Los primeros rayos del sol asomaron ese día naturalmente, llenando de luz todo lo que tocaba y dando asi mismo, una mañana preciosa en el sentido en que te sentías alegre, simplemente por el hecho de estar vivo. De poder disfrutar otro precioso día en este plano, de empezar de cero y estar pendiente única y exclusivamente de lo que iba a acontecer.
Pues tal era el caso de Min, quien empezaba a amar ese precioso día, junto a sus colores pasteles que le sacaban una sonrisa.
-
-
-
-
-
-
Está bien, debo admitir que esto era lo más empalagoso que había hecho desde hace mucho tiempo a alguien. Ya me estaba arrepintiendo, pero el esfuerzo de haberme levantado temprano, controlar mi temperamento cuando algo se me quemaba y tratar de seguir la receta al pie de la letra, merecía por lo menos un cincuenta del cien por ciento del puntaje. Y claro, el no rendirme.
Si la comida quedaba fea, aunque sea valía el esfuerzo ¿no?
Ancioso, me asomé varias veces para asegurarme de que Jimin no venía, y ello me dió tiempo de servir todo en la mesa. Hoy era el día, hoy por fin empezaría el plan "conquistando a Jimin Park, el mocoso irrespetuoso".
Tenía planeado pedirle una cita para conocernos mejor, platicar, dar un paseo y pasar el rato juntos. Sería lo suficiente para nuestra primera vez. O por lo menos para mí, que nunca había estado con chicos...
-
-
-
-
-
-
-
- Buenos días Hyung - esa vocesita hizo sobresaltar al pálido, quien esperaba a un adormilado peli Rojo. En cambio Jimin había bajado bien vestido, con su bolso en el hombro, su carita maquillada muy suavemente y su cabello bien planchado.
Era imposible pasar de un lado a otro en cualquier parte del mundo y no fijarse en Jimin, si éste estaba presente. Y como cualquier victima de sus encantos, Yoongi no pudo apartar la mirada por un largo rato.
- T-te ves muy hermoso.
- G-gracias Hyung, t-tú también te ves muy guapo. Como siempre- Jimin sonrió y notó el rojo de las mejillas de Min. Su piel palida lo delataba...- ohh, te pusiste rojito-
- Ya, mejor siéntate. Preparé el desayuno.
- Dios, ¿Tú cocinaste o es esto un sueño? - yoongi lo miró como quien dice "¿encerio?", a lo que Jimin rió con gusto, sentandose a su lado.
- Quería darte una sorpresa.
- ¿Y eso a que se debe...?
- P-pues, es que, bueno, es que tú siempre cocinas y quería devolverte el favor. Espero no envenenarte...- Yoongi no lo había dicho en broma pero hizo a Jimin carcajear de buena gana.
- Lo que vale es la intención Hyung.
Los dos jóvenes comieron muy educadamente ahora viendose con esas sonrisas pendejas y confidentes, Yoongi embriagado con el aroma y la presencia de Jimin.
Luego de unos minutos, en duo lavaron sus trastos y los acomodaron perfectamente.
- Adiós Hyung. Nos vemos en la tarde.
- Claro. ¿Quieres que te vaya a recoger?
- Oh, no. No quiero molestarte.
- Pero quiero ir por tí.
- Bueno, te espero a las... 3:40.p.m
- Está bien. Que te vaya bien Jiminie.
Jiminie... jiminie no te va a volver a ver querido.
El menor tomó un taxi para dirigirse a la academia, con sus audífonos puestos y sus canciones al aleatorio. No ocultaba su sonrisa, recordando el rostro de Yoongi y sus palabras, su timidez al hablarle y sus actos todos torpes pero tiernos.
Min se sonrió todo el tiempo, y aquello era extraño porque sus mejillas no estaban acostumbradas a ladearse y en conjunto con sus labios, formar una preciosa sonrisa.
Unos minutos después, el oficial Jeon lo llamó "Min, tienes que ver esto. Ven ya, rápido".
No tenía idea de lo que se iba a encontrar, pues inocentemente se subió a su auto para dirigirse a la comisaría. Para su sorpresa, el lugar estaba lleno de camarógrafos, gente de la prensa, de las noticias, los mismos policías, civiles y los de criminalistica. Fue un verdadero problema atravesar las densas capas de gente y no lastimarse, pero cuando lo logró, se dirigió a la oficina del precioso Jeon. Quien lucía algo estresado, agitado y abrumado.
- ¡Min, ven acá!
- Ah, muy chistoso gritándole a tu mayor...- jungkook lo jaló de la muñeca para cerrar la puerta rápidamente y dejar a su mayor encerrado junto a la desaparecida. El joven se fue a atender a la prensa para dejarlos solos.
Contrario a lo que la peli roja tenía en mente, Yoongi no corrió a sus brazos para abrazarla, en cambio tragó saliva empezando a temblar, como que hasta había olvidado parpadear. Su cuerpo no respondía pues unas lágrimas gruesas, eran las que resbalaban de sus ojos en el impactante momento.
Ella tomó la iniciativa de caminar lentamente hacia él, con la mirada sostenida y sus brazos abiertos. Entonces tomó su cuerpo y lo apretó contra el suyo sollozando, y él ahora abrazandola fuertemente para llorar ahora con más fervor.
Estaba notoriamente lastimada, más delgada de lo habitual, con un poco de ojeras y vestida con una camisa blanca junto a un pantalón policial. Pues la ropa con la que la habían encontrado, estaba muy sucia.
- C-charl- ella no lo dejó terminar, para luego pegarse a sus labios y devorar su boca con tanta necesidad que casi lo asfixiaba. Con sus pulgares le limpiaba las lágrimas y sonreía entre cada efímero beso. Asi se mantuvieron un largo rato, llorando y abrazados compartiendo sus cálidos alientos. El esperado encuentro se había realizado, pero todo era muy inesperado.
Más tarde, el oficial Jeon le explicó a Yoongi la condición con la que habían encontrado a su novia. Claro que ella podía ir a casa pero estaría vigilada y en constantes visitas al médico. Pues debían hacerle algunas pruebas.
#9938 en Thriller
#5608 en Misterio
#3205 en Detective
homoerotica, historia de amor y misterio, yoonmin jimin suga bts
Editado: 27.05.2020