Silencio

Capítulo 23 - Primer día de trabajo

―¿A dónde sacarás a mi esposa? ―Jason miraba a Emily con mucha seriedad, esperando su respuesta. 

―Me gustaría salir con ella una tarde ―responde Emily, sin titubear―. Hace tiempo que no podemos tener una tarde de chicas.

―¿Tarde de chicas, eh? ―se frota el mentón―. Interesante.

―Claro, como eres tan controlador... ―lo encara―. Supongo que Adara seguirá triste y sin ganas de hacer nada.

―Adara se siente feliz aquí conmigo ―discute Jason, pobre iluso.

―Pregúntale ―Emily me apunta, está jugando con fuego y lo sabe, Jason me mira, esperando que responda. 

―Me gustaría poder salir con Emily ―lo miro, haciendo un puchero.

―Ustedes son ―Jason nos apunta enojado, sale de la habitación botando humo por las ojeras.

―Bien ―Emily se acerca a mí―. Ya se fue, debemos tener mucho cuidado

La cena fue de lo más incómoda, ninguno decía nada, la mesa se encontraba en completo silencio, ninguno se animaba a hablar. Jason vigilaba cada movimiento.

―Y...Emi- rompo el silencio ―¿Cómo está tu abuela?- Emily me mira confundida.

―Ella está bien ― responde, dando un sorbo a su bebida―. Ya está mejorando.

―¿Mejorando de qué? ―pregunta Jason.

―Tenía neumonía ―responde―. Todos nos asustamos y fuimos a cuidarla pero ella es muy fuerte, ya se está recuperando.

―Me alegra escuchar eso ―Jason toma su vino, con una mirada enojada.

―Se nota ―susurra Emi, gracias a Dios, Jason no la escuchó, o finge que no lo escuchó.

Esa noche, Emily durmió en el cuarto de invitados. Jason aseguró que estaba muy cansado y quería que fuéramos a dormir de una vez, por lo que no pude seguir conversando con Emily. Ahora mismo, Jason se pone su pijama.

―En dos semanas tendré que ir de viaje ―me informa―. Uno de negocios, solo me iré por 10 días. 

―¿Por qué? ―pregunto. 

―Como dije... ―se mete a la cama―. Es de negocios, iré con mis padres. Mar se quedará unos días contigo. 

―Está bien ―respondo, fingiendo indiferencia. Pero por dentro estoy gritando de emoción, esta podría ser la oportunidad perfecta para escapar.

―Mañana te llevaré yo al trabajo ―informa antes de apagar las luces.
 

Luzbel

―Papá ―lo llamo desde lejos―. ¿Podemos hablar un segundo?

―Dime, que sea rápido, Luzbel

―Tengo un plan ―anuncio―. Según nuestras fuentes, Jason viajará en un mes. La casa será una fortaleza pero hay una forma segura de entrar.

―Te escucho ―me mira.

―Por debajo ―propongo―. Las alcantarillas pasan por la casa de Jason, gracias a los nuevos proyectos de Jason, hay una salida en el estacionamiento

―Esa zona podría estar muy vigilada ―discute mi padre.

―Podría, pero no lo está ―le muestro mis carpetas―. mandamos a un hombre para ver el área, el estacionamiento es la única zona sin guardias

―Pero con cámaras ―recuerda.

―Pueden ser bloqueadas si cortamos la luz ―sonrío.

―Hijo ―palmea mi hombro, conozco ese movimiento―. Es posible, pero necesitamos más elaboración, esto no es algo tan fácil como crees, podemos mucho en riesgo

―¡La vida de Adara está en riesgo! ―subo la voz.

―Y también la vida de muchos de mis hombres- contraataca- Esto es peligroso para todos, no solo para ella. Tomaré la carpeta, es un buen plan, pero necesitamos más. Buen trabajo

―Yo también puedo ayudar ―respondo―. Adara es muy importante para mí, yo iré a rescatarla.

―Tú no pondrás un pie fuera de este lugar ―ordena―. Mi hombres irán a traerla, tú te quedarás aquí.

―Eso tú no lo decides ―lo encaro.

―Claro que sí ―me apunta con su dedo―. Tú te quedarás aquí, fin de la discusión

Lo veo alejarse y la ira se apodera de mi cuerpo, intento tranquilizarme para no causar un desastre. No voy a dejar que alguien más vaya por Adara, no la conocen, la pueden asustar. Ella me necesita y no dejaré que hombres desconocidos vayan por ella, puede creer que intentan lastimarla. Voy a la sala de operaciones, donde se encuentran Leo y Dan. Este no es mi lugar favorito, no soy parte de esto y no quiero serlo, solo quiero acabar con esto y tener a Adara a salvo.

―Necesito su ayuda ―me acerco a ellos.

―Déjame adivinar ―Dan gira para mirarme―. Problemas con papi

―Muy gracioso.

―No te dejó ir a la misión, ¿verdad? ―Leo me da unas palmadas en el hombro.

―¿Cómo lo sabes?

―Nos pidió alejarte de este "caso" ―hace comillas con sus dedos―. Hablamos como si fuéramos policías y somos todo lo contrario.

―Nos convertimos en lo que juramos destruir ―se burla, Dan―. Ni Judas era tan traicionero.

―Payaso ―ríe Leo―. Bueno, tu padre nos dio órdenes estrictas y debemos obedecer.

―¿Ustedes también? ―bufo, par de idiotas.

―Al fin de cuentas, ¿Qué haces acá? ―pregunta Dan―. Tú eres un "caballero", tienes dinero y una empresa honrada, tú no perteneces aquí- gira en su asiento.

―La amo, quiero salvarla ―confieso―. No quiero que siga viviendo un infierno, quiero estar para ella.

―Que romántico ―se burla―.  Nuestro pequeño Luzbel se ha enamorado.

―Sí, y no me avergüenza admitirlo, ella es especial para mí- me aparto- Si ustedes no me van a ayudar yo lo haré solo.

―Nadie dijo que no te íbamos a ayudar ―dice Dan a mis espaldas.

―¿Qué? ¿Tú quieres ayudarme? ―frunzo el ceño, Dan no rompe nunca las reglas.

―También hay alguien que quiero rescatar y nadie puede enterarse ―confiesa―.  Además, no quiero lidiar con tu novia gritando ―Leo y yo lo miramos confundidos―. ¿Qué me ven?

―¿A quién quieres rescatar? ―pregunta finalmente, Leo. Dan suspira.

―Se llama Mar ―sonríe inconsciente―. Ella y yo salimos, hasta que su hermano se enteró. Él enloqueció y nunca supe más de ella, la espiaba de lejos para asegurarme de que esté bien

―Eso no es nada raro, no tiene nada de acosador ―se burla Leo. 




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