Capitulo 0: El día que su vida cambio.

Abro los ojos, lo primero que logro ver es un atardecer, logro ver mi entorno, aun me encuentro en el colegio, seguramente me quede dormido después de ayudar a los profesores después de que terminaron las clases. Reviso mi celular para comprobar la hora, las 7:30 pm, viendo esta hora, creo que mejor ya me voy a mi casa, no creo que quede nadie a esta hora en el colegio más allá de algún que otro adulto. Me levanto de mi silla para lograr ver como encima de mi mesa había un sobre, parecía una carta, ¿En qué momento llego ahí? Bueno, no lograre saber nada si solo me quedo pensando, lo mejor es simplemente abrirla y ver qué es lo que dice, al abrirla logro ver de primero una letra bastante fina y hermosa, dudo mucho que sea posible que sea de alguien de mi grupo de amigos, ya que este tipo de letra no lo tiene nadie de los que conozco, ni de las mujeres ni de los hombres, la carta visualmente está bastante normalita más allá de un pequeño dibujo en la parte inferior, es mejor ver que es lo que dice.

“Hola Kayto, sé que probablemente te parecerá raro que una chica te haga una carta así de la nada, pero me gustaría hablarte sobre algo, si es posible ¿Podrías venir más tarde al patio trasero del colegio? Realmente es algo muy importante para mí, así que apreciaría mucho el gesto de que vengas. En cualquier caso, muchas gracias, te estaré esperando.”

Con una gran sorpresa termino de leer la carta, esto no importa como lo veas, solo lleva a una sola conclusión, ella se me confesará, pero más importante aún, ¿Seguirá en el patio trasero? No sé cuándo esta carta habrá aparecido en mi mesa, así que no sé cuánto tiempo habrá esperado, mejor ir apresurándome antes de sacar más conclusiones. Empiezo a caminar relativamente rápido, bajando las escaleras mientras pienso ¿Quién podrá ser? Realmente esa letra no se parece a la de nadie que yo conozca, pero sería aún más raro que alguien que no conozca se me confesara, tal vez incluso ni se me confesara y solo estoy pensando las cosas de más, aun así, no solucionare nada solo pensando, además, si me confesara no sabría que hacer… acelero el paso para finalmente llegar al patio trasero.

Realmente creía que no habría nadie, pero hay esta, una chica se logra ver sentada bajo un árbol, mirando su teléfono celular, es bastante raro, esta chica posee el uniforme de este colegio, pero su pelo es de un color azul, no el típico azul oscuro para disimularlo como negro, si no que era un azul claro, cosa que el reglamento de este colegio tiene prohibido a pesar de lo bonito que es, bueno, en general los pelos de colores de ese estilo están prohibidos, por lo que es raro que esta chica sea de acá, además, no me suena jamás haber visto a alguien parecida físicamente en el colegio.

- ¿Eh? – ella se da la vuelta para finalmente darse cuenta de mi presencia, de un segundo a otro sale una sonrisa en su rostro – Finalmente llegaste, realmente tardaste mucho más de lo que esperaba – decía mientras se levantaba.

- Bueno, lo siento, recién me di cuenta de la carta, más importante aún, ¿Quién eres tú? – Pregunto con gran curiosidad, esta chica parece ser la típica que destaca mucho más que las demás personas

- Bueno, si es verdad, primero las presentaciones, Mi nombre es Mikaela Watson, soy estudiante del segundo octavo de este colegio, un gusto conocerte – dice luego de ya estar frente a mí, viéndola ya de tan cerca logro ver más detalladamente su físico, su pelo es bastante largo y liso, sus ojos son también de un color azul, además, su cuerpo es delgado y es bastante alta, casi de mi misma altura aunque no estoy muy seguro.

- Bueno, mi nombre es… - intento presentarme, pero ella me interrumpe – ya te conozco, por algo puse tu nombre en la carta ¿no crees? – realmente tiene razón, es solo una pérdida de tiempo presentarme a alguien que ya parece conocerme

- Antes que nada, te tengo una pregunta Mikaela – le digo con un tono más serio de lo normal

- Es sobre mi pelo ¿verdad? – logra adivinar con gran certeza, yo solo asiento – me lo imaginaba, mira esto – de la nada saca algo parecido a una peluca de su mochila – esta peluca está hecha con materiales bastante buenos, realmente mucha gente cree que es mi pelo natural, por lo que la directiva del colegio me permitió mantener mi pelo si es que no lo dejaba al aire libre, y así me las arregle, aunque queden partes de mi pelo azul al aire libre, solo son pequeñas partes, principalmente puntas, y eso entra perfectamente dentro del reglamento. – explicaba mientras esta se ponía esa peluca – Tachan, fíjate, de esta manera no parece que tenga realmente mi pelo de color azul – decía de una manera orgullosa, aunque realmente era muy acertado lo que decía, su pelo realmente si no la hubiera visto con su peluca fuera, no me imaginaria para nada eso.

- Bueno, realmente tienes bastante razón, pero bueno, ¿Para qué me llamabas? A final de cuentas deberíamos apresurarnos, ya está casi totalmente oscuro – dije mientras veía como la hora en mi celular ya apuntaba a que eran casi las 8:00 pm

- Bueno… pues… – ella claramente se nota nerviosa – sé que es raro que una chica que tu acabas de conocer te diga esto – su voz se nota temblorosa, ya es imposible dudarlo, ya estoy casi seguro de saber qué es lo que dirá – pero primero quiero una promesa de parte tuya.

- ¿Una promesa? – Pregunte extrañado.

- Sí, me gustaría pedirte que en caso que tu respuesta sea negativa a lo que te diré, me gustaría que lo mantengas como un secreto… – yo al ver como se notaba un poco asustada simplemente decidí responder rápido – Cuenta conmigo, te lo prometo – ella al escuchar mi respuesta finalmente se nota más tranquila.

- Pues, Kayto… lo que ocurre es que… – sigue notándose nerviosa – la verdad es que… – noto como esta aprieta sus puños, seguramente para darse valor a sí misma, noto como esta toma aire para tranquilizarse y finalmente lo dice – Kayto ¡Tú siempre me has gustado! – con esta confesión la cual realmente no es que me tomara de sorpresa, si no que no sé qué decir - ¿Quieres ser mi novio? – pregunta Mikaela ya casi para dar el golpe final…