Y cuándo no te encuentre en la penumbra de la noche silvestre,
Seguiré el rastro pertinente de la sombra vieja.
Buscaré pasos invisibles en tus huellas;
Adornadas en la niebla de la esperanza duradera.
Tu sonrisa... Esa sonrisa perfecta, que mi reminiscencia no destierra.
Y regresan tus caricias, tus besos, tus abrazos...
El perfume del hálito de tu cuerpo.
Mi alma desnuda a sentimientos embusteros.
Una triste melodía fluye por mis venas, segregando sin piedad.
Desesperada a una soledad atesorada,
Envuelta en un desconsuelo retraído.
¿Por qué duele el amor perdido?
Duele... Porque en otros brazos te encuentras.
Una nueva vida tienes y en lo profundo de mi penuria,
No regresarás, lo sé.
Mantendré viva la memoria,
De lo que una vez fue una larga historia de amor.
Historia de un triste amor qué sólo uno de los dos amo,
Llevándose todo de mí.