─¿Acaso lo que acaba de ocurrir…? ─Empieza a preguntar Cameron con una voz tan baja para que los pocos empleados que no se encuentran en el comedor no puedan oír─. ¿Eso fue una clase confesión por parte de Aston?
Ambos estamos viendo al elevador. Como si la escena que acaba de ocurrir fuera tan irreal y observar ese pedazo de metal que se abría y cerraba constante fuera un lugar seguro de observar.
Para ser sincera no quería responder a eso, me caracterizaba por ser una persona ingeniosa que encontraba una respuesta rápida para todo y aunque tuviera todavía una oportunidad de disimular lo que acaba de ocurrir hace menos de un minuto atrás, no busqué aquella respuesta ingeniosa en mi cerebro.
Su confesión había escalado más de lo posible.
Y yo necesitaba darle una respuesta a Cameron, pero no estaba segura de que tipo de respuesta seria la correcta. Un mal paso y podía alejarme de él. Y claramente no me serviría de nada eso.
Lo que menos quería era hacer creer que yo podría estar en estos instantes en un intento de relación con su primo menor. Era lo último que necesitaba.
Entonces opte por la respuesta más clara que podía dar. Podía llegar a ser sincera ocultando cierta verdad.
─En efecto, eso acaba de ser una confesión ─Digo, ¿A quién demonios podía engañar después de lo que acaba de decir Aston?─. Pero para ser honesta, creo que solo esta jugando.
Hay otro momento de silencio.
A parte como decía, no sabia que tan seguras eran las palabras de Aston Hall. Realmente si podía estar jugando con lo que había dicho.
De hecho, ninguno de los pronuncia nada más, así que decido carraspear.
─He traído tu comida, te recomendaría comerlo fuera de la oficina, ya sea en el comedor o en la terraza del ultimo piso para que el olor no se impregne en tu lugar de trabajo ─Le entrego el paquete con una sonrisa amable─. Por cierto, no pienses mucho en lo que dijo Aston. Porque no es de mi interés lo que haga él, realmente no me encuentro interesada en él.
Camino a mi escritorio debido a que mi teléfono empieza a sonar, cuando tomo la llamada me doy cuenta de que Cameron sigue en donde lo dejé junto al elevador viendo fijamente aquella puerta, segundos después camina hacia este y lo toma yendo a algún lugar a comer.
O espero que si sea para ir a comer.
Cuando termino la llamada, me agacho a mi mesa hasta que mi frente choca con esta. Gruño muy bajo.
¿Acaso la confesión de Aston es realmente cierta?
No lo sé, y para ser honesta no quiero indagar mucho en eso.
Si en algún momento de mi vida me dieran la oportunidad de salir con Aston, primeramente, me hubiera reído por el simple hecho de que diría que están jugando conmigo. Pero a veces olvido algo importante, físicamente me considero alguien bonita solo que yo misma me hago menos. Y lo hacia para pasar desapercibida y mantenerme concentrada en mis metas.
Tania lo había dicho, soy la chica que buscaba y no solo por como pensaba, mi físico podía ser mi arma también aquí.
No quiero sonar engreída, pero realmente podía conseguir a alguien como Aston… Pero no estoy segura de querer conseguir a alguien como Aston.
Me agradaba que fuera tímido en un inicio y ahora alguien un poco más descarado, ambas fases de Aston me hacían sentir cómoda… Pero sus ojos no eran lo que buscaba, o por lo menos no en estos instantes.
Otra llamada, levanto mi cabeza y la atiendo con mucha delicadeza porque quien atendía la llamada era el secretario de una persona importante. Mientras intercambiábamos palabras reviso el horario de Cameron para confirmar que el viernes puede asistir a cenar con el jefe de la compañía de bolsos más popular en los últimos meses “Rosa para ti” o mejor conocido como “ROS”. Cameron tiene la oportunidad de reunirse con persona extremadamente importantes e icónicas de la moda, entretenimiento, maquillaje, influencers para cerrar tratos. Cuando llegamos a un acuerdo ambos secretarios le informo que le mandaré por correo el lugar de confirmación para la cena del viernes.
Con eso termina mi segunda llamada después de haber tenido una de las comidas más raras posibles.
Suspiro mientras cierro los ojos.
Gruño por lo bajo.
Por más que intente negarlo o desee hacerlo, decir que no me interesa Aston es una mentira total.
Aston si provoca mucha curiosidad en mi y yo en él. Pero no puedo permitirme decir que le daré una oportunidad al primo de mi carnada. Porque decidí ir por mi jefe.
Vuelvo a gruñir. Si tan solo fuera otro momento de mi vida, cualquier otro año, quizás solo quizás me daría una oportunidad de conocer a Aston Hall.
Gruño de nuevo.
Pero no, es la vida actual por la que estoy pasando y eso quiere decir que no puedo permitirme un desvío. Es aquí cuando la profesión le gana a un chico extremadamente guapo.
Suelto un suspiro de súplica.
Se escucha unos toquidos en mi escritorio que provoca que me sobresalte, grite ligero y brinque sobre mi silla mientras abro mis ojos.
Editado: 29.03.2023