Rosi (viaje de fin de curso I)

La verdad de Álex


Rosi se abalanza sobre Cris y besa sus labios con fuerza, abre los suaves labios de él y se introduce en su cálida boca, el chico sorprendido se queda quieto pero en cuánto tiene a Rosi en su boca comienza a besarla tímidamente al principio y luego con avidez.

— Guau— dice él cuando se separan— merece la pena haber esperado tanto— acaricia su mejilla.

Ella lo observa sorprendida, no esperaba sentir lo que está sintiendo, su corazón late a mil por hora y siente un hormigueo, una especie de electricidad que le recorre todo el cuerpo, pero no es sólo eso lo que le sorprende y asusta, es un sentimiento desconocido que la inunda, siente que no quiere estar separada de él, quiere que sea suyo y de nadie más.

Y no puede pensar más, Cris la besa una y otra vez y ella a él, no tienen suficiente el uno del otro, acarician su cuerpo ajenos a todos.

—Rosi, ¿Dónde estás?— Rosi reconoce la voz angustiada de Estrella, algo grave debe haber ocurrido para que suene así.

La ven aparecer pálida cómo la muerte y con las manos manchadas de sangre, se abraza temblando a Rosi, intenta hablar pero no le salen las palabras.

— ¿Estrella que te ha pasado?— Rosi examina su cuerpo buscando alguna herida que pueda explicar la sangre.

— No es sangre de ella, solo tiene manchadas las manos— Cris le toma las manos inertes de Estrella y las revisa para ver si tiene alguna herida que no han visto.

—Estrella, ¿Que ha pasado?— le pregunta con voz suave Cris para no alterarla más.

Ella lo mira ausente, conmocionada y de repente reacciona y una terrible angustia aparece en su cara.

— Álex, Álex...—Balbucea.

Un escalofrío recorre a Rosi desde la punta de los pies hasta la raíz del pelo.

— ¡Que ha pasado! ¡Dime, que le ha pasado a Álex!— grita sin darse cuenta que lo está haciendo.

— Él, él...— Las palabras no le salen, Rosi desesperada la zarandea para que le diga algo.

— ¡Estrella! ¡Estrella!— Marga aparece corriendo, llamando a su amiga en desesperadamente— Por fin te encuentro— suspira de alivio—Está bien, sólo ha sido un golpe en la cabeza, la sangre es muy escandalosa, no es mucho, sólo unos puntos— le dice intentando consolarla.

—Yo tengo la culpa, fué por mí culpa— dice amargamente su amiga comenzando a llorar.

—Tu no tienes la culpa de nada— le da un pañuelo Marga.

— Marga por Dios, ¿Que ha pasado?— Rosi no aguanta más, tiene que saber que le ha pasado a Alex.

—Ha habido una pelea y Álex ha salido herido, no ha sido nada, solo un susto— contesta sin querer profundizar mucho, quiere ocultarle algo.

— Seguro que es sólo eso— mira interrogante a Marga, ésta duda  y mira a Estrella.

— Yo se lo contaré — decide Estrella más tranquila.

—Vi cómo te marchabas Rosi, Cris llevándote casi arrastras, el dolor de tu cara y no me pude contener, sabía que era culpa de mi primo y me fui directa a Álex que estaba con Mario y esos indeseables de sus amigos — se pone furiosa al recordar— Les recriminé lo que te habían hecho, les grité que eran unos cobardes y unos niñatos, y que Álex era el peor de todos porque había jugado con tus sentimientos— los ojos se le llenan de lágrimas— entonces Mario y los demás comenzaron a decir que tú te lo estabas buscando, que no dejabas en paz a ningún chico, que ya estabas con otro, que eras una buscona— ya las lágrimas corren por sus mejillas— Álex se encaró con sus amigos, les dijo que no te insultaran, los otros empezaron a burlarse de él, llamándolo idiota, que era un tonto si tú le gustabas. Mi primo, les dijo que dejarán de actuar cómo niños y crecieran, se dió la vuelta para irse pero Mario le dió un empujón, él no se lo esperaba así que tropezó y se cayó de cabeza y...—no puede seguir hablando.

Cris la abraza y deja que llore en su hombro.

—Álex perdió el conocimiento, ella intentó ayudarlo, pero no despertaba— Marga sigue contando lo sucedido—Enseguida llegó un médico y se lo llevaron, no la dejaron que fuera con él y cómo no se movía pensó que estaba muerto. Salió corriendo como una loca, llevo un cuarto de hora buscándola por todas partes.

—¿Cómo sabes que está bien?— Rosi tiembla al preguntar.

—Lucía me mandó un mensaje al móvil, ya está despierto, tiene algunos puntos y dolor de cabeza, está consciente y orientado, no tiene conmoción cerebral.

—¿Dónde está ahora?— pregunta ansiosa Estrella.

—En la enfermería, lo tienen que dejar toda la noche allí para observación.

— Quiero ir a verlo, necesito saber qué está bien, Rosi ¿me acompañas?— le suplica con la mirada.

— Yo también voy— se apunta Marga.

— Iré con vosotras— Cris entrelaza sus dedos con los de ella.

Durante el trayecto se acarician las manos, ella está bastante nerviosa, no sabe porqué quiere verlo después de lo que ha sucedido entre ellos, pero por otra parte es su amigo lo conoce de toda la vida y es el primo de su amiga. No desea que le pase nada malo.

 

— No podéis entrar todos, de uno en uno y por cinco minutos. ¿Quién va a entrar primero?— Les explica la enfermera que lo está cuidando.

Lógicamente Estrella entra la primera mientras los otros esperan sentados en la sillas de la sala de espera, permanecen en silencio cada uno sumido en sus pensamientos. Los cinco minutos parecen horas hasta que por fin sale Estrella, tiene mejor cara y ya se ha limpiado la sangre de las manos.

— Rosi— se para dudando— quiere verte. Ella niega con la cabeza— Por favor, ya sé que es muy difícil para tí, pero hazlo por mí, me siento muy mal por lo ocurrido— le ruega.

— Lo hago por tí, nada más por tí— mira a Cris para que entienda que lo hace por su amiga, él asiente de mala gana.

Abre la puerta con cuidado, temerosa y ansiosa de ver con sus propios ojos que está bien, está tumbado en la cama con  una venda que le rodea la cabeza. Cuando él  la ve intenta incorporarse de la cama.

—No te levantes, la enfermera dice que tienes que estar en cama y tranquilo— dice secamente.




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