CAPÍTULO 1. INICIO DE LA FASE DOS

Las clases iniciaron y avanzaron como todos los días, como un día cualquiera. Días antes, en algún punto del medio día entraron un aproximado de cinco camionetas negras con vidrios polarizados que comenzaron a bajar cajas negras y se instalaron en el auditorio de la universidad, resultaba extraño, pero nadie dijo nada al respecto ni los maestros ni los directivos, fueron únicamente los alumnos quienes se cuestionaron lo que estaba sucediendo, para su sorpresa y debido a que muchos tenían amigos en otras universidades e incluso en otras partes del país se supo que estaba ocurriendo lo mismo en más facultades, aunque no en todas y no había algún patrón determinante de a cuales llegaban aquellas personas. Algunos trataron de colarse dentro del auditorio, pero había demasiada vigilancia y por su parte el director solo les dijo que habría un evento muy importante así que debían esperar pacientemente, también durante la tarde cuando todos salían de clases había ruidos extraños en el interior, como si estuviesen construyendo algo.

Luego de casi seis días a ciertos salones entraron un par de mujeres y hombres bien vestidos con traje y corbata, que les ofrecieron un jugo que supuestamente estaban promocionando. El contenido líquido se encontraba en una especie de envase metálico y que no podía verse nada del interior, se justificaron con el argumento de que debían cubrir el color de la bebida para que así ellos no lograran descubrir el sabor de la misma tan fácilmente y que de adivinarlo se les daría una recompensa monetaria; no faltó quien preguntara sobre la cantidad, pero no hubo respuesta concreta aunque aseguraron que sería más que nuestra mesada  durante seis meses, una respuesta algo tonta considerando que la mesada varía entre cada uno de los estudiantes. De cualquier forma la maestra les dijo que no debían preocuparse, que el director había permitido que estas personas ofrecieran sus productos y esto formaba parte del evento que se llevaría a cabo en el auditorio.

Para muchos pareció demasiado extraño y aún más cuando aquellas personas solo figuraban una sonrisa ridícula, no había razón para que éstos estuviesen sonriendo de esa manera, era demasiado falsa. Al fin de cuentas todos terminaron bebiendo del contenido de un solo trago tal cual era la regla, además de que la cantidad era menor a los 50 mililitros por lo que tampoco fue difícil para ellos cumplirla; para sorpresa de todos no tenía ningún sabor específico, parecía ser solo agua simple, aunque si lograban percibir un sabor agridulce, pero resultaba complicado encontrar relación  a algo que hubiesen probado antes; muchos comenzaron a degustar moviendo sus lenguas en el interior de sus bocas, algunos incluso chupeteaban un poco tratando de concentrarse y relacionar el sabor con algo, pero resultaba inútil. Pasados los segundos uno de los hombres preguntó que si les había gustado, pero entonces nadie pudo contestar, sus bocas se adormecieron en todo el interior y comenzaron a secarse como si toda su saliva hubiese desaparecido de golpe y sus glándulas dejasen de producir, el aire comenzó a entrar con dificultad a hacia sus pulmones y muchos de los estudiantes comenzaron a desesperarse tratando de salir o buscar entre sus cosas agua que pudieran beber y quitar su malestar, resultó inútil, muchos vaciaron  agua dentro de su boca e incluso mucha terminó derramada por el suelo y sus asientos, pero no era de ayuda. Los que intentaron salir fueron detenidos por aquellas personas y pronto; nadie pudo defenderse o pedir ayuda, no solo la boca perdió toda su humedad, sino que sus extremidades se volvieron rígidas, se marearon y el simple hecho de tratar de levantarse de su asiento les causó un ligero ardor a nivel de boca y pecho. 

Perdieron la noción del tiempo y para cuando Ámbar despertó estaba atada de pies, manos e incluso de cabeza en una silla. Tal cual como había visto en varias escenas de películas sus brazos se hallaban apoyados en los brazos de la silla rodeados con dos cintas evitando que pudiese moverlos, sus pies igualmente atados a las patas de la misma manera y su cabeza apoyada al respaldo unida por otra especie de cinta que rodeaba su frente y cuello. Su vista estaba nublada, pero en cuanto comenzó a distinguir algo se encontró con otras cuatro personas junto a ella y entre las cinco formaban un círculo viéndose cada uno, sin embargo no conseguían mediar palabra alguna, Ámbar pudo percibir claramente una persona a lado de ellos. Apenas podían respirar, estaban asustados, confundidos y su respiración era agitada, respirar les causaba mucho dolor, pero no podían controlarse.

Una voz se escuchó por toda la habitación, una voz humana de un hombre que luego de cada frase se intercambiaba por la de una mujer. Les pedía una y otra vez que se tranquilizaran, que no les causarían daño inmediato, pero que tenían que entender lo que querían de ellos. Se les informó que fueron sujetos elegidos aleatoriamente para participar en una fase de desarrollo humano y social muy importante, que su único objetivo era terminar un juego de realidad virtual avanzada, todos ellos eran ahora un equipo y que en el nuevo mundo cada uno debía avanzar por todos los niveles del 0 al 100; dentro del mundo se hallaría todo lo necesario para sobrevivir y avanzar, debían confiar en ellos mismos; no era una opción el participar una vez que ya habían sido elegidos; les dejaron en claro y puntualizaron que su muerte dentro de ese mundo implicaría su muerte en la vida real y no solo eso, si todos los miembros del equipo morían entonces también lo harían todos sus compañeros de grupo y además, su familia o seres queridos que estuvieran en el registro, incluídos familiares lejanos, pareja o demás. Con lo cual esperaban dejar en claro de que era algo enserio, sonaba ridículo, una mala broma, no había forma de que procesaran el hecho de que su vida y la vida de otros dependiera de simplemente jugar. Ámbar tragó la poca saliva que había logrado reunir; a su lado una chica comenzó a moverse agitadamente en su silla, gemía y soltaba pequeños gruñidos, en ese momento se escuchó un pitido pulsátil que comenzaba a aumentar en frecuencia y de pronto hubo un ruido característico de una corriente eléctrica y ella dejó de moverse; la persona a su lado la desató y tal cual una muñeca de trapo la tomó en brazos alejandola de su vista, todos se miraron paralizados de miedo, sabían dentro de si lo que había ocurrido. Luego de un minuto trajeron a otro chico que reemplazó a la chica y volvieron a explicar lo mismo.