Secretos

Capitulo 40- Vida después de la muerte

El sol calienta mi piel mientras va avanzando el día, aún me tienen denteniada junto a Noah con un soldado rebelde, observo como todos ponen sus ojos en los binoculares para vigilar el palacio y sus alrededores. Presenciaron la injusticia que sucedió con Lussy y no hicieron nada, tal y como con los reyes en su momento.
Pongo mi plan en marcha.

—¿Puedo ir al baño? —pregunto al guardia que tiene un arma.

El chico no es ni muy viejo ni muy joven, me observa con hastío, debo ser una molestia para él en este momento dónde quisiera estar pendiente de la guerra, pero está a mi cargo.

—No hay baño, princesita, tendrás que hacer tras de un árbol.

Se burla un poco de la situación y en su cara puedo ver satisfacción, me guía por entre los árboles. Noah lo sigue de cerca, se detiene frente a un árbol.

—Ahí tienes tu baño.

—Muy amable —murmuro levantando una ceja.

El chico me ve con una sonrisa socarrona y altanera, pero no se aleja de dónde estoy.

—Alejense y dense la vuelta, así no voy a poder hacer nada.

El rebelde rueda los ojos y se aleja, Noah me mira con sospecha pero también se aleja, solo un poco.
Quizás Noah me haga esto difícil, no quería involucrarlo. Cuando me siento segura de que el chico extraño no me está prestando atención me doy a la fuga en una carrera silenciosa, Noah corre a mi lado, ya sabía que no me dejaría sola.

—Ese chico no es estúpido, ni sordo, ni lento. Que plan tan absurdo, Mariposa. —Jadea a mi lado.

El don que se me fue otorgado me ayuda a desplazarme más rápidamente, así que puedo ir a una velocidad tal que al chico se le haga difícil seguirnos.

—¿Puedes hacer fuego?

—Claro que sí, ¿Qué quieres que haga? —Sonrie de lado.

—Haz un obstáculo para que no llegue a nosotros.

Mira la seriedad en mi rostro y se pone manos a la obra, con la llema de sus dos dedos enciende fuego una rama seca para luego hacer una pared impenetrable quemando una yerba que está en el suelo. Caminamos con cautela entre la maleza, los rebeldes se encuentran lejos del palacio por obvias razones, no quieren ser descubiertos aún.
El sol se vuelve cada vez más fuerte en el momento en que llegamos al mediodía, no hemos comido y no tenemos las provisiones que tienen los rebeldes en su campamento justo ahora.

—¿Pensabas dejarme atrás? —Noah suena un poco molesto.

—No quería involucrarte en esto.

—Zoey, ya estoy más que involucrado, eres mi novia, ella la niña que cuido. Desde el primer momento supe que tendrías un plan solo no pensé que me dejarías atrás.

—Lo siento —susurro.

Me detiene por el brazo y me atrae a su pecho rodeandome en un abrazo, besa suavemente mi frente y observo sus púrpuras ojos.

—Noah yo te...

Me interrumpe empujando mi cuerpo con su cuerpo entre unos arbustos haciéndome agachar, me molesta un poco el hecho de que no hablara pero de un momento a otro lo entiendo. Dos guardias reales pasan delante de nosotros haciendo su ronda, solo espero que los rebeldes estén bien ocultos.
El uniforme de los guardias es blanco, rojo y azul marino, pierdo la mirada en ellos por un momento, tanto detallarlos hace que recuerde las películas donde roban las ropas de alguien para así pasar a algún lugar. Sin explicarle nada a Noah salgo del arbusto y emboscó a los hombres de la realeza, la sorpresa con la que los atacó me da ventaja y con mi don los envuelvo en aire hasta dejarlos inmóviles. Noah aparece a mi lado dándome una mirada de molestia pero aún así entiende claramente lo que intento hacer.
Con los hombres detenidos en el aire y silenciados por lo mismo, Noah los desviste con facilidad dejándolos solo en ropa interior. Me río un poco por lo deplorable de la situación que están viviendo los dos sujetos.

—¿Y ahora qué piensas hacer con ellos? —Recibo una buena pregunta.

—Los bajaré y los ataremos tras los arbustos.

Noah se pasa una mano sobre el rostro, pero hace lo que digo cuando bajo a los hombres.

—No usaremos las camisas, rompelas y las usaremos para atarlos.

—No me parece buena idea dejarlos.

Frunzo el ceño ante esas palabras.

—¿Y qué pretendes? ¿Matarlos?

Los hombres mueven sus cabezas rápidamente en forma negativa, el aire aún mantiene sus bocas cerradas.
Noah suspira pesadamente sin decir palabra, nunca ha tocado a nadie para matarlo pero si fuera necesario sé que lo haría para defenderme, este no es el caso.

—Si ellos saben lo que les conviene no harán nada. —Tomo un trapo y lo introduzco en sus bocas—. Lo siento por esto.

Nos ponemos el uniforme por encima de la ropa, el mío me queda un poco grande, a pesar de que uno de los guardias es pequeño no es lo suficiente como para que me quede perfecto, pero algo es algo. Coloco la especie de gorra en mi cabeza y me giro hacia Noah. El uniforme le queda ceñido al cuerpo dejando a la vista su gran forma. 
Trago un poco de saliva y aclaro mis pensamientos, esto es un plan de rescate a Lussy, no debo distraerme.

Escondo mis cabellos rubios en la gorra para no ser detectada. Caminamos en silencio luego de eso, viendo hacia el frente y sin hablar, debemos hacernos notar lo menos posible aunque estemos en los bosques tras del muro.

A medida que avanzamos el camino se hace más corto y el palacio se divisa a unos cuantos metros, no tengo más planes apartir de aquí, solo sé que debo entrar y buscar a mi hermana pero ¿Dónde? A estas alturas no me está pareciendo muy lógico todo lo que estoy haciendo, pero ya no hay vuelta atrás.
Pasamos el alto muro como la primera vez, jamás había usado tanto mi don como lo he hecho hoy.
Ya en la ciudad a pocos metros del palacio puedo ver todo más claro, la separación entre las personas de razas distintas es máxima ahora, las calles están plagadas de guardias y todos tienen cara de asustados, supongo que los dictadores tienen miedo de que se rebelen los ciudadanos.

Nos movemos directo al palacio intentado ser notados lo menos posible, un guardia nos saluda en la entrada y hacemos un ademán para no levantar sospechas, todos los guardias tiene un porte recto y seguro, estoy segura de que el mío no es el mejor.
Después de deambular por pasillos sin rumbo fijo, Noah me toma del brazo y me hace entrar a una habitación oscura, podría fácilmente ser un lugar donde guardan instrumentos de limpieza.



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En el texto hay: fantasia, romance, secretos

Editado: 28.11.2020

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