Jetro, el suegro de Moisés, llega al desierto con la esposa y los hijos de Moisés. Se alegra al escuchar cómo Dios ha librado a Israel de los egipcios. Después de ofrecer sacrificios, Jetro observa cómo Moisés juzga al pueblo todo el día y le aconseja compartir la carga con líderes sabios y temerosos de Dios. Moisés sigue su consejo y nombra jueces para ayudarlo a juzgar al pueblo. Luego, Jetro regresa a su tierra.