Salvando A Mi Ángel

Capítulo 22

Estoy de vuelta, no puedo creer que haya estado en coma por más de dos meses. Ese desgraciado de Oscar se claramente que es él quien está detrás de todo esto, ya sea en mi anterior vida o en esta siempre intenta deshacerse de mí, pero en esta ocasión me asegurare de terminar con él para siempre. Protegeré a mi ángel.

Me levante temprano estoy muy oxidado, mi cuerpo, lo siento muy débil por lo que desde temprano me levante a ejercitarme tratando de recuperar mi fuerza física. Desayuno a gusto con una comida balanceada rica en proteína, carbohidratos y grasas saludables de esta forma me recuperare en una semana a lo mucho.

Los trabajadores están llegando y uno a ellos que me saludan y vamos directo al campo a trabajar, no hay nada mejor como un buen trabajo en el campo para recuperar y fortalecer mi estado físico.

–Me da mucho gusto que este de vuelta joven Logan –dice Juan.

–Nos tenía muy preocupados. No sabíamos cuando despertaría –habla Carlos.

Dejo el azadón deteniendo el movimiento de mis brazos. Todos estamos limpiando los montes de las plantas de maíz. Y los miro directo.

–Espero que se hayan portado bien con Ester y su madre –digo serio.

–Claro que si –dice Carlos. –ella es una chica muy especial. Entiendo porque la quiere tanto.

–No digas tonterías –suelto tomando mi azadón volviendo al trabajo.

–No hace falta que lo niegue joven Logan. Sus sentimientos por ella son muy claros para nosotros, desde la primera vez que nos pidió guardar silencio –hablo Juan.

–Ella es alguien especial para mi nada mas –respondo.

–Pues ese especial –escucho a Steven –nos deja claro todo.

–Basta. Vuelva al trabajo –digo.

El silencio predomina solo escuchamos el sonido del pedazo de metal del azadón, golpeando la tierra y avanzamos el día hasta que volvemos a la hacienda para el almuerzo, pero en eso Steven se me acerca.

–¿Sucede algo? –cuestiono.

–¿quiero saber algo? –responde con otra pregunta.

–Si quieres unos libres por la universidad, puedes tomarlos –suelto directo. Seguramente es eso.

–No se trata de eso –responde –las presiones de la universidad están resueltas.

–¿quieres un aumento? Eso no te lo dare –digo.

–El sueldo que tengo es suficiente para mí, no lo necesito –responde.

–Bien, porque no te lo iba a dar de todas formas –suelto.

Se mantiene en silencio hasta que llegamos al comedor de trabajadores –Quiero saber sus verdaderas intenciones con la señorita Ester –suelta sin preocupación deteniéndose.

Lo regreso a mirar –¿piensas que la quiero lastimar? –digo lo más serio posible y mi actitud hace detener algunos trabajadores.

–Usted secuestro a una joven, sino es para algo que no sea beneficioso para usted. ¿Por qué lo haría? –pregunta Steven.

–Hey… –dice Mario acercándose a Steven –¿Qué estás haciendo?

–Quiero comprender ¿Por qué hizo lo hizo? Es todo –responde Steven.

–Tu trabajo no es comprender mis intenciones, tampoco saber mis hechos. Tu trabajo es solo seguir mis órdenes, mientras hagas eso estaremos bien. de acuerdo –suelto con toda seriedad. –y eso también va para todos ustedes.

–Lo entendemos joven –dice Arturo llegando con nosotros. –ya basta tonto –se dirige a Steven.

–No les parece extraño –continua Steven.

–¿Vas a continuar? –inquiero.

–Detente –comenta Juan.

–Usted ama a la señorita Ester, pero ¿Por qué siento que usted quiere imponerle sus sentimientos? –dice Steven.

–Basta – digo dándome la vuelta.

No pienso permitir que me acuse falsamente. Nunca obligaría a Ester amarme. No soy como ese desgraciado de Oscar y Steven me estaba poniendo en la misma categoría de ese bastardo.

–Si no responde es porque tengo razón –continua.

–Basta idiota –reclama sus amigos.

–La ama y quiere imponerle sus sentimientos. ¿Por qué no simplemente le dice lo que siente? Y termina esto –eleva la voz.

Mi rostro cambia de expresión, sus palabras empiezan a molestarme tanto que aprieto mis puños –ya basta –digo molesto.

–¿Por qué no le dice que la am y punto? –sigue retándome.

Me regreso furioso y lo tomo del cuello de su camisa –porque ella merece tener la vida que siempre quiso.

–¿de qué habla joven? –dice Samuel.

Steven levanta la mano deteniendo a Samuel mirándome fijamente, esperando por mis respuestas y si tanto las quieren se las dare.

–Ella tendrá la vida que siempre soñó –empiezo a responder –la vida que siempre quiso, la tendrá y yo estoy aquí para hacer que la obtenga. Yo estoy aquí por ella. Volví únicamente por ella. Si vuelves a decir que le impongo mis sentimientos, no me pensare y te despediré de aquí. entendido.




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