Ella no dijo nada, su respiración agitada y las lágrimas continuaban bajando, incluso llegaron hasta las mangas de mi sweater. Tardó un poco en tranquilizar su aire y cuando logró controlarla, se alejó de mí mientras pasaba una mano por su rojiza nariz.
—Yo lo siento —Murmuró ella con tristeza.
—No tienes porqué, para eso son las amigas —Esbocé una sonrisa para animarla, pero no funcionó, ya que de pronto tuvo la mirada perdida—. Tenemos que hacer algo, April. Para que esos pervertidos no dejen de hacer eso... Vamos con el director y le contamos.
—¡No lo haré! —Me gritó al instante y yo perpleja, bajé la vista—. Lo siento, pero no lo haré —se quebró—, no puedo.
—¿Por qué no puedes, April? —Subí la vista captando su mirada.
—Porque el chico de cabello oscuro... —Estaba hablando del malnacido de Scott. El otro chico que no supe reconocer, pero vi que era rubio. Así que las posibilidades de que fuese ese idiota eran altas—. Ese chico es mi primo y si les digo me echarán de la casa.
—¿Por qué tus padres son así? —Pregunté anonadada por su situación.
—Liz, para mí no existe la palabra "padres" Mi mamá me abandonó y mi papá murió en un accidente cuando solo tenía 7 años. Los que están a cargo de mí son mis tíos, padres de mi primo —Su confesión me dejó aturdida, sin saber qué hacer.
Su cuerpo débil comenzó a palidecer a tal grado, que sus ojos comenzaron a desorbitarse y cuando ya estaba lista por desplomarse en el suelo, logré atraparla. La impotencia se subía a mis venas a tal punto de tener venganza ajena sobre esos desgraciados.
No supe que hacer, me encontraba al medio de la nada, donde casi nadie transita y gritar no era la mejor opción porque la verían y todo acabaría mal, según ella. No tuve más opción que sacar mi móvil del pantalón y con un poco de dificultad logré mandarle un mensaje a Derek
"Por favor, necesito tu ayuda. Estoy detrás de unas salas vacías del primer piso, en la esquina derecha. Ven pronto"
Lo envié un poco asustada, este sitio era horrible además de ser tan vacío. De repente una vibración me sobresalto, tomé el móvil y leí.
"Voy"
Ver ese mensaje que llegaba pronto, formó un pequeño alivio en mí. Ahora no podía dejar de pensar el infierno que April vivía, miles de interrogante en mi cabeza formulaban lo peor ¿Será que su maldito primo se propasó con ella antes? Solo espero que no. Dios.
Veía por todos los rincones del lugar, asustada... Sí esos imbéciles les dan las ganas de volver y pasa algo. Resolví mi cabeza intentando no pensar en lo peor, pero al ver una sombra acercando cautelosamente, mi corazón comenzó a acelerarse con gran fervor. Mis manos que estaban alrededor de la espalda de April, comenzaron a sudar... Pedí tanto que no fuera lo que pensaba hasta que sus ojos grises fueron testigo de mi miedo y de ahí todo volvió a la calma.
—Pensé que había sucedido algo... ¡Maldición! Me había preocupado tanto por ti —Su cara de preocupación lo decía todo, había pasado el mismo temor que yo. Con las manos en su cintura bajó la vista hacia la chica—. ¿Qué sucedió con ella?
—Derek, iba al baño y de repente vi como unos pervertidos estaban sobre ella —Recordar esas imágenes no hicieron más que llenarme los ojos de lágrimas—. Estaban intentándose propasar con ella y uno de ellos es su primo.
Mordí mi labio bajando la vista, donde ella descansaba sobre mi regazo. Pobre April, ¿Qué tan oscuro es el mundo que te rodea? Sentí la respiración de mi chico sobre mi cabello y tomó de mi mentón para que lo mirase. Mis mejillas estaban húmedas y aún no podía controlar el sollozo.
—Tranquila, todo estará bien. Hay que llevarla a la enfermería —Me dibujó una sonrisa en su rostro.
—¿Puedes cargarla? —Pregunté más tranquila.
—Claro que sí.
Él sin ninguna dificultad, levantó a la chica y la llevó como novia por todos los pasillos del colegio. Cruzamos el campus y llegamos a los abandonados pasillos de la enfermería, toqué la puerta y ella no tardó en abrir.
—Hola, ¿Que necesitas? —Ella amablemente dijo, pero después sin que yo pudiese hablar, agregó—. ¿Te peleaste con Derek?
—Para nada, con él estoy más que bien... Es ella —Me hice a un lado para que Derek la depositara sobre la camilla—. Se desmayó.
—Querido gracias por traerla —Dijo mientras ambas ingresábamos a la sala. La enfermera comenzó a verla con su ceño fruncido y luego llevó una mano a su boca—. Esta chica por las manos que están arcadas sobre sus brazos y la ropa arañada... ¡Intentaron propasarse con ella! Debo avisarles a las autoridades.
—¡No, por favor no lo haga! —Le supliqué.
—¿Por qué no? Esto no puedo dejarlo pasar, es mi deber hacerlo —Protestó.
Yo con lo nerviosa que estaba, al ver esas escenas, ya era un testigo. Tomé de mi cabello con mis manos y comencé a estrujarlo.
—No puede porque su primo fue quien lo hizo y se entera la familia, la echarán de la casa —Sellé al final.
Se formó un silencio absoluto, Derek no comentaba nada y la enfermera caminaba de un lado a otro pensando que hacer, luego se detuvo y me observó negando.