Sean aún no ha llegado, Sam sorprendentemente continua dormida, pero ciertamente no me es tan sorprendente ya que puede durar mucho más tiempo de lo que ya lleva ahora.
-Señorita, se ve pálida, ¿Acaso se siente mal?- la expresión de Angela me dice mucho, creo que sí me veo bastante mal.
-Estoy bien, quizás solo es porque debería descansar un poco más- comento aunque la realidad es que ya no quiero permanecer en la cama. Veo que se acerca con preocupación y de momento tiene su mano sobre mi frente calculando mi temperatura quizás.
-Tiene fiebre, ¿Acaso ha salido de la casa?- inquiere sin dejar de mirarme, evado unos segundos su mirada y creo que eso ha sido una mala idea. –Sí, lo ha hecho. No debe salir con este clima, ¿Acaso no ha visto en televisión ante la temperatura tan baja en que nos encontramos- abro un poco la boca con intención de decir algo pero toma mi mano camina hasta la habitación de Sean arrastrándome con ella.
-Enserio estoy bien- de pronto mi cabeza comienza a doler y creo que Ángela tiene razón. –Bien, me recostare, y gracias- comienza a arroparme y sonríe.
-Traeré el medicamento que el joven Truswel me pidió le diese, y también un refrigerio, quizás chocolate caliente y galletas- creo que comienzo a sentirme como un niña pequeña ahora, después de todo acaban de arroparme y de ofrecerme chocolate caliente y galletas, así que por qué no dejar que eso pase, así que simplemente asiento con la cabeza y sonrío mientras desaparece por la puerta de la habitación.
…
He comenzado a preocuparme, Sean no ha llamado desde que salió de casa y bueno, cuando sale y me quedo en casa no deja de llamar, pero, será mejor tranquilizarme y asegurarme de que mi adorada amiga quien lleva más de veinte minutos en el baño no se haya desmayado o atascado por ahí. Me acerco a la puerta y toco dos veces.
-Sam, ¿Estás bien?- inquiero con normalidad ya que tratándose de ella una locura por su parte no sería de sorprender, porque bueno, es Samanta Lawson.
De pronto la puerta se abre haciendo que pegue un pequeño grito ante la sorpresa puesto que estaba a punto de colocar mi oído en la puerta para escuchar aunque sea su respiración si es que fuese posible. Su rostro es más pálido que de costumbre y su expresión es realmente temerosa.
-Venus…- es lo único que dice y se queda callada como por unos treinta segundos lo que ahora para mí es como otros veinte minutos.
-Háblame Sam- tomo sus manos y al hacerlo algo alargado cae en mi mano.
Mi boca cae entreabierta al ver lo que es.
Una prueba de embarazo.
Alzo la mirada sin saber los resultados aún, pero, creo que ya lo sé.
Giro la prueba de manera en que veo los resultados.
-No puedo estar embarazada ¿Entiendes? Tengo una vida por delante, aún me quedan cosas por hacer, chicos que besar y después conocer, quiero viajar, quiero… no, necesito hacer tanto y ahora…- parece frustrada, creo que no es algo que tenga en sus planes por ahora, y parece que ya lo ha dejado bastante claro.
-Oye, por favor espera y sé consciente de lo que estás diciendo, es tu bebé Sam, ¿No lo entiendes? Sé que debe serte difícil ahora pero imagina al bebé en tus planes de viajar y conocer el mundo, sería lindo aunque tendrás que descartar algunas cosas como besar a chicos y después conocerlos aunque ciertamente debería ser al revés, pero no importa, puedes cambiarlos por un viaje a Disneyladia y que al chico que beses sea el pequeñito que lleves de la mano- comienzo a creer que esto no va a ser fácil puesto que me ha dado la espalda, no digo nada por un rato ya que quiero que lo piense y visualice cada aspecto.
-Es que yo…- su voz suena extraña así que comienzo a preocuparme. –No quiero ser una mala madre como lo fue mi madre biológica cuando tomo un puñado de pastillas y se encerró en el baño, no le importo el hecho de que le gritara, era una niña pequeña y aun así sabía lo que sucedería si esa puerta no se abría, no le importe y nunca lo hice, la puerta solo se abrió cuando llegaron los oficiales junto con los paramédicos, pronto llegaron muchas personas y decían que lo sentían pero no entendía al principio, creí que ella estaría bien, pero salió en una camilla dentro de esa estúpida y enorme bolsa negra- me acerca abrazándola de inmediato, mi garganta arde, nunca nos había contado sobre sus padres biológicos, y cuando alguien le preguntaba sonreía y decía que no lo recordaba porque era bastante pequeña, que ni siquiera recordaba su rostro ni su voz.
-Escúchame, serás una madre excelente ¿De acuerdo? La mejor de todas porque tienes un carácter fuerte y único que contagia a los demás, lo harás muy feliz, lo haremos porque obviamente seré su madrina, pero adviértele a Tessa que ese puesto ya es mío-.
-Gracias Ven, te quiero tanto-.
-Yo también pero si vuelves a decirme Ven entonces habrá problemas- aclaro con diversión puesto que siempre que quería molestarme me decía Ven al baño ven.
-Bien, pero sigo creyendo que debieron llamarte Marte o agujero de gusano- entrecierro los ojos y me cruzo de brazos fingiendo indignación.
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Editado: 25.12.2019