Entre sollozos el dolor de él se hizo inconsolable.
Y en su corazón el desahogo se manifestó…
"Ella se fue sin decirme adiós.
Y ahora aparece el aire de su desconsuelo.
No lo entendí en su momento… y ahora lo advierto.
Yo lo percibí en sus ojos afligidos.
Y puede que no sea instruido,
Pero con toda la ternura y la pasión que tengo adentro,
No contradeciré lo que siento…
Simplemente no puedo abandonarlo.
Este amor no lo dejaré, olvidándolo a morir.
Porque su corazón es como el mío.
Y ella sustenta su sufrimiento dentro.
Si me preguntas ¿por qué ella no dijo adiós?
Mi esperanza… Regresará a explicármelo.
Una luz personal nos une.
Todavía fulgurando… Lúcida…
Incluso en la confusión más sombría,
Ella no puede negarla.
Persisto, persevero a Dios para que ella me invoque.
Ir a su encuentro…
Nadie podría hacerme sentir tan vivo.
He indagado por toda la creación,
Y ella descubrió mi alma.
Me encontré en su piel…
¿Cómo pudo existir el día en el que fue tan mía?
Si ella pudiera vivir mi vida,
Sabría la diferencia que era para mí.
¿Cómo podía ser tan encantadora?
Nunca pensé que ella no me diría adiós.
Prodigué mi espíritu de vanidad y de un ego insulso…
Intentare oprimir mi nostalgia.
Secare mi desolación.
La buscaré.
No me rendiré.
Y mi corazón nunca le dirá adiós"
Sin decirle adiós, ella desapareció…
Y él, la buscará sin descanso.
Si nunca la encuentra…
La retendrá por toda su vida en su memoria y su corazón.