Capítulo 5

7:30 a.m.

Yoongi tenía un fuerte dolor de cabeza que lo estaba azotando desde que abrió los ojos, debido a la luz que entraba por la ventana, pero grande fue su sorpresa, al irse levantando con pesadez viendo a Jimin debajo suyo, con una expresión de dolor en su semblante y unas líneas brillantes sobre sus pómulos que parecían ser lágrimas.

- ¿Jimin…?. El peli Negro unió sus cejas en expresión extrañada y se levantó por completo para ver a Jimin de pies a cabeza. Estaba bien vestido. - Jimin, Jimin despierta. Se sentó a su lado algo mareado para poner su mano en el rostro ageno e ir acariciando de  cuanto en cuanto.

Acarició su mejilla, para bajar a sus labios y delinearlos, pero luego apartó la mirada asustado ante su imagen mental de él, besando a Jimin.

¡Eso no podía pasar, él era hetero!

- Mmm…? - Jimin abrió sus ojitos adormilado para voltear a ver a Yoongi sentado al lado suyo algo incómodo. Inmediatamente abrió sus ojos asustado y se alejó del mayor con recelo.

Yoongi encarna una ceja y Jimin se levanta de la cama con mirada que pasa a ser neutra e indiferente. Sin decir una palabra.

- Oye - Jimin hace oidos sordos - Oye Jimin, tengo algo que - un portazo.

Jimin habia cerrado la puerta sin decir nada.

¿Estaba enojado? Él sólo quería saber por qué Jimin estaba debajo suyo, nada más.

- Maldito Hyung estúpido. Cabrón será.

El menor pasaba el jabón liquido por todo su cuerpo con rabia, haciendo más espuma de la necesaria dibujando un tierno mohín con sus labios en tanto seguía maldiciendo.

- ¿Acaso cree que soy un juguete? ¿que puede venir cuando quiera y besarme simplemente? Tonto estúpido.

Salió de la ducha para ponerse unos zapatos negros de cuero con una elegante punta y un poco de tacón. Unos pantalones negros apretados que resaltaba bien su tracero y piernas, una camisa negra sin cuello que dejaba ver su clavícula y parte de su pecho; para finalmente poner en su oreja un arete plateado que colgaba preciosamente.

Ahora se veía como un chico heterosexual destroza corazones, macho alfa, azotador. 

- Jimin, por fav…-

Jimin se dió la vuelta para encarar al mayor, cruzado de brazos y con una mirada desafiante.

- ¿Vas a dejar de mirarme asi?

- A-asi cómo?-

- Como si fuera alguien más.

- ¿De qué hablas? - respondió a la defensiva-

- De lo que pasó- Jimin se frenó para negar. No iba a discutir con Yoongi, simplemente tomó su poco orgullo que le quedaba y abrió la puerta para irse.

- Espera, ¿ A donde vas?- jimin cerró la puerta. Yoongi fue tras él aun confundido por su actitud. ¿Ese era su rommie? Jimin nunca lo dejaría sin desayunar, no se vestiría tan rebelde y jamas de los jamases le dejaría con las palabras en la boca.- Jimin, espera, Jimin joder!

La silueta desaparecía para detenerse a tomar un taxi a la carretera.

- Jimin, ¿a donde vas? - gritó Yoongi, a lo que el menor respondió de mala forma: donde me da la gana, estúpido Hyung!-

Y con eso lo mató.

El taxi se alejó velozmente.

Yoongi apretó sus puños duramente para empezar a maldecir y dar vueltas en su lugar. Era muy gracioso ver a un adulto haciendo pataleta en plena calle.

- ¿A donde lo llevo joven?-

- Estación de policía.

Vale, eso había sido una imprudencia. Pero no se le ocurría otra persona a la cual acudir. Luego recordó que el dinero se le estaba acabando y pronto necesitaría un trabajo para seguir comprando sus alimentos. Quizá Jeon lo ayudaría en algo. Era un chico muy dulce y amable además de guapo. No como ese Hyung aragán y despreciable borracho.

Yoongi entró a la casa para respirar profundo y meditar la situación.

- tomé todo el maldito alcohol que encontré, y luego ¿que pasó?- su estómago gruñó de hambre- demonios… ahora que?-

Se dirigió a la cocina, pero todo estaba de preparar. Jimin hacía unas compras de cosas muy extrañas y casi no compraba alimentos coreanos. Eso era extraño ¡por que el era coreano!

- Bien, cálmate Min-

Tomó una sartén antiaderente para ponerle un poco de aceite y éste empezó a chispear, entonces lo tapó rápidamente para poner unos tres huevos en un plato y, al abrir la tapa, se quemó un dedo botando los huevos junto al plato que gracias a yavé era de plastico.

- Aush, aush, maldita sartén, malditos huevos, maldito mocoso irrespetuoso! -

Metió su dedo en su boca, en tanto apagaba la flama ya que la sartén también se estaba quemando.

Limpió el desorden para luego llamar al domicilio por pizza. Si, pizza para desayunar.

El teléfono sonó.

- Con Min Yoongi-

- Hola, habla con el oficial Jeon.

- Ah, el niña- mordió su lengua para no decir "niñato"- oficial Jeon.

- Eh, claro. Me preguntaba si ya había salido de su "cueva"

- Pufff, estaba en mi sótano. ¿quién dijo esa pendejada?

- El lindo chico pelirosa que vive con usted. Aunque ese no es el caso. Mi pregunta es, ¿va a seguir investigando por su cuenta?-

- Claro, no voy a dejar de buscar a mi novia.

- Exelente. Yoongi lo interrumpe - Pero lo voy a hacer por mi cuenta. Si encuentro algo les digo, pero no quiero estar con ustedes de arriba para abajo. Prefiero estar sólo. ¿capishi?

- ohhh, se me adelantó.  Esta bien, eso era todo- yoongi iba a colgar cuando - Espeeere, dígale a Jimin que espero verlo pronto. Ahora si, adiós.

- Jimin? ¿El mocoso irrespetuoso?-

El mayor hizo una mueca.

¿De dónde lo conocía? Pufff, esa combinación de: niñato + mocoso irrespetuoso no le cuadraba a Min. No cabía en su cabeza.

Ahhh, ¿acaso Jimin se ve mejor contigo, Min?

- ¡N-NO QUIERE DECIR Q-QUE ME ESTÉ EMPAREJANDO CON JIMIN, ES DECIR…-

Ding dong...

La pizza llegó y se sentó a comer cual piojo en peluca. Con las manos y todo, al parecer aguantar hambre había dado paso a una gula del demonio.