Capítulo 11 - Un poco de amor 1/3

Pasaron 2 semanas desde el incidente del hospital, en esas dos semanas salía a escondidas con Luzbel, él me entendía y los besos no faltaban en las salidas, Luzbel me llevaba a lugares maravillosos pero en especial me gustaron 3, en ellos pasaron cosas maravillosas, cada que lo recuerdo sonrió como tonta.

~Flashback 1~

―Luzbel... dime a donde vamos ―le suplico por milésima vez

―Que no ―dice riendo―. es una sorpresa―finjo estar enojada, Luzbel acaricia mi mejilla―. te ves hermosa cuando finges enojarte ―inmediatamente me sonrojo y miro por la venta, no puedo dejar de sonreír

―¿Ya llegamos? ―pregunto, llevamos 30 minutos en el auto y estoy muy emocionada

―No falta mucho ―se acomoda en su asiento―. ven, échate en mi ―me acomodo en sus brazos, el conduce con una mano y con las otra acaricia mi cabeza, cierro los ojos y disfruto el momento.

Luzbel prende la radio y COME AND GET YOUR LOVE suena en el auto.

―Súbele ―le pido a Luzbel y me pongo a cantar la canción―. nothing the matter with your head. Baby find it, come on and find it, hail, with it baby.

―'Cause you're fine, and you're mine, and you look so divine ―sigue Luzbel.

―Come and get you're love ―cantamos al unísono―. Come and get you're love― repetimos unas veces más.

―Heey! What's the matter with you feel right ―continúo.

―Don't you feel right right, baby ―me sigue Luzbel.

El resto del camino nos la pasamos cantando y riendo, el camino a donde quiera que me lleve Luzbel se vuelve más divertido, a ambos nos gustaba GUARDIANES DE LA GALAXIA, en el camino hablábamos de nuestros personajes favoritos y todo fue maravilloso.

Cuando al fin llegamos vi que nos encontrábamos en una finca, había una hermosa casa de madero y a lo lejos algunos animales, los colores abundaban y era muy lindo.

―¿Te gusta? ―me pregunta Luzbel mientras apaga el auto.

―Sí, es muy lindo ―me quedo atontada viendo a mi alrededor, no sé en qué momento Luzbel se bajó de auto y me abrió la puerta a mi―. gracias

―Pasemos para instalarnos ―me informa.

Le dije a mi madre que iba a ir a la ciudad con Emi unos días, ella me cubría siempre que quería salir con Luzbel, es la mejor amiga del mundo.

Al entrar a la casa con nuestras maletas, las personas encargadas nos saludan muy amables y Luzbel y yo les devolvemos el saludo.

―Señor Edevane, un gusto tenerlo nuevamente por aquí ―un joven se acerca a Luzbel.

―El gusto es mío, traje a una chica especial para que pasemos unos días en la naturaleza.

―Maravilloso, les mostraré su habitación ―el joven nos guía hasta una habitación donde habían solo una cama―. disfruten su estadía.

―No te registraste ―le digo a Luzbel algo confundida.

―Ellos ya me conocen, son muy amigos de mi familia ―me informa, yo asiento y me siento en el borde de la cama―. tomaré una ducha y bajamos a comer ―me da un beso en la frente y se mete al baño.

Miro la habitación y es muy hermosa, la luz del sol entra en la habitación y la ilumina, siento como si fuera un sueño, tiene un balcón que da una vista hermosa, el cuarto es amplio y hermoso, esto es maravilloso. La cama es blanca y muy cómoda, las cortinas son del mismo color y queda bien con el color de la pared, es una muy buena decoración, Emi se moriría.

Me quedo en la ventana, viendo la naturaleza, hay tanta paz, todo es perfecto, necesitaba esto, necesitaba un poco de paz, un poco de amor.

Siento unas manos rodear mi cintura, siento su mentón en mi cuello, las gotas de agua de su cuerpo me mojan, amo el efecto que causa en mi cuando hace eso.

―Me alegra que te guste, aún hay mucho que ver, preciosa ―me regala un beso en la mejilla y se mete al baño nuevamente para cambiarse, luego entré yo para ducharme y ponerme algo más cómodo para ir a pasear.

PLAY A LA CANCIÓN

Bajamos a desayunar tomados de la mano, comimos lo justo para aguantar el día y para no sentirnos muy llenos, el desayuno estuvo delicioso, y el lugar en donde comimos también lo era, las mesas se encontraban al aire libre, el sol estaba delicioso, calentaba pero no te quemaba, el día estaba perfecto, como en un cuento de hadas.

Luego del desayuno, Luzbel me llevo a cabalgar, los caballos eran muy lindos, voy a admitir que tenía mucho miedo, nunca había cabalgado un caballo pero Luzbel me quito el miedo.

―No te hará daño, ven y acarícialo ―Luzbel toma mi mano y la boca en la frente del caballo―. tranquila preciosa

―¿A quién se lo dices? ―pregunto.

―A ambos ―reímos juntos.

Luzbel y yo recorrimos un viñedo con los caballos, fue increíble, mi caballo era tranquilo y muy lindo. Luego de cabalgar fuimos a una degustación de vino y escuchamos la historia del lugar, puedo decir que fue una de mis partes favoritas, los vinos estaban deliciosos, las horas se pasaron volando, ya eran las 2PM, Luzbel y yo teníamos hambre así que fuimos al restaurante del hotel para llenar nuestras energías, el almuerzo estuvo maravilloso, comimos con los dueños del hotel y en nos contaron las travesuras que hacia Luzbel de niño, yo me reía con cada anécdota y a veces Luzbel me besaba, pero esos besos tiernos que enamoran más, yo me encontraba recostada en él, él me miraba a los ojos y yo a él, sentía una magia inigualable, me sentía feliz a su lado.