Claro que no puedo entenderlo, cuando Sean no sabe de mí por media hora enloquece y parece querer llamar al ejército o a un equipo SWAT para que me encuentren, así que no puedo quedarme aquí hasta que amanezca para abordar un avión a Londres como si no me importara lo que dejo atrás. Sin emabrgo su mirada es más del tipo suplicante, imagino que tiene un punto en el que en todo lo que dice es correcto, pero la cuestión es ¿Qué es lo correcto?
-Bien, solo quiero dormir, no me siento del todo bien- frunce el ceño y se acerca pero al verlo retrocedo inconscientemente, no parece sorprenderse de mi actuar así que de igual manera se acerca. Coloca una mano en mi frente para revisar mi temperatura pero vuelvo a retroceder. -Estoy bien-.
-Bebe esto, podrás dormir mejor- me entrega una botella pequeña y señala la habitación en la que me quedare.
…
Entro a la habitación y antes de si quiera pensar en beber el contenido de esta cosa verifico que no haya orificios en los cuales se haya podido introducir alguna sustancia de la cual no me gustaría beber y efectivamente tiene uno muy pequeño, tan pequeño que pareciera que le han inyectado algo con la aguja de alguna jeringa así que entro al baño y lo vierto en el lavamanos.
-Si lo que acaba de decirme Ezra es verdad y Sean ya está enterado de esto supongo que será buena idea llamarlo, aunque ciertamente no me creo demasiado esto, no imagino que él haya decidido alejarme y no saber de mí simplemente porque su primo al que corrió de su hogar la última vez y amenazó con no volver a acercase a mí. ¿Cómo es que consiguió credibilidad por parte de Sean?-.
Esto es demasiado extraño así que proceso a buscar mi teléfono celular en el bolso pero no lo encuentro.
-Demonios, estaba aquí hasta que baje del auto y… Él debió tomarlo- salgo de la habitación para poder buscarlo pero no hace falta ya que está a un metro de la puerta de la que acabo de salir, sus labios se separan ligeramente y parece sorprendido. -¿En dónde está mi celular, Ezra?- niega con la cabeza después de fruncir su ceño con demasiada indignación.
-¿Cómo es que voy a saberlo?- de pronto mi celular comienza a sonar justo en el bolsillo trasero de sus jeans, le lanzo una mirada asesina y carraspea su garganta como si quisiera decir algo pero no puede.
-Oh vaya, creí que era la única con gustos extraños en cuanto al tono de llamada de celulares se trate. Dame mi celular, Ezra-.
-Venus…-.
-Nada de lo que dijiste en cuanto a tus planes de contarle a Sean eran mentira ¿No?-.
-Solo déjame explicarte- extiendo mis manos ligeramente a los lados y arqueo ambas cejas esperando esa explicación que lo salve de mi puño contra su rostro. –En realidad quería llevarte a Londres yo mismo, no con tus amigas, sino que… simplemente quería mantenerte alejada de esto, de mi padre mientras intento averiguar más, y ciertamente no quería meter a Sean en esto, así que si quieres tanto como yo que él esté bien entonces me dejaras ayudarte-.
Lo observo detenidamente, supongo que dice la verdad, y sé que eso del suponer no salió muy bien teniendo en cuenta que me ha mentido.
-Solo quería que menos personas estuviese involucradas-.
-He aprendido demasiado de mis errores Ezra, y mi máximo error sería escapar una segunda vez y abandonar a Sean, lo que sea que vaya a venir, incluso si se trata de mis últimos momentos quiero pasarlos al lado de él. Así que no pienso excluirlo de esto, el hecho de haber pasado todo mi tiempo en el hospital mirando películas de romance y tragedia me ha servido demasiado para evitar equivocarme ahora, eso es no repetir un error dos veces- expira lento y asiente con la cabeza, no hay una expresión feliz en él pero parece entender. –Volveré con Sean antes de que crea que quien me tiene es tu padre- lo rodeo para poder salir pero toma mi antebrazo impidiéndolo.
-Enfrentare las consecuencias de mis actos, te llevare yo mismo-.
Por el rabillo del ojo observo que respira demasiado extraño, quizás es por el hecho de que su plan equivoco de salvarme de su padre no ha salido como esperaba. Quise llamar a Sean pero mi bobo e inservible celular se había quedado sin batería al igual que el de Ezra y no he tenido más remedio que esperar a llegar.
-¿Estás bien?- inquiero al ver como no deja de mover los dedos ligeramente sin soltar el volante.
-Bueno… he estado mejor pero gracias por preguntar. ¿Y qué tal tú?- bajo la ventana para poder tomar un poco de aire pero desde su puerta mágica con acceso a todas las ventanas del auto hace que vuelva a subir y que el aire que tanto deseaba no llegue a mi rostro. –Aun no estás del todo bien para tomar esos lujos así que mejor enciende la calefacción- blanqueo los ojos y me recargo en el respaldo del asiento.
-¿Qué cómo estoy? Sobreprotegida- respondo entre dientes.
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Editado: 25.12.2019