Capítulo 2

Me levanté para darme una ducha. Para ir a estudiar, busqué algo de mi ropero para ponerme, no quería hacer ruido ya que mis hermanas debían estar descansando.

Fui hacia la cocina a hacer el desayuno, luego de unos minutos, todo ya estaba servido.

- ¡Chicas a desayunar! Ya está listo el desayuno - dije mientras me retiraba el mandil y tomaba asiento

Pasaron cinco minutos para ser exactos, y no bajaban, así que decidí subir, pero entonces salió Sofía (hermana n5/22años) del baño, estaba con una toalla encima.

- Sofía, lo siento - dije mientras me volteaba para no ver

- Hay Will, no te preocupes - me dijo Sofia de manera pícara

Lo se, dirán son mis hermanas las has mirado desde niñas, pero por lo personal me da roche, verlas así; casi completamente desnudas, ahora solo vivo con Sofía, Claire (hermana n6/23años), Elizabeth (hermana n1/16), Sara (hermana n2/18) y mamá, mi hermana Abigail (hermana n4/21 años) decidió hacerse independiente a una temprana edad, pero eso es otra historia aparte.

Estamos los cinco, pero regla importante en la casa "Primero es la familia" ya que, desde que Abigail se fue, en lo personal tengo miedo que mis hermanas mayores también decidan irse a vivir solas, yo lo haría pero tengo todavia a dos hermanas pequeñas que cuidar, y mi madre que sufre de diabetes, así que mi vida no es de rosas, es una vida de lucha que si me rindo todo se irá por el tacho.

De inmediato, Sofía se fue a su cuarto a ponerse algo de ropa ya que estaba como cuando uno nace, desnuda es la palabra, caminé al cuarto de mis hermanas pequeñas, como supuse seguían en los brazos de Morfeo.

- ¡Pequeñas, terremoto! ¡Terremoto! - grité para que se despierten del susto

- No no, quiero vivir todavía - contestó asustada Elizabeth

De inmediato se dio cuenta, lanzando una almohada a mi rostro, por haberla hacer pasar un buen susto.

Ya todos sentados en la mesa, excepto mamá porque necesita guardar reposo.

- ¿Que hiciste? - me miró coquetamente Sofía como si nada hubiese pasado

- Mazamorra, toma y siéntate - le extendí mi mano - hoy tiene reunión Elizabeth en el colegio

- Es cierto hermano - dijo Elizabeth con cara de recién haberse acordado

- ¿Puedes ir Sofía? - dije mirándola

Asintió Sofía, todos tomamos el desayuno en paz, ya para que cada uno se vaya a donde estudie, o labore.

Como todos los días, tomaba la combi en el mismo paradero, tenía que aguantar las miradas pervertidas de las chicas, que no dejaban de observar mi escultural cuerpo, lo se soy también vanidoso conmigo mismo.

- Hola Will - me saluda el portero de la U estrechando la mano

- Buenos días - le contestó con la mano

La Universidad era muy grande, tenia varias áreas, pero yo siempre paraba solo, soy demasiado antisocial, todos no califican los requisitos que pido, el día iba pasando, me fui hacia el comedor.

- Que patán! - una chica gritaba de forma escandalosa

- Está loca, que le pasa? - eso me decia en la cabeza, mirando de donde provenía

- Will, cuando harás amigos? - me decía riendo Claire

Me quedo callado, sabe que no me gusta las amistades.

- No seas así - me contesta dándome un codazo

- Claire, sabes como soy, mis únicas amigas, y me basta son ustedes cinco - le digo guiñando el ojo

- Ya, no te molesto más - dice retirándose de la mesa

Desde que termine mi relación con Flor, todo en mi vida fue cambiando, me volvi demasiado tímido, amargado, todo me aburría y lo que siempre, no quitaré de mi cabeza, es que ahora y siempre las mujeres solo te usan, ya no buscan algo serio, solo somos sus juguetes.

Pasaron las horas, tenía que alistarme para ir a trabajar, el bar abría recién desde las ocho hasta que no halla ningún cliente, el dueño del bar es creo un amigo, no se, si decir que es un amigo, se llama "Isaac" nos conocimos en una fiesta como cualquier otra.

Agarré una camisa blanca, tenis de color negro y un Jean del mismo color, ya estaba listo.

- Will, ya estás acá - me saludo Isaac

- Obvio mano, hoy día que tocaremos? - le digo mientras caminamos hacia el interior del bar

- No sé, vemos sabes que improvisando sale mejor - me dice guiñando el ojo

- Pero ese monumento - era la voz de Soledad (chica de 19 años/mesera en el bar)

- Harás que me la crea - le respondo

Me dirigí hacia el estrado, la función ya estaba por comenzar, saqué la guitarra que mi mamá me regalo en mi cumpleaños, que la consiguió con mucho esfuerzo, tomé aire y la gente empezaba a pronunciar mi nombre.

- WILL WILL WILL!!!!