi izquierda hacia la sala de estar pero está vacía también, imagino que está una oficina que tiene en casa.

Él es contador, a veces deba trabajar hasta tarde y por eso decidió poner una mini oficina aquí.

Salgo de la sala de estar, camino recto, paso debajo de las escaleras y voy a paso seguro sin dudar ni titubear mientras me repito ¨sin miedo y directo¨.

Cuando estoy un poco cerca noto que la puerta está unos centímetros abierta lo suficiente como para husmear sin que se dieran cuenta. Asomo mi carita a la puerta y lo que veo ahí adentro manda una ola de adrenalina que recorre por todo mi cuerpo, en ese momento sentí la cabeza hinchada, mi sangre la sentí helada y no comprendía lo que veía.

Mi papá y mi mamá estaban frente a frente y no se veían para nada amistosos.

-Esto no es normal John- hablaba mamá con sus manos alrededor de su cintura, está molesta.

-No sé si sea normal, pero es lo necesario, ¿no entiendes?- alza poco la voz, y me sobresalto porque nunca había visto a mi papá de ese modo.

-¿necesario por qué?, más bien es lo que crees conveniente. Pero ni siquiera tiene sentido, no es un delincuente, es un joven normal John, por el amor de Dios- grita ella subiendo más la voz.

Verlos así me hace doler mi corazón, estaban peleando, nunca pero NUNCA los había visto pelear, quizá porque lo hacían sin que yo me diera cuenta, y yo estaba inmune a eso.

-¿normal?, quisiera pensar eso de él aunque debo admitir que tiene las bolas bien puestas para venir a pedirme permiso para salir con nuestra hija. Ahora dime ¿recuerdas lo que pasó la última vez que le dimos confianza a alguien?- mi madre se pone tensa y le da una mirada de advertencia como si quisiera darle a entender que no siga hablando- si ÉL era normal- enfatiza con fuerza y rabia la palabra ¨ÉL¨ - dime si esa persona en la que confiamos y creímos NORMAL, consideró por un momento que iba a dañarla ¿no verdad?, pues ¡EN NINGÚN PUTO MOMENTO PENSÓ EN QUE NOS IBA A JODER LA VIDA, EN QUE NOS IBA A JODER LO QUE MÁS AMAMOS!- papá deja de gritar para agarrar aire, su pecho está pidiendo oxígeno y las mejías de mi mamá brillan por lágrimas, está sollozando con una mano en su pecho y la otra sobre su boca.

Creo que en este momento me duele más a mí verla así de sensible y vulnerable a las palabras de mi padre.

No entiendo esta situación ¿De quién hablan y quién les arruinó la vida?

Quedo más helada cuando escucho lo demás.

-Ella no lo recuerda John, así que ya lo superó, sólo faltamos nosotros por superarlo- se lleva las manos a su rostro en una mueca de frustración y dolor, pero no necesariamente dolor físico, sino de aquel dolor que te mata desde adentro.

-El que Rosé no recuerde no quiere decir que no pasó- me paralicé, mi mente quedó en blanco, abrí mi boca en asombro. Yo ¿he olvidado algo? ¿Qué he olvidado? ¿Es importante? ¿Hice algo que arruinó sus vidas?

-Pero es mejor así cariño, si no lo recuerda no le duele. Así es y así va a ser- mi mamá porta una postura seria y demandante.

-Ella va a saberlo, va a recordarlo. El médico dijo que era cuestión de tiempo, y cuando eso pase tendremos que contarle la verdad de todo- un silencio se hace en la oficina, mamá queda sin palabras a la vez que su mirada se pierde en algún lugar de la habitación.

No dicen nada por unos minutos, así que supongo que su conversación ha terminado. Aún sin salir de mi estado de shock mis piernas se mueven automáticamente, mi mente está perdida y no sé hacia dónde voy.

Subo las escaleras que llevan hacia mi cuarto, abro la puerta voy hacia mi cama y me dejo caer en ella boca arriba.

Empiezo a repetir cada cosa de esa discusión, cada gesto, cada mueca, cada palabra, cada emoción y todo apunta a que estoy bien metida en este problema.

El ver a mi madre llorar y a mi papá gritando histérico de manera descontrolada, hace que me duela el corazón, tengo esa sensación de que no es real pero a la vez sí lo es, como si no quisiera aceptar lo que escuché.

El saber que soy la causante de esos gritos y lágrimas, me lastima, ¿qué tanto tuve que hacer para que discutieran de esa manera? ¿Por qué no lo recuerdo?

Tengo tantas preguntas y ninguna respuesta, sólo sé que desde ya me siento culpable hasta la mierda, primero porque por mi culpa no tuve una buena cena con el chico que pretendía salir, segundo por mi culpa mi familia carga con las consecuencias de mis actos, por mi culpa toda esta situación pasó.

Lo peor de todo es que sé que soy culpable de algo que desconozco.




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