Luego de tomar la ducha para sacarme ese horrible olor de encima me vestí y salí del baño. No sabía dónde dormiría, los chicos aún seguían hablando.
─Austin puedes venir un momento, por favor ─se levanto de su silla y se acerco a mí─. Quería saber en que lugar dormiremos...
─Oh, Joe tiene una habitación extra, las chicas y tú pueden dormir allí , y los chicos podemos acomodarnos en los sofás de la sala o en la habitación de Joe, no tienes por que preocuparte pequeña.
Le agradezco al cielo por darme un amigo como él. Austin es una persona que se preocupa por los demás y es maduro, no recuerdo haberlo visto triste o mucho menos enojado, él es alguien pacífico y genera confianza hacia cualquier persona. Siempre me dice que soy su hermana menor y que me protegerá de todo.
Aún recuerdo la primera vez en que lo vi. Un chico de cabello rubio, tez blanca y unos impactantes ojos verdes yacía sentado en una de las tantas bancas del patio del albergue. Todos los demás niños jugaban, excepto él, yo estaba nerviosa, ver a tantos niños, especialmente los varones me aterraban, Lucas hizo que llegara a sentirme amenazada y desprotegida frente a los hombres, ya sean adultos, jóvenes o niños, no importaba, eran hombres, y Lucas me hizo daño, por lo tanto todos los hombres también lo harían.
Me senté en una de las bancas y me distraje viendo a todos los niños jugar."Hola, me llamo Austin, eres nueva aquí ¿verdad?", mi piel se puso de gallina y sentí que empalidecía al instante, me levanté y salí corriendo.
Desde allí él se empeñaba en hablarme cada vez que me veía, poco a poco fui perdiendo el miedo, todo gracias a él, siempre me preguntaba el por qué de mi miedo a los hombres pero nunca le respondí, no quería que nadie más supiese lo que me había pasado. Nos conocemos hace más de un año y se ha vuelto parte de mi vida, es mi única familia y si con el tiempo tomamos caminos distintos nunca lo voy a olvidar.
─Tierra llamando a Julieth ─veo una mano moverse de arriba a abajo frente a mis ojos y vuelvo a la realidad.
─Perdón ─me sonrojo.
─No te preocupes ─me sonríe─. Te decía que las chicas ya entraron a la habitación que Joe les asignó, te ves cansada deberías dormir.
─Esta bien, ¿en dónde está la habitación?
Luego de que Austin me indicara dónde estaba la habitación me despedí de él, realmente estaba sorprendida con lo grande que era la casa, parecía un gran laberinto, las habitaciones se encontraban en un pasadizo el cual estaba tras una puerta en el comedor, era de color celeste al igual que las paredes del interior de la casa, quizás por eso nadie la notó. Al entrar a la habitación las chicas que por lo que ahora se sus nombres son Belén y Lucía, estaban tumbadas en la pequeña cama, ¡Genial, dormiré en el suelo!
No había televisión, sólo un armario, un velador y sobre este una lámpara, y por último una silla que tenía colchas sobre ella. ¡Perfecto! no moriré de frío y no me dolerá mucho la espalda. Extendí una de las mantas en el piso, me serviría como colchón y con la otra me cubriría, tome mi mochila y la puse a lado mío. Apagué la lámpara y poco a poco me fui quedando dormida.
Una voz hizo que me despertara, me levante y me apegué a la puerta para poder saber de quien se trataba.
─No tengo tanta mercancía, no he podido producir más. Por ahora se me ha complicado ─Era Joe... ¡Sí!, esa era su voz pero... se le notaba enojado y ¿exaltado?─ 8 paquetes ¿lo tomas o lo dejas? ─¿paquetes?, mi ceño se frunció por la confusión─. Trato hecho, en cuanto tenga más te llamaré, puedes venir mañana, Adiós.
Estaba confundida, sabía que Joe ocultaba algo pero ¿que tan grande es?, esto me genera más desconfianza hacia él, no entiendo a que se refería con "Mercancía" y "Paquetes", de lo único que estoy segura es de que mañana vendrá alguien a recoger esos "Paquetes" y yo tengo que averiguar que es lo que contienen. Regreso a mi especie de cama y me vuelvo a acostar, mi mente esta revoloteada, miles de pensamientos cruzan por mi mente pero ninguno logra convencerme, poco a poco el sueño se va apoderando de mÍ hasta quedarme nuevamente dormida.
(...)
Soy la primera en despertar, estas chicas siguen durmiendo parece que no lo hubiesen hecho hace años, arreglo mi cabello y escondo mi mochila debajo de la cama. Al salir de la habitación me crucé con Louis, parece tener serios problemas de educación ya que al saludarlo simplemente paso de largo.
Al llegar al comedor vi a los otros dos chicos, ¿Patrick y Dominic?, si creo que eso son sus nombres, por lo que me contó Austin ambos eran hermanos, sus padres murieron y por eso estaban en el albergue.
Belén estaba en el albergue por que sus padres no tenían los recursos para criarla y el caso de Lucía no me lo esperaba, su padre asesinó a su madre, ella lo presenció todo, estuvo a punto de correr la misma suerte de su madre pero felizmente un vecino suyo que había escuchado los desgarradores gritos de la madre de Lucía se alertó e ingreso a la casa, por muy poco logró salvarla, la policía se llevó a su padre y al no tener familiares cercanos tuvo que ser llevada al albergue, y de Louis aún no se nada pero lo averiguaré.