Faraón tuvo un sueño en el que veía siete vacas gordas y hermosas siendo devoradas por siete vacas flacas y feas, y otro sueño en el que siete espigas hermosas eran devoradas por siete espigas secas y marchitas. Ningún sabio pudo interpretar estos sueños, pero el copero se acordó de José, quien previamente había interpretado un sueño suyo con precisión. Faraón llamó a José y él interpretó los sueños como siete años de abundancia seguidos por siete años de hambre en toda la tierra de Egipto. Le aconsejó a Faraón que durante los años de abundancia se almacenara alimento para los años de escasez. Faraón quedó impresionado por la sabiduría de José y lo nombró gobernante de Egipto. Durante los años de abundancia, José almacenó gran cantidad de alimento y también tuvo dos hijos. Cuando llegaron los años de hambre, Egipto tenía suficiente comida para vender a otros países, y la gente acudía a José en busca de provisiones.