Se encontraba sentado al filo de la ventana de Alejandro, moviendo sus pies descalzos y pensando en realmente nada. Soltó un suspiro, levantó la vista para poder observar las estrellas que estaban siendo ocultas por la propia neblina, entonces recordó que la primavera se acercaba u otra estación, ni siquiera lo recordaba o tenía en cuenta.
— ¿Cómo encontraste mi hogar?- interrogó el joven, el Autor sonrió.
— Tu habitación está en un piso demasiado alto, estoy tentado en lanzarme.- ronroneó.