En Números 20, el pueblo de Israel llega a Cades en el desierto de Zin, pero no hay agua. La gente se rebela contra Moisés y Aarón, culpándolos por sacarlos de Egipto hacia un lugar sin recursos. Dios ordena a Moisés que hable a una roca para que brote agua, pero Moisés la golpea dos veces con su vara en lugar de hablarle, y el agua surge. Sin embargo, Dios les dice que no entrarán en la tierra prometida debido a su falta de confianza. Luego, Moisés pide permiso al rey de Edom para cruzar su territorio, pero se lo niega. Cuando Aarón muere en el monte Hor, su hijo Eleazar lo sucede como sumo sacerdote. El pueblo de Israel llora la muerte de Aarón durante treinta días.