Narra Sakura
Había quedado atónica por esa pequeña frase que hace yo ya había escuchado.En el preciso momento en el que el dijo esa frase mi mente quedo aturdida abriendo paso a un pequeño recuerdo que yo quería borrar todo eso fue por tu culpa pero lo primero que se vino a la mente fue que si en realidad eras tu.
Aquel recuerdo abría paso a sentimientos que había decidido no volver a sentir todo paso tan rápido en mi mente que no me había dado cuenta cuando el profesor me había hablado
Profesor : Señorita Sakura podría seguir la lectura
Me levante enseguida para poder continuar la lectura en el momento que vi el libro todo se me hizo confuso no sabia en donde estaban, hasta que escuche un pequeño susurro a mi lado
Karma: "estamos en la pagina 8 "
Rápidamente gire las hojas para encontrarme con la pagina 8 y poder proseguir la lectura
Entonces el pequeño conejo corrió lo mas rápido que pudo hasta llegar a aquella pequeña madriguera en donde se encontraba un mundo totalmente desconocido para el resto de las personas la pequeña niña corrió persiguiendo a el conejo llegando a caer en esa madriguera que no era nada común por su gran espacio
Profesor: Gracias señorita Sakura
Yo proseguí a sentarme y dar un pequeño susurro de gracias para aquella persona tan fastidiosa.De nuevo me sumergí en mis pensamiento pensando en esa pequeña frase que el me había dicho hasta que recordé ese fatal momento en que mi vida cambio por completo
FLASHBACK
Eramos solos los dos en ese enorme parque estábamos jugando los dos hasta que el sol cayera , ya era tarde y mi madre ya me había venido a recoger
Hiromi: Sakura vamos
Sakura: chao karma
Karma: chao Sakura
Luego de esa pequeña despedida la pequeña pelinegra se fue a su casa en donde le esperaba un gran regaño por parte de su madre
Hiromi: Cuantas veces te he dicho sakura que no seas amiga de ese delincuente *cachetada*
Sakura: pero... mamá Karma no es ningún delincuente *sobándose la mejilla*
Hiromi: te he dicho que no y punto
Luego de esa pequeña discusión Sakura subió asía su cuarto el cual puso cerrojo mientras unas pequeñas lagrimas peligrosamente se asomaban en sus ojos