Silencio de un corazón roto

Carta 4: Me enamore

Me enamore tanto que mis ojos admiraban lo bello que eras, aun después de tanto tiempo junto a ti sentía las mariposas en mi estomago cada vez que mis pies querían ir a tu encuentro aun cuando sabía que no eras bueno para mí.

Me enamore porque viste quien era realmente y me trataste como lo más valioso que tenías en tus brazos.

Me enamoré de ti por la forma en que me hacías sentir, por tu manera de hacerme sonreír aún cuando el mundo se me estaba cayendo en pedazos. Me enamoré, por la forma en que sabias darme calma cuando me sentía aterrada, por esos estúpidos chistes que sólo tú y yo entendíamos.

Me enamore cuando vi lo débil que era cuando se trataba de ti hasta el punto de desconocerme, alguien como yo tan fuerte y tan arisca con los demás me volvía otra si se trataba de ti.

Me enamoré por tu voz, por como cantabas cada vez que te distraías y pensabas que nadie te escuchaba.

Me enamoré por tu sarcasmo, por tus ganas de vivir la vida, por tu fuerza y por tu debilidad.

Me enamore por cada cosa que hacías que llegaba a mi frio corazón.

Me enamoré por esa risa loca que tienes, porque había días que podía escucharla a una cuadra y la reconocía a la perfección. Me enamoré por tu corazón, por la maravillosa persona que hay escondida bajo esos hermosos ojos.

Me enamore porque cuando no estabas conmigo no podía concentrarme, me preguntaba dónde estabas o que hacías, supe que estaba enamorada porque cuando estabas a mi lado volvía a la realidad más concentrada que nunca y aunque suena loco así era como funcionaba.

Me enamore porque me hacías sentir viva, porque había una razón para la cual vivir… Me enamoré como nunca nadie de mi edad se ha enamorado antes.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.