Capítulo 14

- ¿No crees que deberías cambiarte? - interfiero en sus pensamientos.

Me mira con desprecio.

- ¿Y pasar frío como los demás? No gracias.

Lleva al menos tres chaquetas y dos pantalones, se hace parecer a una bola de tela andante. Pasamos por un una calle muy estrecha entre dos grandes edificios, casi en oscuras total palmo la espalda de Evelyn al ver como dos tipos se acercan a gran velocidad hacia nosotros, ella sólo sonríe y espera para darle cuando se acerca un beso rápido a uno de los chicos.

- Ya quería verte, hermosa - el dice con un tono de voz calido para después darle otro beso ahora más largo, mientras tanto el otro chico de camisa azul y pelo rojo se queda mirándome fijamente al ver mi incomodidad. Siempre fui yo el de los besos, nunca el sujeta vela.

Me acerco a ellos y puedo inhalar la colonia del chico de pelo castaño y lleno de pecas. Es la misma que la mia, meto las manos por medio de sus estómagos y los separó.

- Tenemos que irnos - endurezco mi rostro, con tal de que se de cuenta que tenemos prisa.

El pasa por mi lado tocando mi hombro para soltar una risa maliciosa e irse, sin antes darle otro beso corto pero está vez con lengua a Evelyn.

- ¿Qué te pasa? - replica.

- No quiero llegar tarde - miento.

Después de dos minutos más andando llegamos a un campus parecido a una universidad, pero no, hay montones de adolescentes con libros en la mano buscando cada uno su clase. Evelyn me lleva a una cafetería que esta en el edificio principal, la cual tenía también el despacho del director, secretaria y unas cuantas aulas de arte y baile. Las paredes son blancas de ladrillos desnudos, y las puertas de madera clara natural, eso hace que el hambiente se vea más antiguo y me sienta como en el Instituto del que vengo.

Entro en una sala inmensa llena de asientos de madera frente a una grande con una pizarra detrás. Cogí asiento y observó como al rato, una chica se sienta a mi lado con una sonrisa amable, que parece no borrarse de su cara.

En otra ocasiones tal vez le hubiese coqueteando directamente, pero, está vez, decido an sólo ser amable y ver que tal es su comportamiento.

Ella saca sus apuntes y comienza a estudiar la habitacion detalladamente, hasta puedo ver como dibuja un pequeño boceto de vista de pájaro del lugar, lo mejor, me dibuja a mi...bueno, también a varios jóvenes de atrás.

- Dibujas bien - la chica de tez morena y pelo castaño ondulado me mira con discreción para seguir dibujando.

- Lo sé, siempre lo supe - contesta sonriendo de boca cerrada.

Le observó por unos segundo más, buscando algo más que decir. Sin quererlo en mi mente aparece Abigail, los recuerdos de cuando nos conocimos está presentes en mi cabeza. 《Para los desconocidos soy Abigail》 resuena su voz en mi mente, sonaba igual de distante y severa que aquel día.

No, no puedo pensar ahora en ella. Aunque sea difícil, tengo que perseverar y centrarme en el ahora. Abigail seguramente este retozando con Alex. No me molesta, aunque me estremezco al pensarlo. No se si quiero saber nada más de ella, ayer me asegure de bloquear permanentemente su número, o al menos por ahora seguirá así.

Alex y yo hablamos y eso que sólo ha pasado dos días de mi llegada a nueva york, lo suficiente como para que el ya haya hecho nuevos amigos, pero me aseguró de que yo seguía siendo el mejor y esperaba mi llegada.

Absorto en mis pensamientos no me doy cuenta de que la clase había comenzado, justo vuelvo a la realidad cuando el profesor Benet se estaba presentando y dando el típico discurso inicial para concienciarnos de como serán las clases con el. Benet acaba de llegar sustituyendo a uno de los profesores, por lo visto se fue hace dos días por maternidad.

Observo de nuevo a la chica de mi lado y está vez sólo escribe y escribe, sin parar. Seguro que es nueva también, estaba dibujando un plano cosa que fuese hecho una persona perfeccionista y observadora el primer día.

- ¿Tu primer día? - pregunto inclinando mi cuerpo y apoyándome con el antebrazo, para estar más cerca de su oido y no hacer que el profesor me escuché.

Ella afirma sin decir nada, ni siquiera le quita la vista al profesor Benet.

Frunzo el ceño.

- ¿como te llamas herm...? - arugo la nariz deseando que no haya escuchado eso último.

Ella me lanza una mirada que fulmina y separa los labios para hablar.

- Me llamo Ashley Bristol - su voz suena modesta.

Le sonrío dejando entre ver mis alienados y blanco dientes, como diría Alex "Sonrisa seductora" eso hace que aún no me olvide de quien soy.

Sacudo mi cabeza.

El profesor termina su clase con un despido breve y seco, cual nos deja sin palabras y antes de que nadie pudiera despedirse, cerró la puerta tras su paso.

Ashley se levanta y camina hacia la biblioteca, no es que me importará lo que haría, pero la seguí por pura curiosidad. Ella lleba un libro entre sus manos, su cara muestra felicidad y solo tiwne ojos para aquella portada, después de leer la sinopsis su rostro se ilumina aún más.

- Dime, ¿Que lees? - pregunto intrigado por su respuesta, para después tocar su hombro y sentarme en la silla de al lado.

Se mantiene callada por unos breves instantes para coger aire y hablar.

- Lo que el viento se llevo.

Alzó una ceja.

- Esos dos no sabían ni donde tenían la cara - Rasgo con mis dos dedos mi lóbulo de la nariz - ¿Quien se casa con su prima?

Ella cierra de un golpe su libro, captando la atención de todos los adolescentes que estudiaban por rededor.

- Lo que cuenta es que encontró el amor. A diferencia de Scarlett que intentaba seducir a Ashley, aun sabiendo que el no sientia nada por ella.

Sonrío divertido.

- El no sabía lo que se perdía sin ella, como una buena noche de sexo. Eso del amor duradero se dejó de llevar hace mucho - digo.

Me divierte ver que su cara se endurece más a medida de que la conversación continúa.