No sabíamos por donde escapar, los guardias habían obstruido todas las puertas, fue un golpe de suerte el que Austin supiera de una salida oculta "A los baños ¡Ahora! ", nos dijo e inmediatamente pensamos que la idea era loca y ya dábamos todo por perdido pero... ¡No fue así!
En el baño había un conducto de ventilación, no desperdiciamos la oportunidad, atrancamos la puerta del baño e inmediatamente Austin se subió al lavadero logrando destapar el conducto, uno a uno fuimos ingresando, el último era él, nos guió, era realmente incómodo estar dentro de un lugar angosto y pequeño, además el único modo de poder avanzar era gateando, me dolían las rodillas y estoy segura de que a los chicos y chicas también pero eso no importaba ahora, aún no estábamos afuera.
─Louis destapa el conducto que tienes al frente de tus narices ─ordenó Austin.
El sonido de un metal cayendo a alguna superficie que no podría explicar que era me hizo saber que el tal Louis acató la orden de nuestro ahora guía.
─¡Salta! , gritó Austin, y pronto las personas que estaban delante de mí iban desapareciendo una a una hasta que sólo quedamos Austin y yo, tragué saliva.
─Julieth estas a un solo paso, solo uno, salta y serás libre.
Las palabras de mi amigo me dieron el valor, asentí, cerré mis ojos y prácticamente me arroje, caí en un contenedor de basura, el cual amortiguó la caída, respire hondo y salí del contenedor en el mismo instante en el que veía a mi amigo caer entre las bolsas de basura.
─Lo logramos ─digo tratando de recuperar el aire y a la vez asimilo lo que acaba de suceder.
─Si Julieth, lo logramos ─me sonríe Austin.
─¡Somos libres! ─gritamos todos.
La felicidad que siento no se compara a nada, no se cuanto tiempo ha pasado desde la última vez en la que estuve tan feliz. Austin tenía todo arreglado, una vez afuera nos iríamos a la casa de un amigo suyo, el tipo nos daría hospedaje, no permanentemente porque cada uno de nosotros tomaría un rumbo distinto pero si por algunas semanas o tal vez un par de meses.
Caminamos por más de 1 hora hasta que al fin llegamos al lugar. Una casa blanca de un solo piso, parecía ser una casa antigua o por lo menos el exterior de esta se veía así, las luces estaban encendidas. Austin dijo que esperáramos, se acerco más a la casa y tocó la puerta.
Un chico salió de esta y enseguida se abrazaron pero era de esos abrazos bruscos que se dan los hombres, su amigo era de complexión delgada y medía algunos centímetros más que él, probablemente sea mayor. Tenía el cabello rizado pero no podía definir el color, y ni hablar de su color de piel no podía ver mucho por que estaba oscureciendo, conversaron un poco hasta que mi amigo nos hizo una seña para que nos acercáramos.
─Chicos él es Joe, Joe ellos son mis amigos.
─Hola Joe ─dijimos todos.
─Hola chicos, Austin me comento hace unos días que vendría a quedarse por un tiempo con algunos amigos así que como le debo favores a este chico accedí a que se quedaran aquí, así que siéntanse como en casa, pasen por favor ─entro a la casa seguido de Austin, los chicos entraron tímidamente al igual que yo.
Hace mucho que no estaba en una casa, y mucho menos con alguien que no conocía pero es amigo de Austin así que supongo que es una buena persona. Por dentro pude observar los sillones que estaban desgatados, un viejo televisor sobre una repisa, más allá habían tres puertas pero una llamó mi atención por las palabras "Prohibido entrar", ¿Qué oculta Joe? Debe ser algo valioso o importante para él.
Voy hasta donde están los chicos, una mesa y muchas sillas, creo que es el comedor, me siento y coloco mi mochila en mis piernas, necesito una ducha huelo horrible, bueno creo que todos necesitamos una ducha ya que caímos a un contenedor de basura.
─Julieth ¿estás bien? ─asiento y le sonrío a mi amigo.
─Bien, quieres ducharte ¿cierto? ─asiento nuevamente.
─Al entrar te diste cuenta de que habían tres puertas cerca ─asiento─. Entra a la puerta de la derecha, allí está el baño.
─Gracias ─digo y me levanto.
Salgo del comedor, camino por la sala hasta llegar a las tres puertas, sé a cual debo entrar pero hay algo en mi que me hace desconfiar de Joe, no parece ser malo, pude ver su piel trigueña y sus cabellos negros, me parece un chico guapo, sin embargo siento que oculta algo y la puerta con el letrero de "Prohibido entrar" a despertado en mí todas las alarmas.
No se en que momento mi mano se dirigió al pomo de esta y la hizo girar, estaba asegurada. Tengo que encontrar la forma de conseguir la llave de esta puerta, retiro todo pensamiento al escuchar unos pasos aproximándose, camino rápidamente a la primera puerta, en donde se supone que esta el baño, giro el pomo de la puerta y entro. Efectivamente este era el baño, al fin podré tomar una ducha, dejo mi mochila en un rincón y aseguro la puerta para que no pueda entrar nadie, sinceramente no se si hoy pueda dormir, estoy en una casa ajena, con solo una persona que si conozco, no se como serán los chicos, apenas hemos cruzado algunas palabras y aquel miedo, aquel temor de estar en una misma casa o el simple hecho de poder compartir la habitación con algún hombre hace que los recuerdos vuelvan a mi mente.