5 años atrás...
*EMILY*
―Estamos hartos de ti ―grita mi padre―. Solo tienes un deber, obedecer
―Yo no soy su marioneta, yo no quiero ser como ustedes ―me defiendo por milésima vez-¿Lo que yo quiera no importa?
―Lo que tú quieras no te va a alimentar, vas a ser una fracasada ―grita nuevamente, hemos tenido la misma discusión por años-Eres una decepción para nosotros.
―Solo quiero que me apoyen, que me amen ―suplico―. ¿Es tan difícil?
―Quiero que largues de esta casa ―ordena―. No quiero tener una hija como tú, eres una vergüenza.
―Mamá ―la miro suplicante, al bordo del llanto.
―No me vuelvas a llamar mamá, ya no eres nada nuestro, largo ―grita.
Meses atrás esto me habría dolido, pero no puedes romper algo que ya está roto. Meses atrás las lágrimas habrían quemado mi rostro, mi corazón habría agonizado por el dolor que esas palabras ocasionaban. Pero ya no, mi corazón ya había sido roto, mis lágrimas ya habían perdido su efecto, lo único que quedaba en mí era un vacío.
Subo a mi habitación a paso acelerado, dejé de escuchar los gritos hace un rato. Desde pequeña pude ignorar sus gritos, ignoras sus palabras, ignorar sus discusiones. Cerrarme por completo.
Tomo una maleta y empiezo a poner lo importante, ropa, laptop, dinero. No tenía idea que a dónde iría, ni con quien, pero debía irme. Al terminar de empacar, le doy un último vistazo a mi habitación, ahora casi vacía. Todo iba a cambiar.
En el fondo, una parte de mí esperaba que mis padres se arrepintieran, que se detuvieran y me abrazaran. Una parte de mí esperaba que por lo menos se despidieran, que me dieran un último adiós. Pero sabía que no lo harían, no les importaba lo suficiente para que lo hicieran
Al salir de casa, sentí algo extraño en mí. No sé cómo explicarlo, me sentí libre y asustada, sentí como el peso que llevaba cargando por años, se desvanecía. También me sentí asustada, porque era todo un mundo, un mundo en donde tendría que aprender a estar sola.
Ya tenía dinero ahorrado, de alguna manera ya estaba preparándome para este momento, no creía que llegaría pero llegó, y debía afrontarlo. Compro un boleto de bus a la ciudad, allí tendré mejores oportunidades de crecer como persona y demostrarle a mis padres que se equivocan
―Que tenga un buen viaje ―me desea el encargado de revisar los boletos.
Subo en silencio y me pongo los audífonos, miro a la ventanilla del bus, viendo todo lo que voy a dejar atrás. Tomo mi celular para enviar un mensaje.
Emily: Hola Ada, debo decirte algo...
Adara: Hola Em, dime♡
Emily: Me iré por un tiempo, quiero estudiar artes y diseño. Quiero seguir mis sueños, y en ese pueblo no lo lograré
Adara: Em... ¿Qué quieres decir?
Emily: Me fui de casa, me mudaré sola a la ciudad
Adara: ¿Por qué no me dijiste? Hubiera podido despedirme, hubieras hecho algo juntas 😭
Emily: Lo lamento Ada, lo hago por mí. Lo necesito, te quiero, pero necesito esto
Adara: Lo entiendo, te extrañaré tanto Em😭Pero respeto tus sueños, siempre estaré aquí esperando❤️
Emily: Gracias Ada❤️ te quiero, prometo hablarte cuando llegue. Besos♡
Guardo el teléfono y pongo música, no quiero pensar en el viaje, no quiero preocuparme aún, por lo menos necesito un poco de paz en mi día.
Nunca tuve una buena relación con mis padres, nunca fui la hija que esperaron. A pesar de todo mi esfuerzo, jamás estaban satisfechos, jamás podían alegrarse. Toda mi vida solo escuché críticas de ellos, insultos y maldiciones. Cuando era niña eso me afectaba mucho, pero aprendí a guardármelo para mí, no quería a nadie cuchicheando sobre mis problemas. Al pasar de los años, fui superándolo, fui aceptando la idea de que no sería como ellos querían, no sería lo suficientemente buena para ellos. Pero lo seré para mí, solo tengo una vida, no quiero desaprovecharla siendo algo que no soy, fingiendo ser como todos quieren que sea. Iba a estar sola en esto pero iba a estar bien, lo iba a lograr.
Tomo mi maleta y bajo del bus, veo todo a mi alrededor. No es algo nuevo para mí, no es la primera vez que vengo a la ciudad. Tomo un taxi y pido que me lleven a un hotel, uno cualquiera, no quiero gastar mi dinero. Le pago al taxi y pido una habitación personal, me dan la llave y busco mi habitación de hotel.
Abro la puerta y veo el cuarto, las paredes sucias, las sabanas oscuras, una pequeña televisión, el baño asqueroso y las cortinas manchadas. Sin duda es una fea habitación pero es lo que hay, es lo que puedo pagar.
―Mañana será un día mejor ―me consuelo a mí misma.
Me meto a la cama y tomo mi laptop, necesito buscar trabajo, necesito buscar escuelas. Debo valerme por mí misma, por ahora lo esencial es buscar un trabajo, muchos de ellos piden que tenga experiencia. Apunto los números de trabajo para contactarlos mañana.
Al día siguiente...
―Buenos días, mi nombre es Emily ―me presento―. Vi su anuncio en internet, me interesa el trabajo.
―Buenos días ―saluda―. ¿Tiene usted experiencia en marketing o ventas?
―Oh, temo que no ―respondo―. Pero aprendo rápido y soy muy dedicada.
―Lo sentimos, buscamos a gente con experiencia ―se excusan.
―oh vaya... Muchas gracias de igual manera.
―Que tenga un buen día ―me cuelga.
Es el tercer empleo en el que no me aceptan, ni siquiera he desayunado. Sigo llamando pero ninguno quiere aceptarme, sin duda todos buscan gente con experiencia y no practicantes como yo.
―Buenos días, mi nombre es Emily ―saludo―. Vi su anuncio en internet y me interesa mucho el trabajo.
―Buenos días, soy Henry ―se presenta―. ¿Tiene alguna experiencia que sea útil para el trabajo?
―Mm yo...soy muy dedicada y aprendo rápido ―respondo.