7 de Octubre del 2011
Querido diario: Hoy Sophia, Margareth, Estela y yo jugábamos a "atrápame si puedes", era el turno de Sophia, ella debía atraparnos a todas, teníamos 5 segundos para correr lo más lejos posible antes de que el juego empezara.
Corrí lo más lejos posible "ALLÍ VOY" gritó Sophia, el juego había empezado, atrapó rápidamente a Estela, ahora sólo quedábamos Margareth y yo, corrí y corrí, pero una pequeña roca hizo que tropezara, mis ojos rápidamente se llenaron de lágrimas, sentí un fuerte dolor en el tobillo, intente ponerme de pie, pero el dolor era intenso, las chicas se acercaron muy preocupadas, Margareth fue a llamar a la maestra, unos minutos después la maestra llamó a mi padre y me llevó a la enfermería.
Ahora mismo tengo el tobillo vendado y estoy en la sala esperando a que papá regrese , dijo que no tardaría en venir, fue a compar comida ya que hoy es Jueves, hoy mi mamá llegará muy tarde.
Espero recuperarme muy pronto para volver a jugar con mis amigas.
-Julieth-
(...)
El sonido de la puerta al abrirse hizo que despertara, no sé en que momento me quedé dormida, froto mis ojos y veo entrar a mi padre tambaleándose
─Julieth querida ven a cuidar a tu padre ─por el sonido de su voz deduzco que ha estado bebiendo─ hija ven, no tengas miedo.
Se acerca a mi y me toma de las manos.
─Hija no voy a hacerte daño ─besa mis manos─ papá quiere que le ayudes con algo, vamos a mi habitación.
Siento miedo, estoy asustada, él nunca ha llegado en estas condiciones a casa, respiro hondo y empiezo a subir las escaleras cuidadosamente.
Al llegar a la habitación le dije a mi papá que descansara, que yo iba a esperar a mi mamá, pero el se rehusó, me gritó, encendió la luz y cerró la puerta.
─Julieth hija tu quieres verme feliz ¿cierto? ─asentí─ entonces hoy vas a complacer a tu padre.
Empezó a quitarse la camisa y a desabrocharse el pantalón, mi cuerpo tembló, mi corazón latía rápidamente, quería salir de allí pero no podía, él atrancó la puerta con una silla, no tenía esperanzas y lo peor de todo es que aunque gritara, no había nadie que me ayude...
Me tiró a la cama y se aventó encima mío, lloré y le suplique que no me haga nada pero todo fue en vano, el no paro, me golpeó y me desvistió, me tocó y me hizo daño, me hizo el peor daño del mundo, mi propio padre me destruyó, traté de zafarme de él, pero fue imposible, dijo que todo era culpa de mi madre, lo repitió tantas veces mientras me dañaba más y más.
No sé en que momento paró, no sé en que momento deje de llorar, me levanté cuidadosamente, la puerta estaba abierta, las sábanas llevaban mi sangre, no desaproveche la oportunidad, con el alma rota salí corriendo a mi habitación lo más rápido que mi tobillo y el dolor que tenía externamente e internamente me permitía.
Me he mantenido encerrada en mi habitación, tomé una ducha e intente borrar cada recuerdo del ser tan asqueroso que me hizo daño, llore y llore, me quedé en la ducha una o tal vez dos horas, no lo sé, ahora me encuentro recostada en mi cama pensando en por que mi padre e atrevió a hacerme esto, ¿acaso hice algo malo? ¿estaba enojado por haberme doblado el tobillo? ¿por qué dijo que mi mamá tenía la culpa? el reloj marca las 11:30pm.
Unos minutos después la puerta principal suena, mi madre ha llegado, quiero contarle todo, quiero que me abrace y me diga que todo va a estar bien. Llaman a mi puerta.
─Julieth ábreme ─es la voz de mamá pero suena algo rara,
Me levanto y abro la puerta pero me sorprende verla con el rimel corrido, ha estado llorando ¿acaso ya lo sabe? ¿será ese el motivo por el cual sus ojos están rojos?
─Tú, tú tienes la culpa de todo, te mereces lo que tu padre te ha hecho, has sido un error en mi vida, nunca debiste de haber nacido, te odio ─me grita con ira, seguido de esto me empuja haciéndome caer, me patea, se saca el cinturón que llevaba y me empieza a golpear las piernas con este.
Las lágrimas resbalan por mi rostro, no puedo creer todo lo que me ha dicho
─Mamá para por favor ─le suplico, retorciéndome de dolor.
─Todo es culpa tuya, nunca debiste de existir ─me levanta del suelo y me jala de los cabellos, me abofetea una y otra vez hasta cansarse, golpea mi rostro contra la pared ocasionando que mi frente, nariz y labio sangren
─¡PARA YA! ─grito pero sólo logro ponerla más eufórica.
3:30 am han pasado 3 horas desde que se fue, me he ahogado entre mi propio llanto, tengo el cuerpo marcado por los golpes que me ha dado, he dejado de sangrar pero el dolor es interminable, no puedo expresar como me siento, tengo el alma rota, me siento hecha pedazos, estoy muerta en vida, pensé que tenía una familia, pero hoy me he dado que solo me tengo a mi misma. Quiero despertar de este terrible sueño, quiero pensar que fue una pesadilla y que nunca ocurrió, tengo la mínima esperanza que al amanecer todo volverá a la normalidad, mi cuerpo no estará cubierto de marcas y mi alma no estará rota.