Hace dos días fue el funeral del rey Rolan .Hoy Alexander debía presentarse ante el consejo para arreglar su coronación. Aunque, pareciera extraño su única ancla era Selene y Lucia.
Selene estuvo con él durante estos tres días. Es la primera vez en años que Alexander deja que alguien con quien se acostó una sola noche se acerque, la última vez termino por romperle el corazón.
Al principio Selene y el príncipe no se llevaban bien, solo se acostó con ella por haberlo desafiado la primera vez que vino al palacio. Al menos era lo que el príncipe se repetía una y otra vez. El día en que la vio por primera vez en el palacio no la reconoció, para cuando se dio cuenta de quién era ella. Habían tenido una pelea de reencuentro:
Flashback...
— ¡Wow! Padre me has traído un regalo —Alexander miro a la chica que estaba sentada frente de su padre.
La reparo detenidamente. No definitivamente no era el tipo que le príncipe le gustaba. Él quería una chica con un cuerpo de modelo, cosa que Selene no poseía, ella le dio una sonrisa.
—Bueno, creo que no—dijo con desilusión —, ya conoces mis gustos—repuso sin importancia.
La chica se puso roja. Alexander se giró listo para marcharse, pero entonces, escucho su voz llena de ira.
—Bueno, al parecer a su majestad le gustan los cadáveres andantes sin emociones.
«Como se atreve» pensó el príncipe.
—Insolente mujer como...
— ¡Shh!— cerro la mano en gesto de callarlo—Se me hace que tus huevos están siempre sobre cargados y por eso usas el primer sartén más barato que encuentras.
— Y a mí me parece que a ti te hace falta un polvo —se llevó un dedo a la barbilla pensativo—. ¡Cierto! No creo que a ningún hombre le guste la grasa.
«Puff eso sí que le dolió puedo verlo» pensó triunfante.
—Al menos yo soy toda una dama y no me acuesto con cualquiera, solo por ser el príncipe. Déjame decirte que si no lo fueras, esos esqueletos con los que te descargas nunca te mirarían.
— Tu hija de...p...
— ¡Ya basta! —Grito el rey— Alex más respeto con las damas.
Rolan le dio una mirada reprobadora a su hijo. Luego se dirigió a la mujer fastidiosa.
—Selene esas no son palabras para una dama—le habló con dulzura.
— ¿Cuántos años tienes?—le preguntó Alex a la chica.
— veinticuatro años —respondió a regañadientes.
— ¿No crees que está un poco vieja? ¿Por qué no te has casado? — «Un punto más para Alex, seguro no se ha casado»— Padre deberías buscarle un prometido los empleados solteros están buscando una, pero que no sea de la cocina seguro nos deja sin comida.
El dolor se reflejó en el rostro de la chica.
— ¡Alex! —Grito el rey —no acepto que le hables así a Selene.
«Nombre bonito» pero no pudo dejar de herirla.
—Tal vez, debería hacer una obra de caridad contigo "Selene" y echarte un buen polvo para que veas por lo que se desviven esos ''cadáveres andantes".
La chica se quedó callada, de pronto se acercó y le dio una bofetada tan fuerte que le doblo la cara.
—Eres un bastardo insensible, seguro metes esa cosa tuya asquerosa llamada pene en cualquier hueco que encuentres, pero ¿sabes qué? —Selene lo empujo — una mujer de verdad jamás se acostaría con el peor hombre llamado "príncipe" que pueda tener Inglaterra. ¿Quién sabe? Tal vez tengas una enfermedad.
La vista del príncipe se tornó roja.
—Maldita bola de gra...—Se calló, al ver que ella retrocedió asustada, su mano la cual no se había dado cuenta que había alzado para golpearla, fue sujetada fuertemente por su padre.
—No te atrevas Alexander, te he pasado muchas cosas, pero golpear a una mujer y menos a Selene jamás te lo dejare pasar. Selene también actuaste mal con todo lo que le dijiste, quiero que los dos ahora mismo se disculpen y de una vez les digo que los dos trabajaban en la gala que se hará en un mes.
Alexander necesito que vayas viendo cómo funciona todo.
Selene miraba al suelo y Alexander estaba totalmente sorprendido de lo que había estado a punto hacerle, jamás le ha pegado a una mujer pero, la chica lo sacaba de sus casillas, no se iba a disculpar, ella había dicho que su amigo era una cosa asquerosa.
—Estoy esperando, sino lo hacen pasaran una noche en los calabozos.
La chica se irguió en toda su altura, (1.60 cm). Alexander la miro mejor y se dio cuenta de que no era fea, ni tampoco gorda como al principio insinuó, era más gruesa que las mujeres con quien se había acostado. Tenía una cintura pequeña a pesar de tener un culo grande, pechos grandes y piernas nada flacas. Era guapa para que negarlo, una cabellera rubia y le llega hasta el inicio de su trasero, sus ojos eran de un color, que no pudo determinar de qué color eran. Recuerdos llegaron a su mente, los cuales lo dejaron aturdido.
—Lo siento —susurro la chica—bastardo —mascullo pero Alexander pudo oírla.
—Lo siento—dije entre dientes —tal vez, puedas hacer ejercicio en mi cama, eso ayudaría— Alexander, no pudo evitar herirla.
No espero que dijera nada, salió del despacho de su padre. Si otra persona le hubiera hablado así al príncipe el rey lo hubiera encerrado.
« Al parecer el siente aprecio por esa mujer. Debe de haber algo más entre la relaciona de mi padre y esa chica».
Fin del flashback...
Alexander salió de sus pensamientos cuando alguien entró a su habitación.
— ¿Alex ?—Lo llamo Selene— Necesito hablar contigo es algo importante.
Ella se veía nerviosa.