12.
DAMEN.
Tal vez el chico vivió muchos traumas con Robert y fue la causa de tanta satisfacción por su muerte. Tal vez sonriendome sólo esta agradeciendo lo que hice. Sus ojos son profundos como el océano, pero en su mirada puede verse mucha oscuridad. Theo era un niño lleno de pureza, nunca podría imaginármelo de esta manera. Estoy asustado ¿Y sí Luca buscaba castigarme convirtiendo a mi hijo en mí?
— ¿Cómo los han encontrado? —pregunto a Christian, que también observa al chico.
— No lo sé. Ese chico es imprecible. Me aseguré de que encontrarán un lugar para dormir y les di suficiente dinero para que desaparecieran.
— ¿Te das cuenta? Debieron morir. Tener piedad trae consecuencias y no es lo que necesito en estos momentos. —digo en voz baja, apoyando los codos en la barra que me separa del vacío.
— Son solo niños.
— ¿Solo niños? Un inocente niño no me agradece haber matado a su padre. Ahora tendré que terminar lo que dejé suelto.
Christian me sujeta el brazo. — ¿Y si es él?
— No es posible.
— Parecen de la misma edad —gira la cabeza asegurándose de que nadie nos escucha— es fuerte, listo, audaz y Robert desapareció misteriosamente después de lo ocurrido contigo ¿No crees qué es posible?
— Mi hijo era inocente, no tenía esa mirada.
— Han pasado once años. Theo puede haber estado expuesto a todo tipo de abusos psicológicos ¿No crees?
Los chicos cruzan el pasillo. Parece que van directos al despacho de Luca, quizás para un interrogatorio del que debo estar preparado. El mayor, y hasta ahora el único que me ha mirado a los ojos, pasa por mi lado como si no me hubiera visto nunca, en cambio el que es un poco más pequeño cruza la mirada conmigo y sujeta a sus hermanos menores con fuerza.
Estoy muy confuso. Puede que hablen sobre lo que vieron y eso me obligue a matarlos a todos antes de lo previsto o se queden callados.
— Intentaré averiguar lo que pueda. —me susurra Christian— ¿Me dejas darte un consejo?
— ¿Desde cuando me das consejos?
— Trato de hacerlo desde que conociste a esa chica.
— Ahórrate las estupideces y ve. —me dirijo a mi habitación.
— Puede traerte problemas.
— La mataré de se así. Cualquiera que se convierta en un problema está muerto. —dejo lo suficientemente claro para hacerlo callar.
Él se marcha, y yo camino hasta mi habitación. Necesito descansar, pensar con claridad y estar un buen rato a solas.
Cierro la puerta con cerrojo después de entrar y me siento en el suelo. No quiero imaginar la cantidad de cosas que habrá vivido ese chico para tener esa mirada tan oscura y perdida. No puedo sacarme de la cabeza su agradecimiento y lo que sentí. Ojalá este equivocado, pero él podría ser mi hijo y si así fuera... hubiera preferido su muerte antes de verle convertido en esto.
Me pongo en pie. Miro por la ventana y veo a Luca con ese chico hablando en el jardín sin la presencia de sus hermanos. Parecen tranquilos, hasta se dan la mano amablemente e incluso Luca le da una de sus armas.
Es posible que lo haya frecuentado muchas veces a lo largo de su vida, hasta veo cierto cariño entre ellos y es lo que más me sorprende ¿Luca sería capaz de sentir apego por mi hijo? Esto me hace dudar, tal vez no es Theo y esto es parte de su juego. Hasta ahora el hermano de Lilit y él podría ser Theo, pero no estoy seguro de ello. Más bien pienso que Luca jamás tendría a mi hijo tan cerca y mucho menos lo querría.
¿Será su hijo biológico?
Tocan a la puerta y al instante escucho la voz de Lilit.
— Se que estás dentro. —dice haciendo saber lo obvio. — No he podido dormir mucho y he decidido ir al gimnasio. Solo te lo cuento para que sepas donde estoy, sigues siendo mi guardaespaldas.
— Deberías estar dormida, ya has tenido suficiente por hoy. —digo apunto de abrir la puerta pero me detengo.
— Me niego a tener una conversación con una puerta. Te estoy avisando, no pidiendo permiso.
La escucho marcharse.
Lilit es demasiado hiperactiva. Tengo que tener la cabeza en mi venganza pero no me lo pone nada fácil, solo ocupa mi tiempo y no es para nada útil. Dije que la protegería, pero lo haré hasta que empiece a ser un obstáculo y no me quede de otra que eliminarla.
Dije que no tendria distracciones y no pienso tenerlas.
Salgo hacia la cafetería y en mitad del camino encuentro a Luca que me estorba interponiendose.
— ¿Dónde esta mi esposa, Delko? —pregunta serio.
— Haciendo deporte.
— Te dije que no la dejaras sola ni un solo momento ¿Acaso no entiendes mis palabras? La secuestraron en mi propia casa, podrían intentarlo de nuevo.
— Me sorprende verlo asustado ¿Quién podría tener interés en su esposa? ¿Acaso no la has subastado las veces qué te ha apetecido? Suena tan hipócrita que la misma persona que la obligó a tener relaciones con otros, me pida que la cuide y proteja. —mis palabras causan mucha molestia y de nuevo saca su arma para amenazarme de muerte. — Deja de perder el tiempo, Luca. Tomaré mi café y después voy con Lilit.
— Te estás tomando muchas confianzas. Solo yo puedo llamarla por su nombre —golpea mi pecho con el arma— tú limítate a protegerla.
sonrío. — Lo hago. Creo que mejor de lo que te gustaría, pues no permito que ni siquiera tú abuses de la autoridad que dices tener sobre ella.
Me hago a un lado para que pueda pasar.
— Vuelve a hablarme así y será la última vez que puedas pronunciar una sola palabra, Delko. —dice. Solo asiento con la cabeza y lo dejo seguir.
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Editado: 27.06.2023