Narra Violet
Finalmente terminamos comprando las hamburguesas, pero no nos la comimos en el mismo puesto que estaba situado en la esquina de una calle muy transitada, si no que decidimos optar por algo más tranquilo.
Terminó llevándome a un lugar que al parecer anteriormente era una fuente. Como no tenía agua nos sentamos dentro de esta y disfrutamos de la cena con unas sodas.
-Cuanto tiempo tenías que no hacías esto? - lo escuché preguntarme
Lo miré
-Mucho, no recuerdo la última vez, siéndote sincera- le dije observando su cara de asombro.
-Como que no? Explícate, porque me asustas- me dijo sin entenderme.
-Antes de que ocurriera mi desgracia, yo solía dar vueltas por el parque con mis compañeras de clases, nos juntábamos en casas después de salir de la escuela, salíamos a comer helado, celebrábamos las buenas calificaciones y las malas también, y un montón de cosas más divertidas, sin embargo, no era que tenía tanta libertad como para andar a estas horas de la noche cenando con un chico- le dije mirándolo sonreír
- O sea que es la primera vez que cenas con un hombre? -
-Lo es- le afirmé.
-Eso me hace sentir privilegiado, bastante diría yo. Eso te sirve de prueba para que tu misma te des cuenta de que no eres lo que la gente habla. Eres una muchacha de hogar, educada. Respóndeme esto, ¿por qué no cenaste nunca con un chico? - me preguntó
-Solo tenía permitido estar fuera de la casa hasta las seis de la tarde, no más. Si era un trabajo escolar entonces mamá me pasaba a recoger- le contesté
-Ves!? ¿Entiendes todo ahora? Si tienes valores, si fuiste educada. No tienes por qué llevarte de los comentarios de la gente, personas que no te conocen y no tienen la menor idea de quién eres-
Asentí
-Los comentarios hacen daño, yo lo admito. Pero uno es quien tiene que bloquear o ignorar aquellas opiniones. La mente es la que nos proporciona la paz y si tú decides siempre vivir al pendiente de lo que dirán entonces nunca tendrás salud mental- me aconsejó
-Eso es muy cierto- le dije sabiendo que tenía toda la razón.
Con mi servilleta limpié un poco de Kétchup que tenía en su barba.
Me sonrió agradecido.
-Siempre me embarro todo al comer- me dijo avergonzado.
Me reí por debajito.
-Ya me pondrás babero cuando nos casemos- bromeó conmigo.
-Mejor te enseño a comer, payaso- le dije escuchándolo reír.
-Eso fue hiriente, señorita Violet-me dijo entre carcajadas.
-Ni tanto- le dije mirando cada facción de su rostro.
-Sabes? Siempre hablamos de mí, cuéntame de ti- le hablé intrigada.
Me di un trago de mi soda y me preparé para prestarle atención.
-Soy lo que ves- me contestó
-No, sabes que nada es como se ve. Háblame de tu interior- le especifiqué.
-No me gusta hablar de mí, yo prefiero que las personas se den cuenta de quien soy a medida que va pasando el tiempo- lo escuché decir
Asentí
-Es usted casado? ¿Tiene hijos? - le pregunté con una sonrisa burlona mirándolo negar con su cabeza.
-No. ¿Crees que te hubiera besado si estuviera casado? Eres el colmo- me dijo elevando su mano y tirando de un mechón de mi cabello hacia atrás.
-Lo sé, solo quería escuchar eso salir de su boca- le dije escuchándola reír otra vez.
-Creo que nos llevaremos muy bien, estoy seguro de que puedo lograr mi objetivo contigo- me habló
-Cuál es tu objetivo? - le pregunté
- Sanarte, Violet- me contestó - Dime algo ¿Tu decías estar enamorada del chico aquel a quien le enviaste las fotos, por qué razón? - me preguntó.
-No lo sé, pero creo que nunca estuve enamorada de él. Simplemente me atraía, no era más nada. Me dejé engañar también de mis pensamientos porque yo solo quería su atención, pero no puedo decir que estaba enamorada de él- le contesté
-Sabes la diferencia entre lo que es estar enamorada y atracción? - me preguntó
-Quiero escucharte a ti explicarme, tu dímelo- le dije mirándolo morder sus labios.
Asintió observando fijamente mis ojos.
-La atracción no es más que cuando te sientes enloquecido por el físico de una persona, cuando te la encuentras muy atractiva, te deleitas al verla caminar e imaginas un montón de cosas haciendo con esa persona, sin embargo, es pasajera. Mientras, que cuando estas enamorado ya no te importa el físico y no solo te gusta cuando la persona se ve bien, sino que también te encantan sus imperfecciones, cuando ya te atrae más la manera en la piensa y en la que habla, cuando te gusta el trato que le ofrece a los demás, la manera en la que se comporta contigo y no tienes en mente solo lo perverso con esa persona, si no que comienzas a pensar en un futuro a su lado. Sabes que estás enamorado cuando haces todo lo que puedes y hasta lo que no, para hacerla feliz- me habló sin dejar de mirarnos uno al otro fijamente.
-Como te sentías tú con ese chico? - me preguntó
-Solo era atracción. Me lo encontraba guapo y más nada. Casi nunca hablamos como para ni siquiera decirte como pensaba o como era. No hacía más que preguntarme que hacía, nunca se interesó en hablar temas importantes conmigo que requirieran de mucha charla. Sin embargo, me sentía presionada- le dije recordando esos momentos.
-La próxima vez que te vuelvas a sentir así en momentos como esos, entonces huye y saca de tu vida eso que te atormenta. Yo entiendo que el físico te llamara la atención, ahí una prueba de que por fuera era un galán y por dentro una basura podrida. Cosa que no me sorprende, no eres la única a la que han engañado de esta forma y está bien equivocarse, de los errores se aprende- lo escuché hablarme.
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Editado: 09.10.2022