El Señor instruyó a Moisés para que enseñara al pueblo de Israel a ser santos, respetar a sus padres, guardar los días de descanso y evitar idolatría. Les prohibió robar, engañar, jurar en falso, retener el salario de los trabajadores y despreciar a los sordos y ciegos. También les dijo que no difundieran rumores, no se vengaran y amaran a su prójimo como a sí mismos. Les indicó que no cruzaran animales, sembraran mezclando semillas ni usaran ropa tejida con hilos distintos. Prohibió tener relaciones con una esclava comprometida y les dijo cómo actuar con los frutos de los árboles. Les advirtió sobre la adivinación, los cortes en el cuerpo, la prostitución y la consulta a los muertos. Les instó a respetar a los ancianos y extranjeros, usar medidas justas y obedecer todos sus decretos y ordenanzas.